capitulo 4

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Finalmente, mi cuerpo no puede soportar más y colapso, cayendo junto al Borruwer que acabé de destruir. El suelo se acerca rápidamente, y el mundo se vuelve una amalgama de oscuridad y confusión antes de que todo se apague por completo.

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Un frío inexplicable me recorre la espalda mientras corro, pero no sé de qué estoy huyendo. Mis pies tropiezan una y otra vez en el suelo húmedo, como si el miedo me pesara. Mi corazón late desbocado, y mi respiración es lo único que escucho, todo lo demás está en silencio. No veo nada detrás de mí, pero sé que algo me sigue, algo invisible, algo amenazante. El bosque que me rodea es cada vez más oscuro, y a cada paso siento que me acerco más a un lugar del que no podré escapar.

De repente, los árboles desaparecen y me encuentro en un vasto campo de rosas blancas. El contraste es tan grande que casi me detengo. Las flores se mecen con una brisa suave, moviéndose de forma extraña, casi hipnótica. Por un momento, pienso que tal vez estoy a salvo, pero algo en el aire me dice que este lugar no es lo que parece.

Giro, intento orientarme, pero cada dirección parece igual. Estoy perdida. Y entonces, lo veo. Un hombre aparece frente a mí, su figura es imponente, cubierta de una armadura oscura que refleja la luz de manera extraña. No puedo ver su rostro, está oculto en las sombras, pero en el centro de su pecho hay un símbolo que me resulta inquietantemente familiar. Mi corazón late más rápido. Intento dar un paso atrás, pero mis pies están atrapados. Las rosas blancas que me rodean parecen aferrarse a mí, como si no quisieran dejarme ir.

Las flores comienzan a cambiar. Uno por uno, los pétalos se tiñen de rojo, como si sangraran. El olor a hierro llena el aire. El hombre no se mueve, pero su presencia lo llena todo. Me siento más desubicada que nunca, y entonces, sin previo aviso, el paisaje cambia de nuevo. Estoy en medio de un bosque oscuro. Las sombras me rodean, pero aún lo veo a él, de pie entre los árboles, sus ojos rojos brillan en la oscuridad.

"Tic, tac, tic, tac, el tiempo corre", dice una voz que parece resonar dentro de mi cabeza. Es grave, amenazante, como una advertencia que no entiendo. Mi pecho se aprieta. No sé qué significa, pero algo en esas palabras me provoca un terror indescriptible.

una fuerza invisible me arrastra. Estoy cayendo, atrapada en el vacío. El agua me rodea, fría y sofocante, tirándome hacia el fondo. Intento nadar hacia la superficie, pero mis brazos se sienten pesados, como si algo me estuviera reteniendo. La presión en mi pecho aumenta, siento que me falta el aire. Todo mi cuerpo arde de la desesperación. Pero antes de que pueda ahogarme por completo, algo cambia.

¡PUM!

Despierto de golpe, jadeando. Mi corazón late con tanta fuerza que parece que se me va a salir del pecho. Parpadeo un par de veces y lo primero que veo son dos rostros... ¡Demasiado cerca de mi cara! Me sobresalto y, antes de darme cuenta...

—¡Auch! —grita Jack, frotándose la frente justo cuando su cabeza choca contra la mía.

Demian también se soba la cabeza, aunque su risa ahogada me dice que, al menos él, lo ha tomado con humor.

—¿Qué... qué demonios hacían tan cerca de mi cara? —protesto, aún aturdida, mientras me froto la frente, el dolor del cabezazo recorriendo mi cráneo.

—Estabas... moviéndote mucho —responde Jack, aún con una mueca de dolor—. Pensamos que te estabas ahogando en tu propia saliva o algo así.

Me siento y noto que Xion está a un lado, mirándome con una mezcla de preocupación y alivio.

—Me alegra que hayas despertado —dice, su voz es más suave de lo usual, algo inusual en él.

Intento procesar todo lo que ha pasado. Todavía siento el eco de la pesadilla pesando en mi mente, pero la expresión de Jack y la risa contenida de Demian me arrancan una pequeña sonrisa, a pesar del caos en el que estamos. Al menos, aún tengo a mis amigos conmigo.

''ARCANUM'' elizabeth y la corona oscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora