la gran boda infernal(Radiodust)

cuentas pendientes

Narrador

A medida que la fiesta continuaba, Angel intentaba relajarse, aunque la presencia de Vox y Velvet aún pesaba en su mente. Se mantenía cerca de Alastor, sintiendo que su presencia le daba algo de seguridad, pero ambos sabían que algo estaba en marcha. Vox no era el tipo de demonio que se retiraba sin tener un plan, y Velvet siempre había sido un alma competitiva y cruel.

Angel: (Susurrando a Alastor) ¿Crees que esos dos están planeando algo? No me fío de ellos... nunca lo he hecho.

Alastor: (Mirando alrededor, siempre alerta) Oh, no hay duda de eso, querido. Es su naturaleza. Pero no tienen el poder ni la astucia suficiente para ganarnos. Solo asegúrate de no caer en sus trampas.

De repente, una risa suave y burlona resonó en la distancia. Angel levantó la mirada y vio a Velvet observándolos desde el otro extremo del salón, acompañada de Vox. Sus miradas eran inquietantes, como si estuvieran disfrutando de un espectáculo secreto que solo ellos conocían. Velvet, con su cabello vibrante y vestido extravagante, se inclinó hacia Vox, susurrándole algo que lo hizo sonreír ampliamente. Angel sintió cómo su piel se erizaba al ver la expresión maliciosa de ambos.

Charlie: (Notando la incomodidad de Angel) ¿Estás bien? Pareces algo nervioso.

Angel: (Tratando de sonreír) Oh, no es nada. Solo... no confío en Vox y Velvet. Hay algo raro en cómo nos están mirando.

Charlie: (Preocupada) Vox siempre ha sido problemático, pero papá no les dejaría hacer nada malo. Estoy segura de que todo estará bien.

Narrador

Pero a medida que Charlie decía esas palabras, la música de la fiesta comenzó a disminuir, y las luces del salón parpadearon levemente. Un murmullo de sorpresa recorrió a los invitados cuando las enormes puertas del salón se cerraron de golpe. Los demonios que estaban charlando entre sí detuvieron sus conversaciones y miraron hacia el centro del salón, donde una figura apareció repentinamente: Vox, con su habitual sonrisa socarrona, sostenía un micrófono y saludaba con entusiasmo a la multitud.

Vox: ¡Damas y demonios! ¡Qué velada tan espléndida, ¿no es cierto?! Pero, como en toda buena fiesta, siempre debe haber algo especial para nuestros queridos invitados de honor.  (Miró directamente a Angel y Alastor, sonriendo de forma insidiosa).

Angel: (Tensándose) ¿Qué demonios está planeando ahora...?

Alastor: (Con los ojos entrecerrados) Esto no me gusta nada.

Antes de que pudieran reaccionar, Velvet apareció a su lado, con un vestido nuevo y brillante que parecía cambiar de colores con cada movimiento. Tomó el micrófono de Vox con una sonrisa deslumbrante.

Velvet: ¡Así es, queridísimos! Angel y Alastor, no solo vinieron aquí para recibir nuestra admiración, sino también para participar en un pequeño... juego. (Su sonrisa era afilada, casi cruel) "Después de todo, ¿qué sería de una fiesta sin un poco de diversión?"

El público empezó a murmurar, confundido, mientras los ojos de Velvet brillaban con una mezcla de maldad y emoción.

Lucifer: (Desde su trono, riendo suavemente) Oh, Velvet, siempre tan dramática. ¿De qué clase de juego hablas?

Velvet: (Girando hacia él con un guiño) Oh, mi rey, solo algo que estamos seguros de que les encantará. Después de todo, es en honor a los futuros novios, ¿no? Y no hay mejor manera de demostrar su amor que... una pequeña competencia.

Alastor levantó una ceja, claramente intrigado, aunque desconfiado.

Alastor: ¿Una competencia? ¿Qué clase de trampa tienes en mente, Velvet?