Capítulo 2

16 1 0
                                    

Colgó su banda ninja en su cuello y miró la gorra que se le fue otorgada como especialista en Fuinjutsu Uzumaki.
Una gorra negra de estilo militar con gafas de metal de cristal polarizado.
Se puso la gorra y acomodó las gafas sobre la visera, puesto que aún no planeaba usarlas… no sin los sellos que se le habían ocurrido en ese preciso instante.
Se puso el prototipo en la mano derecha y un guante con sello de almacenamiento mejorado en la izquierda. Guardó todo lo necesario allí y se puso una versión de combate del conjunto elegante que comenzó a usar al mudarse al viejo complejo Uzumaki.
Pantalones cargo verde oscuro, remera sin mangas negra y gabardina verde oscuro.

Sus ojos azules recorrieron toda su habitación hasta llegar a ver el reloj de la mesa de luz, cuatro y media de la mañana fue lo que el reloj marcó. Salió de su habitación y caminó por el pasillo hasta el comedor donde su sirviente autómata ya le había preparado un desayuno que si bien no era ramen, le resultaba delicioso.
Pan tostado con café y mermelada de damasco, reconfortante delicia matutina previa a ser asignado a su equipo el día de hoy.
No lo iba a negar, realmente se encontraba ansioso y no podía esperar a ver como todos reaccionarían ante el hecho de haberse graduado de la academia, aunque no de una forma que le gustará realmente…

Sintió como todo se volvía negro y miró a los ojos divertidos de la bestia dentro de el. No tardó en entender que, nuevamente, murió al disipar los clones que dejó trabajando toda la noche en averigüar todas las posibilidades que tenía para mejorar el prototipo "M4K1".
—El hecho de que te dé gracia que muera de una manera tan absurda, no lo hace más llevadero para mí— afirmó el rubio con desdén y un bufido ante la risa indiscriminada del zorro de nueve colas.

¡JAJAJAJA! Pero ver como tú conciencia se sacude de dolor en miseria absoluta es, ¡ES ESPLÉNDIDO!— se mofó Kyūbi, azotando el piso mientras reía a carcajadas.

Naruto negó con la cabeza y una pequeña sonrisa —No comprendo ni de lejos tu sentido del humor, pero gracias por revivir mi cuerpo cada que mi cerebro… ¿Explota?— lo último lo dijo con una morbosa curiosidad sobre los resultados de sobrecargar su cerebro con tanta información —De todas formas, gracias, Kyūbi— le agradeció formalmente y se dió la vuelta.

El zorro dejo de reír y suspiró —Lo que me digas, mocoso, solo haz que sea más entretenido que con tu madre y tu parienta Mito— pidió con desdén el zorro.

Naruto negó —No prometo nada, bola de pelos— dijo mientras se desvanecía y regresaba a la realidad donde solo paso una décima de segundo.
En un movimiento rápido se paró, se inclinó y de su nariz salió una cantidad ingente de sangre, producto de que su cerebro fuera sobrecargado por la información de los clones de sombras. Incluso le salió un poco por los ojos y oídos ésta vez, pero nada que Kyūbi no solucionará —¡Tón!— llamó a su sirviente autómata.
Una especie de robot de latón ligeramente oxidado por fuera, de apariencia bastante humana en figura, sumado a su chistoso sombrero de copa, le daban un toque único que lo diferenció de los demás autómatas del recinto.

¿Qué le dije de disipar los clones dentro de la casa, amo Uzumaki?— regañó el autómata con un tono de voz metálico, programado hace no mucho por el propio Naruto.
Le entregó un pañuelo al rubio para que se limpiará la sangre.

El rubio finalmente asimiló toda la información mientras se limpiaba la sangre y sonrió. De un trago se tomó su café y comió las tostadas con mermelada, leyó un libro de física avanzada mientras se hizo la hora y salió del recinto rumbo a la academia. ¿Qué le depararía el día de hoy?.
No tardó en llegar dada la cercanía entre el recinto Uzumaki y la academia, siendo que de hecho, llegó primero.
Sacó sus suministros de Fuinjutsu junto con sus anotaciones y un selecto grupo de engranajes, piezas y erramientas.
Las personas no tardaron en llegar y apreciar el extraño espectáculo frente a ellos.

Naruto, ensimismado y con toda su atención generalmente dispersa, ahora centrada en su creación, no tardó en crear lo que pudo definir como un "Condensador mecánico manual de Chakra". Una pequeña cajita con engranajes y Fuinjutsu, modificados para coincidir y formar un sello de condensado distinto por cada giro. En el exterior, tenía un sello para suministrar Chakra a todo el mecanismo y una salida para anclarla al Fuinjutsu de otro de sus planos.
—Normalmente preguntaría que haces aquí, pero viendo tu banda ninja, mi pregunta cambia a un "¿Qué hacés, Naruto?"— habló Shikamaru, sentado a su lado con una mirada entre pereza absoluta y curiosidad.

El rubio se volteó a verlo y sonrió —La piedra angular de un nuevo prototipo más… mecanizado— sus palabras enigmáticas captaron la atención de los, aún pocos, ingresados al aula. ¿Prototipo mecanizado?.
Shikamaru, ahora enderezado y prestando su oído, asintió en señal de estar atento —El Fuinjutsu de mi clan, el Clan Uzumaki, fue punta tecnológica desde la era de la guerra de clanes, según el viejo— dijo mientras mostraba el condensador mecánico manual e ilustraba su funcionamiento. Suministrando Chakra y haciendo que el propio Condensador emitiera un rayo inofensivo, por suerte, aunque también se aseguró de que estuviera en un grado de condensación bajo.

Shikamaru asintió —¿Y cuál es éste prototipo más mecanizado del que hablas?— llegó la voz un intrigado Choji, al lado de Shikamaru.

Naruto sonrió y señaló su plano —Arma de largo alcancé, cañón de mano "D34D"— dijo un tanto jactandosé de su primer plano propio —Aunque aún no se me ha ocurrido nada para cambiar rápido el nivel de condensado…— añadió a las perdidas sumergiéndose de nuevo en sus pensamientos.
Necesitaba en un acople discreto y sutil para el cañón de mano. Dado que a petición del propio Danzō, había desarrollado éstos planos. Tal vez un mecanismo de palanca sería la solución, dependiente de un movimiento sutil de muñeca…

—¡Equipo 7: Sasuke Uchiha, Uzumaki Naruto y Hyuga Hinata!— anunció Iruka.

Naruto alzó una ceja y miró a Sasuke quien le devolvió la mirada, luego miró a Hinata, quien curiosamente le estaba mirando. Rápidamente ella volteó su mirada y se sonrojó.
Naruto asintió nuevamente… éste equipo tal vez tendría potencial.

El arte del Fuinjutsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora