En donde Louis, un omega de diecinueve años asegura tener a su alfa...pero este ni siquiera dice sentir lo mismo.
¿Podrán ambos manejar su destino y sus vidas por separado...o el destino alterará sus vidas?
Historia OMEGAVERSE inspirada en la canci...
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En otra parte.
El día dictaba nubes y vientos fuertes que pasaban desapercibido tras las gruesas paredes de una oficina vieja y desordenada llena de papeles y tazas de café.
Un alfa de de cabellos ligeramente oscuros y gafas se inclinaba sobre su escritorio revisando una vez más uno de los tantos papeles que ya debía enviar. Mientras el de ojos claros suspiraba, la luz de la lámpara de escritorio proyectaba una cálida luz sobre su rostro que denota concentración absoluta cuando de repente, su viejo teléfono móvil vibró sobre la superficie de madera interrumpiendo el silencio del espacio.
Sin apartar la vista de los pendientes, extendió su mano y tomó el aparato mientras que con un suspiro deslizó el dedo sobre la pantalla para responder.
-¿Hola?- habló reflejando una mezcla de cansancio y estrés en su tono de voz.
Sus ojos continuaban fijos en su trabajo cuando una conocida voz logró llamar por completo su atención.
-Madre...- respondió confundido, dejando de lado su trabajo pues ahora su concentración había sido arruinada.
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NY.
-Insisto en que lo mejor es que yo hable con tus padres y les aclare la situación, ambos entramos en celo y fue una confusión. Pero no quiere decir que no me haré cargo, seremos padres separados- explicó Harry mientras el omega mordía su labio de forma nerviosa.
-¿Se-separados?- cuestionó con incomodidad mientras el alfa asentía y le daba un último sorbo a su taza con poco café.
-Eso lo decidirán tus padres, no los conozco y en caso de que no se lo tomen bien debo pensar en algo...-
Por primera vez en la vida, Harry estaba hablando sin detenerse y Louis no le estaba prestando atención en nada de lo que salía de su boca además de sus labios moverse con un poco de divagación y haciendo pausas para beber su café simple.
Las personas pasaban por todos lados mientras algunos murmuraban, otros resonaban sus zapatos y tacones por las baldosas grandes de color marrón y negro que seguramente valían más de lo que cualquiera se imaginaría.
Todo el ruido en el exterior y los aromas diferentes en el interior del lugar lograban confundir al omega por completo, obligándolo a encogerse de hombros debajo de ese abrigo de cuero negro propiedad que el alfa había decidido prestarle por el momento mientras sus prendas se secaban en su casa.
El aroma de Harry lo mantenía a salvo pero nada podría mantenerlo a salvo de sus propia familia.
