Capítulo 1

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Éste último mes había sido un verdadero calvario para el…
Volverse Genin fue un cambio radical en su vida pero, realmente, apreciaba la brusquedad y extraña belleza de tal cambio.
Venía de un Clan poderoso pero pacífista, genios del Fuinjutsu, el Kenjutsu y extrañamente, según sus propias palabras, nerds de la tecnología.

En lugar de vivir en un departamento en la zona roja, ahora residía en un inmenso complejo para si mismo, habitado por el y los Autómatas de latón que funcionaban como sirvientes. Su nuevo estatus público como heredero del Clan Uzumaki se había anunciado al ascender a Genin y prácticamente no le gusto a nadie del entorno civil. Incluso el Consejo civil fue tan lejos como para intentar arrestarlo bajo cargos falsos, mandarle a matar y demás artimañas para quitarle todo o hacer de su vida un infierno.
Pero en la confabulación no estaba Danzō Shimura, quien para sorpresa de Hiruzen, el tercer Hokage, y su propia sorpresa, fue el primero en mostrarse indignado ante las artimañas del consejo civil.

Y ahora se encontraba en el recinto… el reloj marcaba las cinco de la tarde de su último día previo a la asignación de su equipo y lejos de estar solo con sus autómatas, estaba acompañado por Danzō e Hiruzen.
—Hiruzen, te llamé para que puedas certificar a Naruto como especialista en Fuinjutsu— declaró Danzō —Durante éste mes le he enseñado y lo he llevado al nivel de perfección adecuado de un especialista, lo más que pude— ¿Mostró orgullo?. Era raro ver emoción alguna en Danzō.

Hiruzen estaba mirando su taza de té y luego miró a Naruto. Estaba impresionado por el cambio total de su rubio preferido.
Verlo vestido con ropas propias de un Uzumaki, con una pequeña sonrisa llena de seguridad y frente a el, planos con sus debidos  materiales para ensamblar frente a el —No me hace falta que lo digas, Danzō, veo frente a mí la verdadera cara de un digno heredero Uzumaki y sé que el título perdido en nuestro aldea, estará en buenas manos con el— comenzó a decir el tercer Hokage con una suave sonrisa en su rostro —Pero viendo que tienes una "Tesis" práctica para ilustrar a mí persona como muestra de ser competente, Naruto, te pediría que me ilustres— pidió cambiando su semblante a uno más serio.

Danzō miró discretamente a Naruto y el rubio se dió cuenta de la silenciosa señal —Por supuesto, viejo, en seguida— no tenía ese tono socarrón e irrespetuoso de hace un mes, ahora se veía más tranquilo y recto.
Sacó tinta de Fuinjutsu, un pincel y tomó el guante de cuero que estaba en la mesa.
A una gran velocidad comenzó a trazar una compleja matriz de sellos, sin error alguno.
La caligrafía era perfecta y sin error alguno, cada trazo era una obra de arte y un deleite tanto para Hiruzen como para Danzō. Medio sello de carnero y enviar su Chakra a la tinta fue suficiente como para marcar de por vida el sello en el cuero del guante, dicho sello fue cubierto por una placa de metal a medida del dorso de la mano, la cual se unió al cuerpo por obra de un sello complementario dentro de la matriz todo duro unos pocos minutos para su finalización con un Kunai, Naruto grabó en la placa "M4K1" —Con ustedes, un prototipo que diseñé, con ayuda de Danzō sensei— informó Naruto un tono casual.
Hiruzen asintió y los tres salieron para ver el funcionamiento del guante.
Danzō asintió a Naruto y creo un clon de sombras. Clon que bajo la mirada de Hiruzen, se lanzó contra Naruto con un puñetazo a gran velocidad. El rubio con total tranquilidad, rozó suavemente el brazo del clon con su guante y con un chasquido liberó una pequeña onda de choque desde el propio guante, provocando que el clon se deshiciera —Abosrción, almacenamiento y liberación de fuerza sintética… aún es un prototipo pero, si me permite usarlo, viejo, le aseguro que la versión final me llevara a tomar su sombrero— declaró el rubio con una sonrisa socarrona y una mirada llena de determinación…

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