Prólogo.

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¿Qué es el amor? ¿Cuáles son los beneficios de él? ¿Acaso es algo que traiga positividad y felicidad en uno? ¿Te genera dolor y tristeza? ¿Acaso serán ambas a la vez? No lo sabía, realmente no lo sabía, ni lo comprendía en aquel entonces. Mis padres nunca supieron enseñarmelo, ni demostrándomelo a mí, ni entre ellos; supongo que por eso, mientras fui creciendo, más difícil fue tener una buena relación con ellos, más difícil me fue conectar con la gente, incluso con mi hermano. Por eso y por demás situaciones que he vivido a lo largo de mi corta vida.
Con tan sólo siete años, ya comprendía que el amor no era como en los cuentos de hadas, el amor acaba, el amor no siempre es recíproco, ni sincero. Comencé a vivir con mi abuela, mi madre y mi hermano, después de que mis padres se divorciaran. Mi madre comenzó a trabajar, por lo cuál debía cuidar a mi hermano de tan sólo un año, cuándo ella no se encontraba.

Tal vez por eso terminé siendo bastante independiente, me aferré a mí misma y comprendí que no siempre es necesario el amor de una familia para mantenerme de pie. Eso sí, también me era difícil socializar en el colegio, siendo otra etapa muy dura en mi vida, pues comenzando la primaria mis amigos cambiaron de instituto y mi mejor amiga simplemente dejó de serlo. Recuerdo cuando mi maestra se sentaba junto a mí en los recreos, pues era la única niña sentada en un banco, mientras el resto jugaba a la rayuela, al escondite o con la soga. Era deprimente, y ella lo notó.
“Deberías intentar acercarte a algún grupo, sé que puede ser difícil, pero te ayudaré”, y así lo hizo. Había intentado acercarme a un grupo de chicas, creo que no fueron mi mejor decisión, eran completamente distintas a mí, incluso ellas fueron quiénes me enseñaron malas palabras...
Pero, aunque les costó aceptarme, terminamos siendo un buen grupo, o al menos eso creía.

Saliendo de la primaria, iniciando la secundaria, fui yo quién ahora cambió de instituto, uno que no sabía que sería mi maldito calvario; si creía que mi peor momento había Sido la primaria, estaba completamente errada.
Nunca fui una persona con mucho dinero, de hecho, mi padre con mucho esfuerzo logró anotarme en aquel colegio, tuve mucha suerte, era complicado de lograr, pero entré... Vaya mierda.
Allí, a mis doce años, comprendí por qué se cree que los ricos tienden a ser egocéntricos, egoístas y cretinos, está claro que viene de familia, y cuando se junta todo un ganado de niños mimados es como estar en el mismísimo infierno.
Pero eso no importó, logré hacer amigas que, pese a tener pequeñas peleas de niñas de tal edad, fueron mi salvación y la razón por la cuál, hasta el día de la fecha, me mantengo allí.

Pero, si creen que esta historia tratará sólo sobre mí contra las adversidades, no, es más que eso.
Cómo mencioné antes, antes no sabía el verdadero significado del amor, en verdad no... Hasta que cumplí mis quince años.
Lo conocí a él, quién creí que sería mi arcoiris luego de la tormenta, las flores que florecen en un árbol, el destello de la Luna que ilumina la noche.
Jeon Jungkook, ese es su nombre, y actualmente es simplemente un maldito extraño.

Odd⠀⠀⠀-⠀⠀⠀Jjk.⠀⠀;⠀⠀⠀BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora