Capituló 5: Un poco de Ficción entre tanta Realidad.

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El aire estaba tenso, cargado de un miedo palpable cuando decidí que era hora de tomar el control.
Mis tías, con su oscuro aliado, el brujo Paco, habían estado usando magia negra y telepatía para manipular no solo mi vida, sino también la de mi familia.
Había llegado el momento de desenmascarar su plan.

Después de meses de investigación, descubrí que la secta a la que pertenecían, había estado conspirando para deshacerse de mí y de mis seres queridos.
Su objetivo: apoderarse de la herencia de mi abuela, un legado que codiciaban con desesperación.

Una noche, decidí enfrentar telepáticamente a mis tías.
Con un pequeño grupo de amigos a mi lado, me dirigí al lugar donde se reunían.
Al entrar, la atmósfera estaba cargada de poder maligno, y las velas parpadeaban, como si también temieran la confrontación.

"Sé lo que han estado planeando", les dije con voz firme, sintiendo cómo el miedo se convertía en determinación. "No permitiré que hagan daño a mi familia y a nuestras mascotas".

Las miradas de mis tías se encontraron, y una risa burlona resonó en el aire. "Crees que puedes detenernos", dijo una de ellas, mientras la otra comenzaba a murmurar un hechizo en voz baja.

Pero no estaba sola. Mis amigos, armados con la verdad y la lealtad, se unieron a mí.
Justo cuando comenzaron a activar su magia, un destello de luz iluminó la habitación.
Había preparado un amuleto protector, algo que había encontrado en mis investigaciones, y al activarlo, rompí su conexión telepática.

"¡Basta!", grité, sintiendo cómo la energía del amuleto se expandía a mi alrededor. "
No tienen poder sobre mí ni sobre los que amo".

La habitación empezó a temblar, y las sombras que las rodeaban comenzaron a desvanecerse.
Mis tías, atónitas, se dieron cuenta de que su magia no podía competir con la fuerza de la verdad.
La secta fue desmantelada, y mis tías, junto con el brujo, fueron llevadas lejos de nuestras vidas.

A pesar de la batalla ganada, sabía que siempre habría sombras acechando. Pero había encontrado mi poder en la unidad y el amor.
La herencia de mi abuela podía ser un objetivo, pero el verdadero legado que quería proteger era la conexión con mi familia.

Y así, aunque las sombras nunca se apagan por completo, siempre hay luz en la unión y la verdad.
Esta es mi historia, un recordatorio de que la oscuridad puede ser enfrentada, y que siempre hay esperanza en el camino hacia la sanación.

Corazones Corruptos (La Biografía de los Malvados). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora