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Antes que nada, me gustaría aclarar que esto no es una confesión de amor.

Estimado México:

Me tomo el atrevimiento de hacerte saber que no tengo intenciones de volver a escribir tu nombre en ningún punto del resto de la carta (ni nunca más, a decir verdad), y no por orgullo, ego o algo más, sino porque, al trazo de mi bolígrafo, cada letra que lo conforma, al formarse en mi mente supone una traición; hacia mis amigos, hacia mis ideales, y hacia mí mismo. Así como tampoco es mi deseo el revelarte mi identidad (aún cuando no es una tarea de alta dificultad el suponerlo).

Te escribo porque creo que es necesario hacerlo, y porque en ello mantengo la vaga esperanza de terminar con la agonía que me ha venido consumiendo desde varias semanas atrás, precisamente, desde nuestro primer (y con suerte) último encuentro.

No pretendo dar más detalles, si sabes quién soy seguro lo recordarás, y si no, entonces es un hecho que la incertidumbre de mi alma no se prolongará por mucho más y morirá junto con el olvido del que me has hecho parte.

No puedo culparte, es posible que aquel acercamiento haya sido tan irrelevante para ti como he pretendido que me es indiferente, y sin embargo, no son más que falsedades; crueles y vacías invenciones con las que pretendo engañar a los demás y sobre todo a mí mismo para abstenerme de admitir la realidad.

Quiero suponer, que de alguna manera, la inquietud de la negación es más tolerable que la áspera sensación de saber que he ido en contra de todo lo que creo y que, inclusive, por un breve momento pensé en atentar contra el bienestar de mi mejor amigo. Todo por ti.

De antemano me disculpo si esto puede llegar a sonar un tanto descortés, mi intención no es ofenderte, pero si soy sincero, en un principio no lograba comprender el repentino interés que lograste despertar en todos. Al mirarte no me parecías menos ordinario de lo que cualquier otra persona podía ser, y ciertamente me convencí de que no eran más que exageraciones.

Mi pensamiento no cambió sino hasta que él también se fijó en ti, y entonces comprendí que quizá había algo más allá, un panorama completo que mi limitada visión no me permitía contemplar.

Nunca había estado tan cerca de ti antes, no hasta ese momento, en el que, siguiendo ciegamente mi interés en cumplir mi papel como un buen amigo, reduje, finalmente, la distancia entre ambos.

Suplico que perdones mi falta de tacto y mi injustificable y nefasta actitud de aquella ocasión, pero espero logres comprender que lo hacía con el propósito de ayudar a un amigo y de averiguar tus intenciones con él. No quería que saliera lastimado después de todo lo que pasó.

Aun así, parece algo inevitable.

Ese día pude comprenderlo, y no sabes cuánto lamenté el hecho de saber que él te había visto primero. Quisiera poder tener el privilegio de decir que fui capaz de resistir a tu presencia, pero no fue así, la rapidez con la que cedí ante mis ideas me hizo perderme en menos de un instante y con la misma velocidad sentí escapar de entre mis labios la razón primaria por la que había acudido ahí.

La fuerza con la que latió mi corazón no fue otra cosa más que agobiante, al percatarme, me sentí aturdido.

No me retracto de lo que dije, cualquiera que se acerque a ti está condenado a sufrir el mismo destino; un lento y fatídico descenso, una tortuosa espera por poder conseguir al menos una pizca de tu atención. Lo he comprobado por cuenta propia y créeme que ha sido más difícil de lo que mis palabras logran expresar.

Dime ¿Qué le haces a la gente que todos parecen estar tan obsesionados contigo? ¿Qué me hiciste a mí que por más que trato no consigo sacarte de mi mente?

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⏰ Última actualización: Sep 15 ⏰

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Casualidad...❞ |Mexico's harem - Rusmex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora