Prólogo

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Fue en la era de los clanes en guerra, cuando no habían aldeas y todo era un caos, que en un espiral descendente de sangre y muerte, allí en lo más profundo y lejano del abismo, nació una bella flor roja, de engranajes y tinta, con sus bellos pétalos de cobre y sus tallo dorado de latón…

Fue en medio del Caos que las melenas rojas encontraron su paz, alejados de todo, lograron erigir una metrópoli muy avanzada para su época.

Pero esa bella flor de engranajes y tinta fue cruelmente aplastada una vez que las aldeas se fundaron y las verdaderas guerras a gran escala empezaron.

Y fue en la hoja, dónde los últimos de ellos vivieron sus vidas para dejar una pequeña brasa ardiente que más tarde los haría regresar de entre las cenizas.

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