Entre hilos, y emociones - mini km au.

•10•

— ¿Jimin? ¿Estás ahí? —preguntó Jungkook, sin tener una respuesta de vuelta—. ¿Jiminie?

— A-aquí estoy...

— Jimin te prometo que yo jamás quise dejarte solo. Nunca podría separarme de tu lado, o incluso, romper o hablar mal de algo que tú hiciste con tus propias manitos. Lo amé, lo amé mucho... Me dolió tanto tu indiferencia, me carcomió la soledad que me dejaste.

— Hyung...

— Hablo en serio, Jiminie.

— Cuando te hablé... Me habló tu amiga... Y decidí que ya nada más. No quería estar en un lugar donde... Donde te gustaba alguien, y no era recíproco.

Jimin mordió su labio inferior con nerviosismo, y esperó a que Jungkook hablara desde la otra línea. Indirectamente se había confesado, y eso le provocaba todo tipo de emociones que no podía explicar. Su corazón comenzó a sudar con una rapidez increíble; Jimin rogaba que no se escucharan sus desesperados latidos al otro lado de la línea.

— ¿Jiminie?

— ¿S-si?

— ¿Mañana podemos vernos?

— ¿Mañana?

— Claro... —suspiró Jungkook—. Solo si quieres, obvio.

— Si. Si quiero verte... Yo también te extrañé.

— ¿De verdad?

Claro que sí.

— De verdad...

Al confirmarle que su corazón lloraba ante su ausencia, entre la llamada se creo un silencio /no/ incómodo que Jungkook rápidamente rompió.

— Para que quede claro... —dijo, y luego carraspeó—. Yo amé tu regalo. Nadie puede decir lo contrario. Nadie, ni mis amigos... ¿De acuerdo Jiminie?

— E-está bien. Entonces...

— ¿Entonces?

— Tu amiga me mintió... Me hizo saber que si fue así. Ten cuidado con tus amistades hyungie —dijo con temor—. No sé por qué tuvo que mentir. Si no lo hubiera hecho...

— Estaría a tu lado ahora —interrumpió Jungkook—. Hablaré con ella. No te preocupes, ¿si?

— Bien...

— Mañana te esperaré a la salida. ¿Te parece a las seis en punto?

— Sí... Luego ya se oscurece un poco y no quiero caminar solo.

— Te llevaré. Lo prometo. Solo quiero verte.

Yo también...

— Nos vemos mañana hyung... Descansa.

— Igual tú, Jiminie.