Mi Ética

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Imagino que ahora pensarás que soy mala o cruel por haber mencionado un reino de infiernos y gente sufriendo. Pues te diré una cosa: a pesar de no poder entrar en tu mente, imagino que también habrás sentido alguna vez el deseo de ver a alguien sufrir y te habrás generado una imagen cruel en tu cabeza. No me parece mal imaginar lo que queramos, cada uno es libre de hacer lo que quiera dentro de su realidad. A veces uso mi realidad para ver a gente feliz, gente que jamás me prestaría atención o que nunca me pediría ayuda, que de repente cambia dentro de mi realidad y aprecia cada cosa que hago, por pequeña que sea. En mi reino, yo soy igual de importante para la gente que ellos para mí. ¿Te ha pasado alguna vez que tenías una persona que para ti era súper especial e importante, pero para esa persona no eres igual de importante?

Daniel: A todos nos pasa eso alguna vez. Cada uno tiene el derecho y la libertad de darle más atención o importancia a lo que quiera y a quien quiera.

Tienes toda la razón, pero me parece horrible. Sé que no es éticamente correcto obligar a nadie a que te aprecie y te preste atención, pero no pasa nada porque mi reino solo me afecta a mí y no a ellos. Así que puedo seguir haciendo lo que yo quiera sin sentirme mal por privarles de su libertad. También puedo generarles problemas y hacer que quieran recurrir a mí o que se ayuden entre ellos. A decir verdad, muchas veces me aburro de un reino idílico y me pongo a sembrar problemas. Las primeras veces que experimentaba con esto me asustaba, de la noche a la mañana veía personas que antes eran súper felices y risueñas siendo devoradas por pesadillas. Veo las carnes de esas personas siendo arrancadas con sus propios dientes y uñas, veo cómo lloran y cómo se confunden, observo detenidamente cómo se van apagando lentamente sus miradas a medida que la sangre corre bajo mis pies.


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