EL FARMACÉUTICO

CAPÍTULOS DEL 500 AL 509

CAPÍTULO 500. EL FIN DEL MOTÍN EN MAR DEL SUR (1)

Aunque Lin Yi estaba en un sueño profundo, todavía sentía dolor, especialmente en su dantian y meridianos.

Hasta que una píldora fue introducida en su boca, una fuerza fuerte y suave se vertió en su dantian y meridianos, el dolor alrededor de su cuerpo desapareció gradualmente, y entonces perdió completamente la consciencia y cayó en un profundo sueño y auto-recuperación.

Cuando despertó del dulce sueño negro, ya no se encontraba en las puertas en ruinas de la ciudad, sino en una habitación del Salón Farmacéutico. A juzgar por el estilo de la habitación, debería haber sido un lugar para que las personas gravemente heridas se curaran y descansaran.

"¿Te has despertado?"

Sonó una voz ronca y baja, que parecía tranquila y firme, pero Lin Yi reconoció fácilmente la sorpresa en ella.

Girando su cabeza, vio que efectivamente era Pei Xuanqing.

Las ropas de Pei Xuanqing no se habían cambiado, y estaban sucias con manchas de sangre negra seca de las bestias marinas.

"¿Cómo te sientes?" Pei Xuanqing alargó la mano para tocar su frente y después bajó su propia cabeza para palparla. Sintió alivio al ver que Lin Yi estaba bien.

Lin Yi se movió suavemente y frotó la frente contra la suya. "No pasa nada. Me siento con bastante energía ahora."

"¿Y el dantian y los meridianos?"

"Ya están bien, pero mi poder espiritual aún no se ha recuperado del todo."

La luz de la Farmacopea también era algo tenue, y la pequeña farmacopea también estaba durmiendo para complementar el poder espiritual y podría no despertar por el momento... Sin embargo, no había necesidad de decírselo a Pei Xuanqing.

Pero aunque Lin Yi no lo dijera, Pei Xuanqing podía adivinar algo. En su mirada oscura y profunda, había dolor y algo más profundo. Lin Yi le miró y quiso apoyarse en él y abrazarle, diciéndole que estaba realmente bien, pero fue presionado por Pei Xuanqing.

Pei Xuanqing apartó la frente de la suya y la besó, diciendo: "Necesitas descansar más."

Lin Yi le sujetó y le dijo: "Pon tu poder espiritual."

Pei Xuanqing se quedó atónito.

"Entra", volvió a decir Lin Yi.

Pei Xuanqing le miró y después de un rato, introdujo cuidadosamente su propio poder espiritual en su cuerpo. El poder espiritual de Lin Yi se enganchó a él, permaneciendo un rato antes de llevarlo a rodear sus meridianos y el dantian.

"Ves, estoy realmente bien. No te preocupes más por mí."

Después de darse la vuelta, Lin Yi dijo.

Los ojos de Pei Xuanqing se oscurecieron ligeramente mientras bajaba la cabeza y le besaba, con movimientos más urgentes y profundos que antes. Lin Yi percibió su estado de ánimo y abrió obedientemente la boca, dándole todas las respuestas que pudo.

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Después de un largo rato, los dos se separaron.

"¿Has estado vigilándome todo este tiempo?"

"Sí."

"Siento haberte preocupado."

"No es culpa tuya. Es culpa mía por no haber estado ahí para protegerte."

"Tampoco es culpa tuya. No soy un niño de tres años. ¿Cómo puedo necesitar siempre que me protejas? Simplemente no esperábamos que el Ancestro Sediento de Sangre hubiera dado tanta lucha antes de morir..."