Después de aquella impactante revelación, me quedé inmóvil mirando a mi padre. ¿Cómo podían saber algo sobre mi pasado que ni siquiera yo recordaba por completo? La idea me revolvía el estómago, pero, como siempre, papá parecía tener una respuesta para todo, aunque esta vez noté algo diferente en sus ojos. Tal vez era miedo, o una duda que raras veces mostraba.
—Papá... —comencé, pero él levantó la mano, interrumpiéndome suavemente.
—Hablaremos de eso más tarde, pulga.
Después de que papá se fue a lidiar con los asuntos de S.H.I.E.L.D., me quedé en la nave, sola, siguiendo sus instrucciones de "obedecer lo que te digan". Pero, siendo una Stark, eso nunca había sido algo que se me diera bien. La curiosidad siempre me superaba, y esta vez no fue la excepción.
Aproveché el momento de distracción de los guardias y me escabullí hacia una de las áreas restringidas. Sabía que estaba rompiendo las reglas, pero algo en mi interior me impulsaba a seguir adelante. Mientras caminaba por los pasillos, me encontré con Natasha Romanoff, quien me observaba con esa mirada astuta, como si supiera exactamente lo que estaba haciendo.
—¿No deberías estar en otro lado, Valerie? —me dijo con una sonrisa ligera pero desafiante.
Intenté fingir inocencia, pero mi mirada se desvió hacia la tarjeta de acceso que colgaba del cinturón de Natasha. Perfecto.
—Solo estoy explorando un poco —respondí con una sonrisa, mientras discretamente, con la destreza que había aprendido en mis clases de artes marciales, deslizaba la tarjeta de acceso de su cinturón.
Natasha levantó una ceja, pero no pareció sospechar de mi acción. Me guiñó un ojo y siguió su camino, dejándome sola en el pasillo. Respiré aliviada mientras observaba la tarjeta en mi mano. Era el momento de descubrir qué estaba pasando realmente.
Caminé rápidamente hasta una puerta que había visto antes, la sala donde habían encerrado a Loki, el dios asgardiano del engaño. Nadie me había dicho específicamente que no debía entrar, pero sabía que papá me mataría si se enteraba. Sin embargo, eso no me detendría. Tenía que saber más.
Al llegar a la puerta, deslicé la tarjeta de acceso y la puerta se abrió con un suave zumbido. Dentro, Loki estaba en una especie de jaula de cristal, con una expresión que mezclaba arrogancia y aburrimiento. Sus ojos verdes se posaron en mí casi de inmediato, como si hubiera estado esperando mi llegada.
—Ah... una visitante inesperada —dijo con una sonrisa oscura, inclinando ligeramente la cabeza—. Y una Stark, nada menos.
Me acerqué lentamente, sin saber realmente qué esperar. Había algo en él que me atraía, pero al mismo tiempo me llenaba de una inquietud que no podía explicar.
—¿Por qué lo haces? —pregunté, sorprendiéndome a mí misma con lo directa que sonaba. No estaba segura de qué era lo que realmente quería saber: ¿por qué quería destruir la Tierra? ¿Por qué había hechizado a tanta gente? ¿O por qué había algo en él que me resultaba... familiar?
Loki dio un paso hacia el cristal que lo separaba de mí, y aunque estaba encerrado, no pude evitar sentir una extraña conexión con él. Extendí mi mano hacia la barrera de cristal, casi por instinto, y él hizo lo mismo, colocándola justo frente a la mía, como si hubiera leído mis pensamientos.
El momento en que nuestras manos se alinearon a través del cristal, sentí algo. No era solo un toque físico, sino algo más profundo. De repente, fue como si mi mente se abriera, y una serie de imágenes inundaron mi cabeza. Imágenes de un joven Loki, creciendo a la sombra de su hermano Thor, siempre sintiéndose como el segundo. El dolor de descubrir su verdadero origen como un Jotun, su desesperación por ser amado y aceptado. Su constante lucha por demostrar su valor, aunque eso significara causar caos.
Estaba viendo su pasado. Sentía su confusión, su ira, pero también su tristeza, una tristeza profunda que lo consumía. No entendía cómo podía estar ocurriendo, pero de alguna manera, estaba dentro de su mente, leyendo sus emociones como si fueran las mías.
Loki, al otro lado del cristal, pareció notarlo. Su sonrisa desapareció y fue reemplazada por una expresión de sorpresa, incluso de vulnerabilidad. Se acercó un poco más, sus ojos observándome con una mezcla de curiosidad y temor.
—¿Qué... qué eres tú? —susurró, casi como si estuviera hablando para sí mismo.
No sabía qué responder. Yo tampoco entendía lo que estaba pasando. Solo sabía que por primera vez, alguien tan temido como Loki me parecía... humano.
—No sé qué soy —respondí honestamente, retirando lentamente mi mano del cristal.
Loki retrocedió, apartando la mirada por un segundo, como si lo que acababa de ocurrir lo hubiera sacudido más de lo que quería admitir. Pero entonces, como si recordara algo, se tensó. La sala comenzó a vibrar ligeramente, y las luces parpadearon. Había una tensión en el aire, algo oscuro que se aproximaba.
Loki miró a su alrededor, alarmado.
—Debes irte —dijo bruscamente, su voz más apremiante de lo que había sido antes—. No es seguro aquí. Algo está ocurriendo... algo que no puedo controlar.
Yo lo miré, confundida. ¿Qué podría ser tan peligroso que incluso él, el dios del engaño, temiera? Pero supe, por la urgencia en su tono, que no estaba mintiendo. Por primera vez, Loki parecía genuinamente preocupado... por mí.
Sentí una punzada de empatía por él, algo que no había experimentado en mucho tiempo. A pesar de todo lo que había hecho, había algo en Loki que me recordaba a mí misma: alguien que no encajaba del todo, alguien que llevaba una carga que otros no entendían.
—Por favor, vete —repitió, sus ojos encontrándose con los míos una última vez.
Asentí lentamente, dándole una última mirada antes de darme la vuelta y salir de la habitación. Mientras caminaba de regreso por el pasillo, no podía quitarme de la cabeza lo que acababa de suceder. Lo que había visto en la mente de Loki, lo que había sentido.
¿Qué me estaba pasando?
Sabía que la conversación con mi padre tendría que esperar. Porque ahora, había una nueva pregunta en mi mente: ¿Quién era yo realmente?
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Te amo por mil ( Peter Parker y T/N)
FanfictionValeria Stark , la hija adoptiva de el famoso Tony Stark , tras haber sido abandonada en unas de las viviendas Stark este decide adoptarla como si fuera su hija biológica, lo que Tony no sabia es que esta niña tenía un secreto. Que a través de los a...