—Sé que lo prometí, pero, Ming-xiong, te extraño. Demasiado.
—Ya te lo dije. No me interesan tus sentimientos —repitió He Xuan, mientras continuaba trabajando en su palacio.
Shi Qingxuan lo intentó, pero realmente no pudo disimular el dolor en su mirada. Aún así, él sonrió débilmente.
—E-está bien, no importa. Solo olvídalo. Vamos a olvidarnos de todo, ¿sí?
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—¿Viste eso? ¿Qué te dije? Nadie se resiste a los encantos del Maestro del Viento. Es una persona tan buena, ah. No puedo imaginar por qué alguien lo odiaría. En fin, qué bueno que consiguió que el Maestro de la Tierra lo perdone.
—Sí, pobre Maestro del Viento, vagaba como una pobre alma en pena sin su mejor amigo.
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He Xuan salió en algunas misiones con Shi Qingxuan.
Algunas veces tomaba demasiado esfuerzo y era desgastante al extremo, pero parecía como si el dios no lo resintiera ni un poco, siempre pidiendo por más. Parecía como si estuviera desesperado por mantenerse ocupado.
He Xuan ni siquiera podía recordar qué número de monstruo era este. Habían matado a tantos. Demasiados como para llevar la cuenta.
He Xuan lanzó un último golpe de energía espiritual y se detuvo. Se mantuvo en su sitio, sin moverse ni un paso más. Shi Qingxuan, por su parte, ya había avanzado una larga distancia, sin embargo, después pareció percatarse de que He Xuan no lo estaba siguiendo más.
Shi Qingxuan ladeó el rostro, una pequeña gota de sudor rodando por su sien.
—¿Ming-xiong?
Sin responder, He Xuan avanzó hasta encontrarse lo suficientemente cerca.
Vio el momento exacto en que la respiración del dios se volvió desordenada, su manzana de adán se movió cuando tragó duro.
—¿Ming-xiong? —Intentó de nuevo.
"Es... muy bonito".
He Xuan parpadeó, saliendo del estupor.
Dándose la vuelta, regresó por donde había venido.
—Vas en la dirección opuesta —informó, antes de alejarse lo más rápido posible.
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Shi Qingxuan estuvo horas sentado en un pequeño patio aislado de todo lo demás. El dios no hizo nada más que mirar atentamente a su taza, sin atreverse a beber el vino.
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—Yo... realmente no sé demasiado al respecto —Era obvio que al Rey Fantasma número uno no le gustaba cuando había algo que no conocía con aterradora precisión y detalle.
—Son criaturas volátiles, pero la mayor parte del tiempo se rigen por la necesidad de alimentarse —explicó Hua Cheng.
—Se ha alimentado —lo sabía porque de vez en cuando lo dejaba atormentar un poco a Shi Qingxuan. No es como si no hubiera tenido el tiempo suficiente para aburrirse tampoco.
—Son lo que son. Si la presa es adecuada, la perseguirán sin descanso.
He Xuan tenía sus dudas al respecto. Cuando había devorado al Reverendo de las Palabras Vacías, había creído que eso era todo. Estuvo inactivo la mayor parte del tiempo. En realidad, He Xuan no había sabido que esas cosas tenían conciencias desarrolladas, tomando en cuenta que algo tan simple como un cambio de vestuario podía confundirlos. Él simplemente había supuesto que estaba muerto y sus poderes habían sido absorbidos por él, como en todos los demás casos.
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Venganza dulce como la hiel [TGCF/Beefleaf]
FanfictionEl destino y la suerte eran cosas bastante graciosas. Tendían a trabajar a su antojo. Bajo sus propias leyes. He Xuan entendía eso. Hacía mucho que lo había entendido. Solo una voluntad fuerte podría lograr sus objetivos. Y él estaba listo para toma...