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Continúa la historia...

La atmósfera en la habitación era densa. Michikatsu descansaba, su cuerpo dolorido y su mente enredada en pensamientos contradictorios. Mientras tanto, Muzan estaba en el baño, arreglándose antes de salir.

Kokushibou intentaba ignorar la incomodidad que sentía en su interior, convencido de que todo estaba bien, que lo que había hecho la noche anterior era lo correcto. "Muzan me ama, y eso es lo que importa", se repetía mentalmente, tratando de convencerse.

Pero algo en la mirada de Muzan había cambiado. Kokushibou no se dio cuenta en ese momento, pero Muzan comenzaba a verlo como una pieza más en su juego, alguien que podía manipular a su antojo. Mientras se miraba en el espejo, una sonrisa apenas perceptible se formó en sus labios. "Es tan fácil...", pensó para sí.

La mañana avanzaba y, mientras Kokushibou se preparaba para salir, su teléfono vibró. Era un mensaje de Nakime. "¿Te sientes bien? No te vi en la clase de la mañana...", decía el texto. Kokushibou sonrió levemente, agradecido por la preocupación de su amiga.

Antes de que pudiera responder, Douma y Akaza aparecieron en la puerta, sin previo aviso, con sus sonrisas habituales, pero con una preocupación latente en sus ojos.

—¡Hey, Michi!— saludó Douma, intentando sonar despreocupado. —Nos preocupaste, hombre. No te hemos visto en todo el día.

Akaza, más serio, se acercó un poco más. —Muzan... ¿te ha dicho algo? Lo vimos hablando con alguien más hoy en la mañana, un chico... se veía muy cercano.

Kokushibou frunció el ceño, confundido. —¿De qué están hablando?

Douma y Akaza se miraron brevemente antes de que Douma tomara la iniciativa. —Es sobre Emmu. Ya sabes, ese tipo que anda siempre detrás de Muzan. Lo vimos juntos hoy... y bueno, parecían bastante cómodos. Queríamos asegurarnos de que todo estuviera bien contigo.

El corazón de Kokushibou dio un vuelco al escuchar el nombre de Emmu. Recordó las veces que había visto a Muzan con él, cuando habían terminado por primera vez. Esa sensación de inseguridad volvió a surgir, pero rápidamente la reprimió. No quería parecer débil ante sus amigos.

—No es nada... Muzan y yo estamos bien— murmuró, aunque su voz carecía de convicción.

Akaza no estaba convencido, y Douma, siempre el más perceptivo, captó la tensión en su amigo. —Michi, no tienes que enfrentarlo todo solo. Estamos aquí para ti.

Kokushibou asintió, pero su mente estaba en otro lugar. Las palabras de sus amigos resonaban en su cabeza, mezcladas con la imagen de Emmu y Muzan juntos. ¿Era posible que Muzan estuviera jugando con él? ¿Había sido todo una ilusión?

Cuando Muzan salió del baño, listo para salir, Kokushibou lo observó con una nueva perspectiva. ¿Quién era realmente el hombre al que amaba? ¿Y cuánto estaba dispuesto a soportar por mantener esa relación?

—¿Nos vamos?— preguntó Muzan, con una sonrisa que ya no parecía tan cálida.

Kokushibou asintió, pero su mente estaba llena de dudas. Mientras salían, sintió el peso de las miradas preocupadas de Douma y Akaza sobre él. No estaba solo, pero en ese momento, se sentía más aislado que nunca.

Al salir de la habitación, vio a Emmu en el pasillo, con una sonrisa tranquila en su rostro. Muzan lo saludó con un ligero asentimiento, y Emmu devolvió el gesto, pero sus ojos se desviaron hacia Kokushibou, con una mezcla de lástima y superioridad.

Era como si todos supieran algo que él no sabía, y ese pensamiento lo destrozaba por dentro

...

Llegaron a la cafetería, todos los estudiantes estaban comiendo, otros jugando, y platicando.
Kokushibou intento olvidar lo anterior, ya no importaba. El pasado era pasado, Muzan ahora lo amaba. Y estaba seguro de ello.

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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.𝐔𝐧 𝐈𝐧𝐟𝐢𝐫𝐧𝐨 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨. (KNY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora