Pajarito Colibrí

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Después de una deliciosa comida en un restaurante en la playa,toda la familia decidieron tomar un paseo en lancha por el canal de Xochimilco. El sol se estaba poniendo, y el cielo se estaba tiñendo de naranja y rosa.

-Esto es increíble-dijo Carlos, abrazando a Checo.

-Lo sé, ¿verdad?-respondió Checo, sonriendo. -Me encanta compartir esto contigo-

Mientras paseaban, se detuvieron en una isla flotante, donde un mariachi los esperaba para cantarles una serenata.

-¡Viva el amor!-cantaba el mariachi.

Checo y Carlos se miraron, y sin decir una palabra, se besaron apasionadamente.

¡Eso es amor!-, gritó la familia

La gente que pasaba por ahí aplaudió, y Checo y Carlos se sonrojaron, pero no se detuvieron. Se besaron de nuevo, y de nuevo, sin importarles quién los viera.

-Estoy tan feliz-, dijo Carlos, abrazando a Checo.

-Yo también-, respondió Checo. -Finalmente podemos ser nosotros mismos, sin miedo a nada-

Después de Xochimilco, al día siguiente visitaron el parque Xel-Há, donde nadaron con delfines y se divirtieron en las atracciones acuáticas.

-¡Esto es increíble!- gritó Carlos, mientras se deslizaba por un tobogán de agua.

-¡Sí, lo sé!-, respondió Checo, riendo.

Después en Cozumel, visitaron el parque Chankanaab, donde vieron manatíes y peces de colores.

-Esto es como un sueño-, dijo Carlos, mientras miraba a los manatíes.

-Lo sé-respondió Checo. -Estoy tan agradecido de tener esto contigo-

Cuando fueron a Tulum, visitaron las ruinas mayas, y se tomaron fotos juntos, abrazados.

-Esto es nuestra aventura-, dijo Checo.

-Sí, lo es-, respondió Carlos. -Y no quiero que termine nunca-

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Checo y Carlos llegaron al cenote, un agujero azul en la tierra que parecía no tener fondo. Checo se detuvo en el borde, mirando hacia abajo con miedo.

-¿Estás seguro de que esto es seguro?-preguntó Checo, agarrando la mano de Carlos.

-Por supuesto, mi amor-, respondió Carlos. -Es un cenote, no hay nada que temer-

Pero Checo no se convenció. Miró hacia abajo y vio el agua azul y profunda.

-Es demasiado profundo-dijo Checo. -No puedo hacer esto-

Carlos se acercó a él y lo abrazó.

-Vamos, mi amor- dijo Carlos. -Te prometo que estaré contigo todo el tiempo. No te dejaré solo-

Checo miró a Carlos y vio la confianza en sus ojos. Tomó una respiración profunda y se decidió.

-Okay- dijo Checo. -Vamos a hacer esto-.

Carlos sonrió y lo besó.

-¡Vamos!- gritó Carlos.

Y juntos, se lanzaron al agua. Checo gritó al principio, pero cuando sintió el agua fresca y la mano de Carlos agarrando la suya, se calmó.

Nadaron juntos, mirando hacia arriba y viendo la luz del sol que entraba por el agujero del cenote.

-Esto es increíble-dijo Checo, sonriendo.