Siempre fue por el trato .

Capítulo: 21

Isabella 

Los pies me duelen por el frío, mi intento por dormir fue en vano y el hambre aún no pasa, tengo algunos moretones en los brazos que gané cuando traté de escapar. 

  No entiendo como fuí tan tonta al pensar que podría ganarle a Logan después de todo el se las arregló para meterme  en este infierno una vez.

Siento el ruido de la puerta de mi celda abrirse y dos guardias entran uno me agarra del brazo  como si tuviera fuerzas para escapar mientras el otro abre la cerradura que me unía a la pared.

 Subimos las escaleras y los rayos del sol me golpean la cara cuando llegamos a las canchas de entrenamiento, disfruto del calor del sol lo más que puedo hasta que mi carcelero tira de la cadena con la que me arrastra. Entramos al edificio y me conducen a una de las habitaciones, entramos y uno de mis acompañantes se queda en la puerta mientras el otro me libera las muñecas, ambos se marchan sin decir una palabra y cierran la puerta con llave. 

Escaneo el lugar y me sorprende lo que veo no es como los asquerosos lugares donde dormíamos con mis compañeras todo lo contrario, hay una cama ancha con un acolchado color crema en el centro a la izquierda una puerta que supongo lleva al baño y a la derecha un placard, en frente de todo esto hay una mesa blanca con dos sillas del mismo color. 

Mi puerta vuelve a abrirse seguro van a sacarme de este lugar y llevarme  con las otras chicas o peor me van a devolver a la celda, me dan escalofríos al pensar en volver a pasar otra noche en ese lugar. 

Un tipo entra con una pistola con la que me apunta, lo único que me faltaba que me maten antes de poder tomar una siesta o comer algo mi humor no está para morir ahora, aunque reconsiderando capas sea bueno morir ahora tuve una buena vida me enamore me case borracha pero me case tuve unos increíbles últimos días en Grecia creo que puedo morir en paz. 

Justó cuando estaba por decir mis últimas palabras otro tipo entra con una bandeja llena de comida en ella,  no se que es mejor si la comida o la posibilidad de morir ahora, creo que no voy a morir o al menos no por el momento ya que los dos hombres se retiraron dejándome sola con este manjar. 

Agarro todo lo que puedo comiendo pan, fruta, postres que ni sé de qué están hechos sigo por el café y el jugo de naranja. Unos minutos después de devorar toda la comida me voy a la cama y me duermo entre las sábanas de seda. 

El ruido de la puerta me despierta y no puedo evitar mi cara de asombro al ver quien está en la puerta. 

Con un vestido negro y tacos aguja la esbelta figura de Elena Carter parece una alucinación, capas si la estoy alucinando. 

Detras de ella dos hombres entran y todo sucede en camara lenta reconozco la inyección que sostiene uno de ellos, siento como se me seca la boca y todos mis musculos se tensan, no quiero, no quiero volver a sufrirlo no quiero volver a pelear. 

El otro hombre me levanta de la cama y ya no tiene sentido pelear ya no tiene sentido resistirme,termino en el piso de rodillas preguntandome que karma estoy pagando que fue lo que hice para merecer esto,  no logro controlar las lagrimas, todo lo que trabaje para recuperarme, mi trabajo, Tomas todo fue en vano. 

La aguja entra en mi piel y siento la adrenalina al instante, siento un escalofrío que me recorre todo el cuerpo y ya no me siento triste ni siquiera recuerdo por que estaba mal, cierro los ojos y disfruto del efecto de la droga en mi sistema, me hace fuerte. 

Las lagrimas no paran y no entiendo el porque de repente sus ojos vienen a mi mente, su sonrisa, su olor, Tomas tengo que volver con el pero no se como. 

Abro los ojos y los dos hombres se encuentran a mis costados uno en cada lado Elena a quien ya había olvidado está hablando por telefono al frente mio y la puerta está abierta. 

No tengo nada que perder y despues de la siesta la comida y la droga estoy más fuerte que nunca. 

Me levanto y corro lo más rapido que puedo  le quito el celular a Elena y salgo al pasillo, escucho el sonido de mi corazon y las piernas me duelen un poco pero no paro, conozco este lugar de memoria entro en una de las salas que se que tienen llave y me encierro. 

No pierdo tiempo y llamo a Tomas lo más rápido que puedo. 

Por favor contesta…. 

_ Mamá ¿Qué necesitas? Te dije que estoy ocupado tengo que encontrar a Isabella. 

Las lagrimas vuelven en cuanto escucho su voz. 

_ Tomas soy yo Isa.