Mi Reino

Otros Deseos Aparte

Antes de marcharme, me gustaría pedirte algo, Daniel.

Daniel: Quédate quieta y no te muevas salvo que yo lo diga. Ahora mismo no hay vuelta atrás. Ahora cierra los ojos y escucha lo que cuento mientras se hace realidad. Ahora no se escuchará tu voz y no abrirás los ojos. Te pondrás en pie, sin nada a tu alrededor; las sillas, árboles, flores y todo lo que había en esta habitación han desaparecido. No hay suelo y sientes como caes eternamente. Sientes como voy cayendo cerca de ti, estamos a la misma velocidad y cada vez estamos más pegados. No hay ráfagas de aire ni sabemos muy bien a qué velocidad o altura caemos. Después de unos segundos, casi parece que tan solo flotemos en un vacío eterno. Mi mano va pasando cerca de tu pelo, me pongo a acariciar y mover tu pelo, voy variando y paso de acariciarte con dulzura a agarrarte con brutalidad. Poco a poco voy bajando y doy con tu rostro y, sobre todo, con tus labios. Me voy aproximando cada vez más a ti hasta estar totalmente pegado y que sientas mi respiración y mis latidos cerca. Notarás como mis labios se acercan lentamente a los tuyos, notas el aire salir de mi boca y sientes cómo mi aliento choca con tus labios hasta que nuestros labios se tocan. Me aparto rápidamente antes de que llegue a producir el beso y me dirijo hacia el cuello y los hombros, comienzo a estimularlo con el objetivo de hacerte temblar y que me supliques un beso.

Continúo, cada vez más fuerte, aumenta la velocidad de mis latidos y la intensidad de mi respiración, comienzo a morder muy levemente algunas partes del cuello. Por fines el momento de volver a la boca. Ahora que termino con esos lugares, me dirijo a las zonas por debajo del cuello, pero antes sientes cómo desaparece lo único que aún seguía presente aparte de nosotros y esta gran nada. Estamos pegados y sin ropa y ahora notas todos los detalles de mi cuerpo y, a pesar de que ya estemos pegados, no pararé hasta que desees estar mucho más pegada. Ahora dejo un poco de espacio y comienzo a manipular los pechos, primero empiezo por los lados hasta poder llegar poco a poco al centro. Notas frío y ala vez calor, notas el calor de mis labios y mi lengua manipulando tus pechos y sientes el frío de la humedad en tus pechos cuando me separo de ellos. Cada vez quiero verte temblar más y más. Después de haber estado un rato estimulando deforma desordenada, suave y brusca tanto la zona de los pechos como la del cuello, decido dirigirme mucho más hacia abajo y voy pasando lentamente y sin pausa por tu vientre hasta llegar a tu sexo. Ahora es cuando más quieta quiero que estés, quiero que no hagas fuerza ni resistencia de ningún tipo, quiero que solo te dejes caer y permitas que yo tome todo el control. Una vez que estoy ala altura de la cintura, ya solo queda ir despacio por los alrededores, aunque no me olvido de las zonas superiores y sigo manipulándolas de vez en cuando con ayuda de las manos. Cada vez estoy más abajo, más en el centro, cada vez notas mi respiración y mis latidos de una forma más intensa y cercana, cada vez tiemblas más y empiezas a no poder evitar emitir sonidos. Ahora que ya he repasado todo tu cuerpo, me vuelvo a poner a tu altura y me pego a ti lo más que puedo hasta que por fin sientes que estamos juntos y solo queda abrazarnos fuerte. Estarás deseando que termine y al mismo tiempo desearás que sea eterno hasta que por fin termina.