Final

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Estaba nervioso, en realidad muy nervioso

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Estaba nervioso, en realidad muy nervioso. Los últimos meses había estado trabajando en algo especial para su familia, había hecho un gran esfuerzo y había ahorrado bastante para conseguirlo, y bueno también había recibido ayuda de su abuelo para conseguirlo.

No les había dicho nada, ni a Hyunjin ni a los niños, los únicos que sabían eran sus amigos y su abuelo. Estaba nervioso y emocionado de mostrarles en lo que había estado trabajando los últimos meses. Hyunjin ya estaba en sus últimos días de gestación, su pancita estaba apunto de estallar cosa que también lo tenía ansioso. Le costaba caminar y bueno hacer muchas cosas las cuales antes podía hacer con total normalidad, el debía ayudarlo en la mayoría de sus actividades pero no le molestaba para nada. Le gustaba pasar tiempo con el, darle mimos, acariciar su pancita y hablarle a su bebé. Su pequeña niña inquieta, había noches en las que no paraba de moverse y ahora el pelinegro si sentía dolores por sus pataditas, pero el siempre estaba para acompañarlo y darle todo el amor que requiera.

Los últimos cinco meses habían sido locos, gracias a su madre había conseguido que los trámites de adopción fueran muchísimo más rápido y ahora oficialmente eran sus hijos. Aunque ellos siempre lo hubieran sentido así, el que sea oficial ante la ley les había quitado el miedo, les había hecho poder por fin estar en paz, eran sus hijos y nadie iba poder llevárselos de su lado. La relación con su madre no había cambiado mucho, aunque ahora solían salir juntos a comer gracias a la insistencia de su abuelo. Los niños adoraban al hombre, contaba historias y tenía un aura que te llenaba de paz, además de que se había llevado bien con los padres de Hyunjin. Su madre siempre venía a las cenas pero no hablaba mucho, aún le costaba acercarse a los chicos pero sabía que los quería y eso lo tenía feliz. Con el tiempo quizás podrían crear un buena relación de madre e hijo, el dejaría que las cosas fluyeran, que pasará lo que tuviera que pasar.

- Yeji se está moviendo como loca, hija tuya es, así que por favor ¿Dónde nos llevas? - pregunto Hyunjin en el asiento trasero, ya que ellos consideraban que era más seguro, mientras acariciaba su pancita para calmar a su niña.

- Paciencia, mi amor. - pidió Minho intentando controlar sus nervios.

Ojalá les guste.

- No me gustan las sorpresas si no me dicen que es. - se quejo Jeongin mirando por la ventana en el barrio por el que iban pasando. Se veía como un lugar tranquilo, había un pequeño parque con varios niños jugando.

- Entonces no sería sorpresa. - dijo Chan desde el asiento del copiloto.

- Yo tengo hambre. - se quejo Changbin arrugando su boquita.

- Luego iremos a ese restaurante que hacen esas hamburguesas que te gustan. - le dijo el pelinegro abrazándolo.

- ¿Ese que solo tiene helado de kiwi? - pregunto el rubio en tono de burla.

- Yeji va salir oliendo a kiwi. - apoyo Chan.

- ¡Dejen de jugar con eso! Creo que después del embarazó no podré ni mirar el kiwi. - hizo una mueca de asco. - En serio está niña es salvaje. - se quejó por lo mucho que se movía. - Necesito caminar. - pidió.

Padres || Hyunho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora