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Bienvenidos al capítulo más complicado de mi investigación, es el más complicado porque por mucho tiempo me negué a investigar sobre esto por lo que siento al respecto, por el peligro en el que estuve involucrada en 2018 por gente relacionada con todo esto, por lo extenso que es el tema y mi poca capacidad de resumir.
Es una investigación en proceso y posiblemente yo acá no ponga todo, solo lo más importante para no hacerla tan larga.
Primero quiero hablar de BEN que no es lo mismo que Ben, todos creen que BEN y Ben son lo mismo, un niño ahogado con una vida terrible que ahora es hacker y se mete en las computadoras de las investigadoras, no es así, si bien Ben alguna vez pudo haber existido a lo que nos enfrentamos no es eso.
¿Cómo surgió Ben y BEN? Verán, todo esto es parte de un ARG que empieza con Jadusable que fue a hacer algunas compras a éstas ventas de garage y por cosas de la vida obtuvo el cartucho embrujado de Majoras Mask.
Recientemente me mudé a mi dormitorio cuando era estudiante de segundo año en la universidad y un amigo mío me dio su viejo Nintendo 64 para jugar. Estaba emocionado, por decir lo menos, finalmente pude jugar todos esos viejos juegos de mi juventud que no había jugado en al menos una década. Su Nintendo 64 venía con un controlador amarillo y una copia bastante mala de Super Smash Brothers, y aunque los mendigos no pueden elegir, no hace falta decir que no pasó mucho tiempo hasta que me aburrí de golpear a los jugadores de la computadora.
Ese fin de semana decidí conducir por algunos vecindarios a unos veinte minutos más o menos del campus, visitando las ventas de garaje locales, con la esperanza de obtener buenas ofertas de padres ignorantes). Terminé comprando una copia de Pokemon Stadium, Goldeneye, F-Zero y otros dos controladores por dos dólares. Satisfecho, comencé a salir del vecindario cuando una última casa me llamó la atención. Todavía no tengo idea de por qué sucedió, no había autos allí y solo había una mesa con basura al azar, pero algo me atrajo allí. Por lo general, confío en mi instinto en estas cosas, así que salí del auto y me saludó un anciano. Su apariencia exterior era, a falta de una palabra mejor, desagradable. Era extraño, si me pidieras que te dijera por qué pensaba que era desagradable, no podría. Realmente no identifico nada, había algo en él que me puso nervioso, no puedo explicarlo. Todo lo que puedo decirte es que si no fuera a media tarde y hubiera otras personas al alcance de la mano, ni siquiera hubiera pensado en acercarme a este hombre.
Me dedicó una sonrisa torcida y me preguntó qué estaba buscando, e inmediatamente me di cuenta de que debía estar ciego de uno de sus ojos; su ojo derecho tenía esa mirada "vidriada". Me obligué a mirar su ojo izquierdo, tratando de no ofender, y le pregunté si tenía algún videojuego antiguo.
Ya me preguntaba cómo podría disculparme cortésmente de la situación cuando me decía que no tenía idea de qué era un videojuego, pero para mi sorpresa dijo que tenía algunos en una caja vieja. Me aseguró que estaría de regreso en un "santiamén" y se volvió para regresar al garaje. Mientras lo miraba alejarse cojeando, no pude evitar notar lo que estaba vendiendo en su mesa. A lo largo de su mesa había pinturas bastante... peculiares; varias obras de arte que parecían manchas de tinta que un psiquiatra podría mostrarte. Curioso, los miré: era obvio por qué nadie visitaba la venta de garaje de este tipo, estos no eran exactamente estéticamente agradables. Cuando llegué al último, por alguna razón se parecía casi a Majora's Mask: el mismo cuerpo en forma de corazón con pequeñas púas que sobresalían hacia afuera. Inicialmente, pensé que, dado que secretamente esperaba encontrar ese juego en estas ventas de garaje, alguna mierda freudiana se estaba proyectando en las manchas de tinta, pero dados los eventos que sucedieron después, ahora no estoy tan seguro. Debería haberle preguntado al hombre al respecto. Ojalá le hubiera preguntado al hombre al respecto.
