📎Capítulo CINCO | Durmiendo Juntos

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Continuación...

Kugisaki se vestía frente a su esposo vistiendo una blusa oscura suave para dormir junto a un pantalón corto de tela suave, este aprecia a su esposa vestirse fingiendo estar concentrado en su teléfono sentado en la cama al borde, hace mucho no tiene algún contacto con su mujer que de tan sólo ver sus caderas descubiertas, largas piernas, o su lindo cabello hacía que su cabeza sólo pensara en aquellos momentos donde ambos se refugiaban en la cama para darse amor, aún extraña eso pero tiene que darse un tiempo, esta adaptando a su cuerpo a no necesitarla para tener relaciones por ahora pero su cabeza aún no se olvidaba de eso.

Esta peino su cabello volteando al estar de frente al armario, vio este guardada su mirada en ella soltando una risa junto a una sonrisa de lado, pensaba que este no iba a prestarle atención al ella desnudarse frente a el solo para vestirse. Este sólo levantó sus piernas para subirlas a la cama para descansar, sólo que no podía hacerlo por pensar en ella, ella se acercó a el con una sonrisa que aún dejaba confundido a Itadori, su expresión estaba siendo muy seria que ella pensó que estaba enojado.

-Estas enojado - Llegó a preguntar subiendo a la cama por el lado opuesto.

Pero el no contesto sólo conversando su cara sería y su mirada en ella. Este se acercó a ella dejando su cabeza en su pecho con un recorrido por su cintura que la sintió muy cálida como para meter sus manos por un segundo.

-Que pasa... Amor? - Se preguntaba volvieron al juego de acariciar su cabello.

-Kugisaki quieres que algún día de estos sólo nos encontremos los dos juntos - Habló él sintiéndose muy bien sobre su esposa, rozaba sus Mejías en los pechos de ella sobre la blusa que podía sentir en su cara.

-Pero siempre estamos juntos, con Miyagi - Llegó a responder.

Itadori levantó su cabeza lentamente llevando su mirada en su esposa que aún llevaba una sonrisa en su rostro, ella no podía ser más que hermosa, tomo ambas manos el rostro de su esposo acercándose a él lentamente, el pozo sus dos manos en la espalda de ella correspondiendo un beso siguiendo un jugueteo con sus lenguas, esa cálida sensación que no llega a sentir por mucho tiempo es muy buena, quería compartir más ese momento pero ella lo llegó a cortando algo molesta al parecer.

-Espera Itadori

Este aún sentía la impresión de volver a estar con su esposa después de todo, llegando a que él ya estaba queriendo quitarle la ropa pasando sus suaves pero pensadas manos bajo la ropa subiendo para arriba la blusa de ella. Kugisaki se impresionó por este al ver que bajo su rostro a sus pechos acariciando ambos, besando y suspirando su aroma con su boca sobre ellos por fuera de la ropa.

Sentía algo de incomodidad por como este la tocaba pero si llegaba a gustarle.

-No toques ahí - Decía esta sintiéndose algo mal por lo que su esposos hacia bajo sus pechos.

-Se siente muy bien, no te gusta? - Le llegó a preguntar dejando de hacerlo.

Ella sólo se inclinó hacia atrás algo sería.

-Claro que me gusta, nunca te diría que no Itadori - Respondió.

-Se que no quieres hacerlo Kugisaki, te daré tu tiempo - Este beso su frente son una sonrisa carismática, esta no se resistía a lo tierno que estaba siendo, quería matarlo a besos por eso.

-Buenas noches amor

Itadori volvió a posar su cabeza en el pecho de su esposa con una bella sonrisa, ella sólo quedó pensado en que tenía que volver a dedicarle un tiempo a él después de todo el tiempo.

Aún así lo amaba mucho al igual que él a ella, ambos cerraron sus ojos con una hermosa escena de ellos dos juntos abrazandose con mucho cariño. Las luces apagadas con ellos compartiendo la cama con él sobre su pecho y ella con su cabeza a un lado tomando de su espalda, era hermoso.

𝐃𝐎𝐒 𝐀𝐋𝐌𝐀𝐒, 𝐔𝐍 𝐇𝐈𝐉𝐎 𝐒𝐎𝐁𝐑𝐄 𝐄𝐋𝐋𝐀𝐒 | ItaKugi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora