XVIII

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— ¿Por qué nos estamos deteniendo? ¿Ya llegamos?

Zhan no podía negar que estaba impaciente y expectante. Se había separado del castaño a regañadientes, solo para que este pudiera conducir... Sin embargo, la mano del otro  intercambiaba entre la palanca del auto y su muslo.

Zhan estaba sonrojado hasta que escuchó que el auto se detenia. Observo con curiosidad.

— ¿Por qué nos estamos deteniendo en una farmacia?

— Necesitamos un par de cosas. Vuelvo en un segundo. ¿Necesitas algo?

Zhan frunció el ceño y después sostuvo el cuello de Yibo, para besarlo y no dejarlo ir. — Volveré pronto.

— Mn. — Zhan negó caprichosa y coquetamente. Si su padre lo viera... Seguramente...

Con ese pensamiento sus manos se deslizaron dejando el agarre a Yibo.

— Zhannie... ¿Tu nunca tuviste o viste...—

Zhan negó antes de que Yibo pudiera terminar y sonrió amargamente. No existía forma de que pudiera tan siquiera imaginarlo, mientras vivía con su padre. Parecía que incluso leía sus pensamientos.

— No pasa nada. Cuando lo compré podrías ver.

Dejó un beso en los labios del otro, y salió corriendo hacia la farmacia antes de que Zhan cambiara de opinión.

Cinco minutos después. Yibo apareció con una gran bolsa, que contenía sólo un par de cosas... Al subir al carro, a Zhan la fue entregada la bolsa y aunque quiso abstenerse, terminó por mirar el contenido.

¿Lubricante?

¿Para que...?

Condones...

En seguida su rostro se calentó y miró a Yibo que en ese momento parecía muy concentrado en la autopista, sin embargo este no pudo contener la sonrisa al ver el rostro de Zhan.

— No pretendas. Te estás burlando de mi.

Yibo envolvió sus labios y aprovechando la pausa del semáforo posó su mano muy arriba en el muslo de Zhan. — Eso no significa nada. Lo haremos solo si quieres. — En seguida guiñó su ojo de forma coqueta y regreso su concentración a la vía.

Zhan se mordió el labio y Yibo no escucho ninguna respuesta hasta varios minutos después.

— ¿No habías pensado en esto antes? Wang Yibo... ¿Tu ya sabias que era yo...? El chico de esa noche. .

El castaño suspiró. — Me confundiste bastante. Casi me engañas. Solo te vi esa noche y pensé que estaba alucinando cuando te comportaste tan... — Yibo chasqueó su lengua. — Tan ajeno a todo y apático. Además trabajas como mecánico. No me la pusiste fácil. Al comienzo pense que te parecías, después pensé que eras alguien muy similar y luego otra vez pensé que tenias que ser tu, pero me confundiste de nuevo e incluso me sentí culpable. ¿Sabes por qué?

Zhan lo reto. — ¿Por que?

— Porque mientras anhelaba volver a verte, me sentía atraído por Zhan...

Zhan abrió la boca y la cerró, después rodó sus ojos. Yibo tenía que estar bromeando. — Ahora estás haciendo el tonto.

¿Cómo le podría gustar en las condiciones en las que lo había visto?

Zhan se burló, pero Yibo se volvió hacia el, en tono serio y le dijo. — Lo creas o no. Xiao.... Eres muy lindo en todas tus facetas.

Zhan apretó su mandíbula. Su cara roja, hizo que no pudiera mirar hacia Yibo, cuando este giro hacia el rápidamente...

Zhan permaneció en silencio de nuevo. Los pensamientos eran como cascadas turbulentas... Los recuerdos de su vida y su padre, pero por encima de todo en ese momento... Solo había una cosa que le importaba...

Posó la mano en el muslo de Yibo y murmuró con voz ronca pero dulce,  haciendo que la piel del castaño se erizara. — No puedo esperar para llegar a casa. —

Cuando Yibo se volvió hacia el de nuevo, el chico lindo  que se sonrojada con su presencia y se intimidaba con los coqueteos, estaba justo ahí... Le encantaba los gestos sensuales y suaves de Zhan. Le encantaba todo, pero... Esta parte, hacia un fuerte efecto en el. Que pensaba que era bueno que Zhan no supiera sus alcances con el. Ya que, podría pedirle lo que quisiera... Yibo se sentía rendido...

Una vez el auto se detuvo frente a la casa conocida. El corazón de Zhan palpito estrepitosamente, el momento que jamás pensó que tendría... Había llegado. Realmente esperaba no arruinarlo con su inexperiencia. Empezó a sentirse nervioso.

Ambos bajaron del automóvil, y entonces Zhan vio como las llaves de la case se cayeron de las manos de Yibo, que estaba temblando levemente.

Por lo que sabía... ¿Yibo estaba nervioso?

Emocionado... se calmó  un poco. No era el único que ansiaba esto...

La puerta se cerró. — Sí quieres puedes ponerte cómo... do...— No terminaba de decir. Cuando Zhan ya buscaba recuperar el contacto.

Habían pasado solo minutos pero se sentía como si hubiera esperado por toda la eternidad.

Zhan abrazo la nuca del castaño, y Yibo no dudo en pasar sus manos por la columna lentamente recorriendolo hasta ese lugar suave y esponjoso. Zhan profundizó el beso, tal y como Yibo lo habia hecho anteriormente.

— Mn. — Yibo mordisqueó el labio inferior y Zhan se quejó.

— Vamos al dormitorio.

— Sí me cargas. — Zhan usó ese tono que podría convencer a Yibo de cualquier cosa.

Enseguida posó sus manos en el trasero apretandolo y empujó hacia arriba. Zhan gimió, le gustaba esto... Le gustaba sentir que alguien más estaba a cargo, que podía ser cuidado y sobretodo podía ser el.

Nota:

Queda la parte más interesante pero me ocupe y no pude terminarlo, así que lo dejaré para cuando pueda completar en un siguiente capítulo 😜🤪 era este capitulo corto o nada hoy 🙃🙃🙃

Fading Away《Yizhan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora