Capítulo 3

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Naruto miró con picardía y malicia su invento a las apuradas. No sabía cuando vendría a presentarse su Sensei y el hecho de hacerles esperar unas horas no era de su honesto agrado. Danzō le hizo valorar y apreciar el término "puntual", por lo que, era lo mínimo que podría esperar del supuesto ninja élite de la propia élite de su aldea.
Sabía bien quién era Kakashi, por palabra de Danzō y permiso del tercer Hokage, se le había informado quién sería su maestro y, honestamente, esperaba que fuese puntual, que los rumores solo fuesen eso, rumores.

¡Pero su impuntualidad legendaria ahora brillaba como el latón recién pulido de sus autómatas, engranajes y piezas!.
Mierda, el hombre se había tardado casi cuatro horas, ¿Un rapidín con su pareja quizás?. ¡Ya lo tenía! Seguro una misión super secreta y… realmente quería buscar una excusa para la tardanza de su Sensei… pero la broma que le iba a hacer, nada la iba a omitir.

Y mientras Naruto terminaba de hacer su travesura, ella le miró atentamente —El te gusta, ¿Verdad?— afirmó Sasuke, cansado realmente del silencio.
Ella se sobresalto y con sus ojos cuales perlas, fulminó a Sasuke, mostrando una faceta que el Uchiha jamás pensó ver en la suave Hyuga. Ella le silencio con un gesto, preocupada que Naruto haya escuchado aunque… era evidentemente imposible eso, dado que el rubio estaba ensimismado.

Viendo que era segura hablar, ella suspiró y habló —El… es simplemente— no supo que decir. Sentía tantas cosas y era tan introvertida que no podía simplemente.

Sasuke miró a Naruto y sonrió de lado —Su nueva faceta me gusta más que la anterior, me resulta incluso agradable— comentó Sasuke de manera enigmática —Y si antes el te gustaba, puedo afirmar que, ahora lo hace mucho más— dedujo el azabache y vió como el sonrojo de Hinata subía por su cara lentamente, ciertamente dándole la razón.

Naruto, aún ensimismado, se sentó cerca de ellos y sacó de su guante izquierdo sus suministros de Fuinjutsu, captando la atención de ambos.
Sacó las gafas de que estaban sobre la visera de su gorra y antes de que siquiera pudiera empezar su nueva idea, la puerta se abrió y el circuito de sellos de activo lanzando un chorro de tinta a presión directo a Kakashi, el cual lo esquivó sin siquiera molestarse en ver —Mi opinión sobre ustedes… es que son una bola de raritos— fueron las palabras claras, consisas y sin filtro alguno sobre sus nuevos alumnos.
¿¡A quién le llamaba rarito ese cíclope con pelo que viola toda ley de la gravedad conocida!?. —Vengan a la azotea, los estaré esperando— indicó casualmente y desapareció en un montón de hojas y viento.

El instinto de Naruto actuó y su mirada se llenó de cautela —¿No creen que debió haber puesto trampas en el camino?— dijo el rubio con calma mientras caminaba hacia la ventana y miraba con cuidado.

Sasuke sopesó la situación, la tardanza y el hecho de que Kakashi, un ninja muy reconocido por su poder y habilidades, sería su maestro. Tal vez no estaba mal la sospecha de su compañero rubio. Hinata activó su Byakugan y tras un breve chequeó no tuvo más opciones que suspirar —De hecho… Naruto tiene razón— forzó a un lado su timidez y con determinación en sus brillantes ojos como perlas, decidió compartir su idea —¿Ustedes saben caminar por las paredes con Chakra?— preguntó.

Sasuke la miró como si tuviera dos cabezas, en cambio Naruto le sonrió de manera socarrona —Danzō me enseñó todo método de controlar mi Chakra antes de siquiera enseñarme las bases del Fuinjutsu, ¡Evidentemente que lo sé!— se jacto con una risa forzada que genuinamente, hizo reir a Hinata y a Sasuke.

El azabache se levantó y dejando de lado su orgullo, pues, debía admitir que sus compañeros estaban a tiro, decidió pedir ayuda por una vez en su vida —Voy a necesitar que me ayuden a— Naruto en un rápido movimiento se lo cargó al hombro tras saltar por la ventana y pegarse a la pared, corrió hasta llegar a la azotea —¡PRIMERO AVISA ANTES DE HACER ALGO!— reprendió Sasuke antes de percatarse que ya estaba sentado en un escalón y prácticamente no sintió nada de caída. Miró el guante derecho de Naruto cuya placa de metal brillaba intensamente y supuso que tenía algo que ver.
Naruto por su parte también estaba sentada, dejando un espacio entre ambos, espacio que Hinata no tardó en ocupar.

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⏰ Última actualización: Sep 27 ⏰

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