Capítulo 1

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El estudio de grabación estaba en silencio, pero no era un silencio incómodo, sino uno lleno de concentración. Las notas de la nueva canción de Dreamcatcher se iban afinando en los oídos de todos, mezclándose con el suave zumbido de los equipos de sonido. Las chicas estaban esparcidas por la sala, en sus propios mundos, ajustando letras, tonadas, y pequeños detalles que transformaban lo bueno en perfecto.

Jiu se encontraba cerca de la mesa de mezclas, con su pelo oscuro cayendo en suaves ondas sobre sus hombros. Movía los dedos delicadamente sobre las pantallas, revisando las grabaciones mientras su mirada saltaba de la consola a las hojas de notas a su lado. Cada movimiento suyo, suave y controlado, transmitía una elegancia natural. Desde la esquina del estudio, alguien la observaba.

Yoohyeon, sentada en el sofá junto a Dami, no podía evitar que sus ojos vagaran hacia ella cada pocos segundos. Jiu tenía esa habilidad de hacer que todo alrededor pareciera más intenso sin siquiera intentarlo. El modo en que movía la cabeza ligeramente al ritmo de la música o cómo fruncía el ceño cada vez que escuchaba un detalle que no le convencía... todo eso la atraía de manera irremediable.

Yoohyeon jugaba distraídamente con un mechón de su cabello corto, casi sin darse cuenta de que sus dedos estaban nerviosos, enredando y desenredando el mechón con un ritmo irregular.

"Namu," la voz tranquila de Dami rompió el hilo de sus pensamientos, "¿todo bien?" La más joven la miraba con una mezcla de curiosidad y un toque de diversión en sus ojos.

Yoohyeon asintió, rápidamente, intentando disimular su distracción. "Sí, solo... pensando en la canción." Aunque su voz sonaba firme, su mente estaba en otro lugar, o más bien, en otra persona.

Dami pareció aceptar la respuesta y volvió a revisar algo en su teléfono, mientras Yoohyeon, aún perdida en sus propios pensamientos, permitió que su mirada volviera a deslizarse hacia Jiu. Esta vez, sin embargo, no estaba sola. Siyeon había comenzado a hablar con ella, mostrándole algunas ideas para la melodía. Jiu, siempre paciente, asentía con una ligera sonrisa en sus labios, pero de vez en cuando sus ojos oscuros se desviaban hacia Yoohyeon, como si la estuviera buscando sin quererlo.

Cuando sus miradas finalmente se encontraron, fue como si el tiempo se ralentizara por un breve segundo. El aire en la habitación pareció volverse más denso, más cargado de algo que ninguna de las dos nombraría. Yoohyeon sostuvo su mirada por un momento, antes de desviar los ojos con una leve sonrisa, sintiendo cómo su pecho se tensaba. Era un juego que jugaban sin palabras. Un juego peligroso, pero delicioso.

Jiu inclinó la cabeza ligeramente, manteniendo su expresión profesional, pero Yoohyeon no pudo evitar notar el brillo juguetón que se escondía en su mirada. Minji —como solo ella la llamaba en esos momentos privados— tenía ese poder, hacer que lo más simple pareciera lleno de significado, de intenciones no dichas. Y Yoohyeon lo sentía, lo notaba en cada sutil gesto, en cada sonrisa a medias que Jiu le regalaba cuando creía que nadie más estaba mirando.

"Minji, ¿estás lista para la siguiente toma?" La voz de Siyeon interrumpió el momento, llevándolas de nuevo al presente.

Jiu asintió, sacudiendo ligeramente su melena negra. "Sí, claro." Tomó su botella de agua y, de una manera tan casual que nadie lo notó, sus dedos rozaron brevemente los de Yoohyeon al pasar. Un toque apenas perceptible, pero que hizo que el estómago de Yoohyeon se encogiera. No era mucho, pero ese pequeño gesto era suficiente para encender algo en su interior, algo que ambas compartían pero que nunca mencionaban abiertamente.

Las chicas terminaron de grabar esa sección en cuestión de minutos. La concentración volvía a llenar la sala mientras cada una aportaba su parte al proyecto. El talento fluía de manera natural entre ellas, y aunque el trabajo era duro, había una sincronía que lo hacía llevadero.

"¡Ya es hora de un descanso!" GaHyun se levantó del sofá de un salto, estirándose exageradamente. "Estoy hambrienta. ¿Comemos?"

Handong rió, siguiendo el impulso de la más joven. "No te cansas de pensar en comida, ¿verdad?" GaHyun le sacó la lengua en respuesta, mientras el grupo comenzaba a animarse con la idea de salir a buscar algo.

En medio del bullicio, Jiu se deslizó de nuevo junto a Yoohyeon, de manera casi imperceptible para las demás. Mientras el resto discutía animadamente sobre qué lugar elegir, las dos chicas se quedaron ligeramente rezagadas. Las palabras entre ellas no eran necesarias, porque el ambiente lo decía todo.

"Yo también estoy hambrienta..." Jiu susurró, lo suficientemente bajo como para que solo Yoohyeon pudiera oírla.

La más alta parpadeó, sabiendo que el tono juguetón en su voz no se refería precisamente a comida. "¿Ah sí?" replicó en un susurro, una sonrisa de complicidad apareciendo en sus labios. "¿Y qué es lo que te apetece?"

Jiu la miró de reojo, sin responder de inmediato. En cambio, se inclinó un poco más cerca, su aliento cálido rozando apenas el oído de Yoohyeon. "Algo... especial."

Antes de que pudiera reaccionar, Jiu ya se había apartado, caminando hacia la salida con una naturalidad que disimulaba por completo la intensidad del momento. Yoohyeon se quedó congelada en su lugar, sintiendo cómo la temperatura de su cuerpo subía ligeramente, deseando, por un instante, que el resto de las chicas no estuvieran allí para interrumpir lo que claramente quedaba sin decir.

"¡Vamos, chicas!" —la voz de Siyeon las sacó del trance—. "¿Van a quedarse aquí o qué?"

"Ya vamos..." Jiu contestó despreocupada, pero antes de salir del todo, volvió a lanzar una mirada fugaz a Yoohyeon, una sonrisa apenas visible en la comisura de sus labios.

Cuando las otras chicas finalmente salieron del estudio, Jiu no se movió de inmediato. En lugar de seguirlas al exterior, giró lentamente, encontrando de nuevo la mirada de Yoohyeon. Esta vez, no hubo palabras. Solo la distancia entre ellas, que parecía hacerse más corta con cada respiración.

Yoohyeon, consciente de que estaban solas, dio un paso hacia ella, pero antes de que pudiera acercarse del todo, Jiu se inclinó hacia el borde de la mesa de mezclas, sus dedos rozando la superficie de madera con una calma intencionada.

"¿Sabes?" dijo Jiu con voz baja, "he estado pensando... podríamos escribir algo juntas." Sus palabras eran suaves, casi como un susurro, pero la promesa que se escondía tras ellas era clara. "Algo especial, solo para nosotras."

Yoohyeon tragó saliva, sintiendo cómo el ritmo de su corazón se aceleraba sin poder evitarlo. Minji estaba jugando con fuego, y ambas lo sabían. Se acercó lentamente, hasta que la distancia entre sus cuerpos fue casi inexistente. "¿Y cómo se supone que debería sonar esa canción?" preguntó Yoohyeon, su voz suave pero cargada de significado.

Jiu la miró directamente a los ojos, con una sonrisa que era todo menos inocente. "Podríamos llamarla... 2 Rings."


2 RingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora