Gyuki
-Gyuki, he estado viendo a un chico por la zona- miré a Bee con detenimiento.
-No te le acerques, Bee.
-Pero..., no creo que el merezca estar alejado de su aldea. Sé lo difícil que es esa situación, Gyuki. Por favor- suplico Bee.
Suspire con cansancio, ya estaba teniendo suficientes problemas por mantener seguro a Bee y ahora esto. Dejé los papeles que estaba leyendo sobre la pequeña mesa que estaba a un lado del diván en el que me encontraba. Kurama se había asegurado que cada uno de nosotros tuviera una cabaña propia. Alcé la mirada a Bee, quien había dejado de lado la minuciosa inspección que había estado haciendo sobre las llamas que crepitaban con intensa alegría en la chimenea.
-¿Es esto necesario, Bee?- dije pausadamente.
-Gyuki, por favor- suspiré de nuevo.
-Es su jinchuriki- Bee me miro con confusión- de Kurama- aclaré, obteniendo la misma mirada confusa- del zorro de nueve colas- intenté de nuevo, esta vez viendo la comprensión en la mirada de Bee. Cuando vi su boca intentando gesticular palabras me apresuré con mi respuesta antes de que siquiera lo intentara- Mi hermano es una persona de cuidado, Bee. No nos arriesgare por el chico.
Bee, frunció el ceño, aunque rápidamente las palabras regresaron- ¿Sabes algo más de él?
Suspiré por tercera vez, sabiendo que no me salvaría de esto- Kurama es demasiado hermético cuando de ese chico se trata.
Una mueca ilustro el rostro de Bee- Por lo menos, me puedes prometer que lo ayudaras si tienes la oportunidad.
-No- respondí cortante.
-¡Oh, vamos, Gyuki! No puedes estar hablando en serio. Por favor, ya no pediré más, me olvidare de la idea de regresar a Kumo.
Analicé sus palabras, fue inevitable que los recuerdos de la noche que lo saqué de la aldea de la nube regresaran. Uno de sus pupilos se había cruzado en el camino, él jamás lo hubiera dejado abandonar la aldea, no tuve más opción que pelear contra él. Durante la batalla incapacite una de sus piernas, no fue intencional, él había atacado cerca del corazón de Bee. No estaba enojado con él por haber atacado a Bee así, el chico estaba sorprendido y enojado era normal, pero el pánico me gano y no pude controlar el ataque que le lancé en respuesta. Me quede estático unos segundos, sin saber que hacer, esos segundos fueron más que suficientes para que Bee recuperará parte de sus sentidos y viera al pobre chico. La vista lo destrozo por meses, me odio, me grito, me golpeo. No pude impedirle hacerlo, con cara le diría que no era mi culpa. Le quité su singular forma de comunicarse- Extraño tus terribles intentos de rapear- solté con melancolía. Al ver la cara de Bee, me di cuenta de mi error -Ayudaré al chico si tengo la oportunidad- prometí logrando con éxito distanciarlo de aquellos recuerdos, casi completamente.
-Gracias- soltó con una sonrisa forzada -Iré a descansar.
-Lo siento, Bee. Si hubiera podido ser de otra forma sabes que lo hubiera evitado.
-Lo sé- suspiro. Alejándose a una de las habitaciones de la cabaña.
Giré mi mirada de vuelta a los papeles y demasiado cansado emocionalmente los dejé de lado. Está vez le cumpliría mi promesa con Bee. Le daría a ese chico la oportunidad de volver a su aldea.
Kurama
-¿Qué ha pasado, Isobu? Les dije que no me interrumpieran cuando él despertara.
-No te lo diré hasta que lleguemos a la torre, Kurama. No somos los únicos aquí- lo miré con sospecha.
-¿Hay alguien del que desconfíes?, son nuestros hermanos, Isobu- reproché.
-Desde que yo mismo perdí a mi jinchuriki y amigo tiendo a desconfiar de cualquiera, Kurama. No se puede evitar- aceleré el paso hacia la oficina, ya estábamos cruzando el umbral de entrada a la torre.
-Me imagino que no habrás interrumpido sólo para tener una charla profunda sobre experiencias pasadas. Empieza a hablar- ordene abriendo la puerta a Isobu y cerrándola justo después. Sin ignorar la precaución de Isobu al colocar una barrera de silencio.
-Yo también tuve un jinchuriki, Kurama. Sé que es divertido hablar con alguien más que no seamos nosotros mismos- bufo- El estatus quo de las aldeas se ha roto, ¿qué creíste que pasaría, hermano? Han pasado siete meses. Si bien, son temerosas entre ellas temen aún más lo que ha motivado el cambio. Han estado buscando en las Naciones Elementales por nosotros, se están acercando a la zona- menciono con seriedad que se contradecía con su posición descuidada en uno de los sofás.
-Debiste llamar a Gyuki y Matabi, siempre hemos planeado estrategias con ellos por una razón.
-¿Gyuki? Estás ciego debido al cariño fraternal, Kurama. Gyuki es la persona de la que sospecho y Matatabi ha estado con el demasiado tiempo desde que los dejaron juntos después de nuestra separación- hizo una pausa- Mira la situación actual es la siguiente, Shukaku ha prometido mantener a Suna fuera de la búsqueda y lo ha cumplido, Kokuo ha hecho lo mismo con la roca, la ha dividido y debilitado, Saiken es lo mismo, incluso Chomei. Y quieres saber qué, Kumo es la única aldea que no se ha dividido.
-No fue fácil para ninguno de los dos irse de la aldea, Isobu. Está más protegida que las demás- le recordé.
-¿Sabías que el jichuriki de Gyuki quiere volver a esa aldea?- devolvió con burla- Su jinchuriki tiene gran influencia en él y lo has visto, Kurama.
Mi ira comenzó a construirse- Y entonces qué hago, Isobu. Vamos, dime. Como debería tratar con nuestro hermano. Acaso, debería considerarlo mi enemigo- gruñí.
-Ser hermanos no le impediría traicionarnos- soltó con simpleza.
Estrellé mi puño contra la pared más cercana, con furia. Mis ojos brillando en rojo sangre- Estás caminando sobre hielo delgado, Isobu. Nuestro padre me dio la responsabilidad de encargarme de todos ustedes a mí. No quiero que vuelvas a cuestionar el cómo estoy lidiando con ninguno de nuestros hermanos o contigo. Yo soy el único que dictara consecuencias sobre sus actos, nadie más. Comunícale a Son Goku y Matatabi que se preparen, tú y ellos me acompañaran- Salí de la oficina azotando la puerta, seis de mis colas serpenteando detrás de mí, convocadas por mí creciente ira.
...
Gyuki estaba saliendo de su cabaña cuando llegue a él. Despreocupado, aprete mi mandíbula, buscando contener mi ira. Me acerque con velocidad a él y cuando estaba a mi alcance lo tome por el cuello, arrinconándolo contra un árbol.
-Creíste que no me enteraría de que tu juguetito quiere volver a su aldea de mierda, imbécil- gruñí, mis ojos brillaban con intensidad, llenos de rabia y mi respiración estaba acelerada. El agarre en el cuello de Gyuki se mantuvo firme.
Gyuki me miro serio, calmado, aumentando mi furia- Eso no afecta en nada, Kurama. Es sólo una idea.
-Esas ideas te están influenciando, hermano. Ya te lo he advertido una vez, está es la segunda- hice una pausa, soltando su cuello, dejando que su cuerpo cayera- si llego a tener que repartirte este mensaje por una tercera vez, hermano...- dejé la amenaza al aire. Retrocediendo un paso y sacudiendo el polvo de mi ropa.
Lo miré con superioridad- Tendré que salir con Son Goku, Matatabi y Isobu. Mi jinchuriki se quedará, encárgate de que se quede en la isla y esté seguro. Es lo único que tendrás que hacer- me giré yendo a lo que había estado ansiando desde la mañana, a Naruto, aunque me detuve apenas dos pasos después- Hemos crecido juntos, peleado juntos, Gyu. No fuerces mi mano- me permití mostrar el cariño que sentía por él y por cada uno de mis hermanos en esa última petición. Continué mi camino, jamás girándome a enfrentar la expresión en el rostro de Gyuki, era lo suficientemente difícil enfrentarme a él y atacarlo, pero era preferible que me odiaran de por vida por mantenerlos a mi lado a la fuerza, imposibilitados a atacarme, a que me miraran con odio, dispuestos a matarme, en un campo de batalla. Si sabía era que nunca sería capaz de enfrentarme a él o a los otros siete, no lucharía contra mis pequeños hermanos en un duelo a muerte. No soy lo suficiente frío o cruel como para poder ir contra ellos en ese contexto. Ellos jamás podrían estar en el campo de batalla porque ese sería mi fin.
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Unión forzada / Kyunaru_ Kuranaru
Fanfiction-Te matare, Naruto. Es necesaria tu muerte para la muerte de Itachi- tras esas palabras sentí el chidori de Sasuke impactar de lleno contra mi pecho, perforándolo, después de eso todo se volvió oscuridad. -Naruto y sus personajes pertenecen a Masash...