La noche había caído sobre Seúl, envolviendo la ciudad en un manto de luces parpadeantes y sombras profundas. Desde la ventana del apartamento de Jiu, las calles parecían lejanas, casi irreales. Dentro, el ambiente era cálido, íntimo, cargado de una electricidad que ninguna de las dos se molestaba en ignorar.
Yoohyeon estaba sentada en el suelo, con la espalda recargada contra el borde de la cama, mientras observaba a Jiu caminar por la habitación. El cabello oscuro de la mayor se movía con cada paso, y sus manos, esas manos que Yoohyeon no podía dejar de admirar, jugaban con el bolígrafo entre sus dedos. Minji —su Minji— tenía una forma particular de moverse, con esa calma aparente que escondía algo más profundo, algo que solo Yoohyeon podía ver.
Sobre la pequeña mesa frente a ellas había hojas esparcidas, frases inacabadas y pequeños garabatos, restos de su intento por escribir juntas. Habían estado trabajando en 2 Rings durante las últimas horas, pero el progreso era lento, en parte por las interrupciones naturales de su cercanía. Cada vez que se miraban, el mundo alrededor desaparecía, y la tensión, esa que habían mantenido bajo la superficie durante el día, comenzaba a escapar de sus escondites.
Jiu se detuvo frente a Yoohyeon, mirando las hojas esparcidas. "Aún no hemos terminado esta parte..." murmuró, aunque su voz tenía un tono más suave de lo habitual, casi un susurro cargado de intenciones ocultas.
Yoohyeon la observó con una leve sonrisa, alzando una ceja. "Quizá es porque estamos distrayéndonos demasiado, Tokki..."
"¿Distrayéndonos?" Jiu inclinó la cabeza, con una sonrisa juguetona que Yoohyeon conocía demasiado bien. "¿Quién está distraído aquí?"
Yoohyeon rió suavemente, pero antes de que pudiera responder, Jiu se dejó caer junto a ella en el suelo, con las piernas cruzadas, muy cerca, lo suficiente para que sus rodillas se rozaran apenas. Un gesto sutil, pero suficiente para que la respiración de Yoohyeon se volviera más pesada. Jiu dejó el bolígrafo a un lado, y sus manos, tan delicadas como siempre, se movieron lentamente hacia una de las hojas en blanco.
"Escucha esto..." dijo mientras sus dedos trazaban suavemente una línea sobre el papel, como si ya pudiera ver las palabras que aún no había escrito. "Full throttle to the spot, ride. Harder, deeper, faster, drive."
Yoohyeon la observó, pero la manera en que Jiu pronunciaba esas palabras, tan lenta y deliberadamente, no tenía nada que ver con la música. El ritmo de su voz no seguía ningún compás, y la mirada oscura que le dirigía, tampoco era la de alguien concentrado en la letra de una canción.
Jiu dejó la hoja a un lado, girándose hacia Yoohyeon. "¿Qué te parece?"
Yoohyeon tragó saliva, intentando controlar su respiración. "Suena... intenso." No había mejor forma de describir lo que sentía. Cada palabra parecía una promesa, una invitación a algo más que una simple colaboración musical.
Jiu sonrió de manera ladeada. Esa sonrisa suya, llena de secretos, era capaz de desarmar a Yoohyeon en segundos. Antes de que pudiera responder, Jiu se inclinó hacia ella, acercándose más, apenas unos centímetros de distancia. Sus ojos recorrieron el rostro de Yoohyeon lentamente, deteniéndose en sus labios, esos labios ligeramente entreabiertos que tanto la atraían.
"Minji..." murmuró Yoohyeon, pero su voz era apenas un susurro.
"¿Qué pasa, Namu?" La respuesta de Jiu fue casi inaudible, pero estaba tan cerca que Yoohyeon podía sentir el calor de su aliento rozar su piel. El ambiente estaba cargado, y lo sabían. Ambas sabían que, desde el momento en que cruzaron esa puerta, no habían estado escribiendo una canción, sino jugando un juego que ellas mismas habían creado.
Jiu fue la primera en moverse. Lenta y deliberadamente, llevó una mano al cuello de Yoohyeon, dejando que sus dedos largos y delicados rozaran la piel sensible de la más joven. El toque, aunque sutil, envió un escalofrío por la columna de Yoohyeon, haciéndola cerrar los ojos brevemente. Sabía lo que venía, pero el deseo de detenerlo era inexistente.
"¿Te gusta esta parte?" preguntó Jiu, dejando que sus dedos se deslizaran lentamente hacia el hueco entre el cuello y el hombro de Yoohyeon, trazando suaves círculos con la yema de sus dedos.
Yoohyeon respiró hondo, abriendo los ojos para encontrar la mirada de Jiu fija en ella, oscura, intensa. "Me encanta..." respondió en un susurro.
Sin decir más, Jiu tomó suavemente a Yoohyeon por la cintura, guiándola hacia su regazo. A horcajadas, las piernas de Yoohyeon se ajustaron instintivamente alrededor de ella, y las manos de Jiu se deslizaron por la espalda de la más alta, trazando líneas invisibles sobre su piel a través de la tela de su camiseta.
Los ojos de Yoohyeon se oscurecieron aún más, su respiración volviéndose más irregular. Cada pequeño toque de Jiu la encendía de una manera que no podía explicar, como si cada caricia tuviera un propósito oculto, como si estuvieran construyendo algo más que una canción.
"Harder, deeper, faster, drive..." Jiu susurró de nuevo, pero esta vez, sus palabras no eran solo una frase de la canción. Se movió hacia adelante, cerrando la distancia entre ellas hasta que sus labios rozaron los de Yoohyeon, un contacto tan leve que casi parecía un sueño.
Yoohyeon suspiró contra sus labios, la sensación era abrumadora. La cercanía de Jiu, el calor de su cuerpo bajo el suyo, sus manos que exploraban su espalda con esa seguridad que la volvía loca... todo hacía que su mente se nublara de deseo. Sabía que Jiu disfrutaba de esto, de ver cómo perdía el control tan fácilmente bajo su toque.
"Minji..." susurró Yoohyeon, su voz cargada de necesidad.
Jiu sonrió contra sus labios antes de cerrar la distancia por completo, besándola con una intensidad que hacía que todo lo demás desapareciera. El beso era profundo, apasionado, pero con una suavidad que reflejaba lo que sentían la una por la otra. Las manos de Yoohyeon, temblorosas, se aferraron a los hombros de Jiu, mientras esta la atraía más cerca, intensificando el beso, explorando cada rincón de su boca con una habilidad que hacía que Yoohyeon perdiera cualquier rastro de cordura.
Las manos de Jiu descendieron por la espalda de Yoohyeon, bajando lentamente hasta su cintura. Con un solo movimiento, la acercó más a su cuerpo, hasta que no quedó espacio entre ellas. El contacto piel con piel, incluso a través de la ropa, era suficiente para que Yoohyeon soltara un pequeño gemido contra los labios de Jiu.
Ese sonido, tan dulce y vulnerable, fue todo lo que Jiu necesitó. Se separó apenas un milímetro, lo justo para susurrar contra sus labios, "Eres mía."
Yoohyeon, con las mejillas enrojecidas y los labios hinchados, asintió, incapaz de decir algo más. Su cuerpo temblaba ligeramente por el deseo acumulado, pero también por el amor que sentía por Jiu, por Minji, por esa mujer que siempre sabía cómo hacerla sentir viva.
La habitación parecía haberse cerrado alrededor de ellas, la luz tenue creando sombras danzantes en las paredes, mientras las manos de Jiu seguían explorando cada rincón de Yoohyeon, con una mezcla perfecta de dulzura y pasión. Cada caricia, cada susurro, cada mirada...
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2 Rings
Lãng mạnSer una idol significa vivir bajo la mirada de millones de ojos, donde cada gesto es observado, cada palabra analizada y cada emoción escondida. Para Jiu y Yoohyeon, integrantes del grupo Dreamcatcher, mantener una relación secreta es una carrera pe...