— ¿Luhan?
El pelirrojo se sorprendió a escuchar la voz de su amigo. — ¿Zhan? ¿Dónde estas? Muchas personas te han preguntado. Incluso tu padre vino a amenazarme...
— Cuídate. — Zhan suspiró, la remota idea de pedir ayuda a Luhan desapareció.
— Dime, ¿Dónde estás?
— Lo mejor es que evites enfrentarte a mi padre. Cuídate Luhan. Yo estoy bien y espero estar bien. Desaparecere por un tiempo.
— Zhan yo puedo ayudar...
Luhan no terminó de hablar cuando el sonido de la llamada terminada, lo interrumpió. Era mejor así, Zhan lo pensó. No quería imaginar lo que le haría su padre a Luhan si comprobará que el había sido participe de su huida. Además era evidente, que Luhan era una de las primeras opciones de su padre para ir a encontrarlo y eso era lo que el menos quería.
Incluso, si el dinero se estaba acabando. Si tenía que dejar de comer unos días... Se sentía bien el poder respirar tranquilo. Si tan solo tuviera la chaqueta de Yibo aún con el.
Zhan suspiró.
Había pensando en pintar sus uñas, siempre quiso intentar diferentes colores. Pero... Aún estaba lleno de miedo.
Zhan no lo hizo.
Ahora tenía algo más importante de lo que preocuparse. El dinero que Jhonny le había dado se estaba acabando. Había pasado una semana y algo más. Había intentado buscar un trabajo en algún restaurante, pero era un poco difícil. Llevaba consigo la misma ropa del día en que se fue.
Zhan tenía que hacer algo y hacerlo pronto.
La noche siguiente, cuando sus pies ya no querían hacer ni un solo movimiento. Zhan pensó en ese sitio. Era un poco tarde... Esperaba que su padre no estuviera ahí. Era el único sitio al que podría acceder...
Zhan rezó porque su llave de ingreso aun funcionara, y después de que la puerta se abrió. Contuvo el aire.... Si sonaba enseguida la alarma. Estaba jodido. Pero no lo hizo.
Entró. Despacio y con cautela. Los robos no eran algo común en la zona, pero aún así, los negocios tenían un sistema de monitoreo de seguridad, que para su fortuna estaba apagado aún.
El chico estaba cansado. Había visto un sofá afuera del despacho. Sin embargo, Zhan se sintió un poco temeroso de quedarse dormido y no despertar sino hasta que llegara de nuevo el personal. Después miro el calendario... Era sábado. Lo que supondría que nadie vendría al día siguiente...
El chico solo quería descansar. Apoyo su cabeza en el sofá y casi caía dormido cuando escuchó pasos en las escaleras que el había subido para llegar ahí.
Zhan no sabía dónde meterse. No había un solo sitio donde esconderse... Zhan entró al despacho de su ex jefe y espero lo mejor para el.
Había tenido algo de suerte. Su corazón palpitaba en su garganta. Sólo necesitaba estirarlo un poco más.
— ¿Quién carajos esta ahi?
Mierda.
Zhan cerró los ojos con fuerza escuchando como la perilla del despacho se abría.
La persona que había entrado, se había dado cuenta al instante siguiente que algo no andaba bien.
— Quien sea que este ahí, salga ahora mismo o no respondere...
Zhan debajo del escritorio no se movió. No sabía cómo lo había detestado. Tal vez las cámaras de seguridad.
— Está bien. Estoy llamando a la policía.