Félix y Karina no solían ser unidos, a pesar de ser gemelos. Aunque un día eso cambiará cuando Karina le pida de rodillas.
- Necesito que finjas ser yo, solo por hoy.
- ¿Qué?
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Hyunjin alfa, Felix omega
Historia con interacción y fot...
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Félix descansaba su cuerpo sobre el asiento del deportivo rojo, mientras Hyunjin conducía. No habían hablado mucho durante el trayecto, y Félix estaba seguro de que eso se debía a su conversación de hace tan solo unos minutos.
Dejó escapar un pequeño suspiro al mismo tiempo que los grandes y fríos dedos de Hyunjin se posaron sobre su muslo. — Podríamos quedarnos en otra parte — dijo Hyunjin con voz ronca.
Después de que su madre lo echara de casa, la señora Hwang le había pedido que se quedara con ella mientras las cosas con su madre se arreglaban. Félix aceptó; después de todo, amaba a la familia de Hyunjin desde que eran pequeños. Y, por mucho que le hubiera gustado quedarse a solas con Hyunjin en una habitación, no podía negarse a lo que la señora Hwang le había pedido.
— Estoy bien con quedarme en tu casa — respondió Félix, subiendo sus piernas a la guantera del auto. Hyunjin lo siguió con la mirada.
Después de un rato, la noche llegó rápidamente, y el auto se estacionó en la entrada de la enorme mansión. Félix bajó sintiendo su cuerpo temblar; Hyunjin le guiñó un ojo mientras bajaba las maletas.
Al entrar, Félix pasó su mirada por el lugar hasta notar a la señora Hwang que lo esperaba en la cocina. — Lix, ven aquí — dijo la mujer, y Félix le sonrió de oreja a oreja.
