𝟏

708 32 0
                                    

1

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

1. "¿Cansado?"

Eras parte de la banda desde hacía ya unos pocos meses, trabajando como parte de los otros músicos. Un Valentino de 14 años llegaba para sentarse en el mismo sillón que vos, se lo notaba agotado y con bastante sueño. Pasos torpes y descuidados hasta que estuvo cerca, agarró su gorra y la tiró a otro de los sillones del living, y se recostó en el sillón de lleno. Recién reaccionaste cuando sentiste ese otro peso de su lado. Giraste la cabeza y justo estaba con las manos en su cabello largo, rascando su cabeza, se lo desordenaba y suspiraba, frustrado.

-¿Estás cansado?- preguntaste. Un tarareo pesado de su parte como respuesta.

Él se giró del todo, dándote la espalda, se acurrucó abrazando uno de los almohadones del sillón y te le quedaste mirando con una media sonrisa. Tierno, pensaste.

-¿No te salió como querías, verdad?- y él asintió. Se conocían desde no hacía mucho tiempo, pero Valentino, con la gente cercana, era más abierto. No era una persona difícil de descifrar y tampoco le gustaba eso. -Tenés que hacerle más caso a tus profes de canto, vas a llegar a los 17 con una voz horrible si no.

-Ya sé, ya sé... hasta mis viejos me lo dicen, ya entendí- parecía renegar solo. Vos no le diste mucha importancia a cómo te habló; se le notaba un poco afónico de tanto esforzarse, sin olvidar que de a ratos le daban gallos, y eso lo molestaba más. -Bue, perdón. Es que yo quiero que me salga bien siempre, ya sé que no se puede.

-¿Y si sabés entonces por qué seguís forzando?

-Porque quiero y puedo, ¿no te parece?- Apretaste los labios para no responderle. Mientras más cansado, más fastidioso se ponía. Estabas segura de que si los padres lo escuchaban en ese momento, le daban un chirlo asegurado.

Se volvió a remover en su lugar para descansar. No iba a pasar mucho hasta que dijeran que tenían que volver a viajar para dar un show incluso más lejos de casa. Suspiraste mirando tu teléfono para que el tiempo pasara más rápido. No pasó mucho hasta que sentiste un pequeño toque en tu muslo. Seguiste esa mano, y era Valentino, tanteando con suavidad. Una pequeña sonrisa apareció en tu rostro. No era el tipo de chico que hablaba mal y no le importaba, enseguida se sentía culpable.

Te acercaste más para que su espalda quedara contra el costado de tu muslo, y así estuviera más cálido. De paso, te sacaste tu campera y lo arropaste como podías, dándole más calidez aún.

-Perdón...- murmuró suavemente, algo adormilado.

-Ya, descansá un rato.

Valentino Merlo ㅡ One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora