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« Los Abismos Olvidados »

Belial

Abadon y Agares, dos nombres que resonaban en los abismos más profundos del infierno. Se decía que habitaban en las regiones más antiguas, donde la luz nunca había penetrado. Un lugar de oscuridad eterna, de silencio absoluto. Y a mí me habían enviado allí. ¡A mí, Belial, el señor de la mentira y la ilusión!

Con un bufido de disgusto, me adentré en las profundidades del infierno. El camino era una espiral descendente, una garganta oscura que se abría paso a través de capas de roca fundida y gases tóxicos. A cada paso, la temperatura aumentaba, y la presión me oprimía el pecho.

- ¡Abadon! ¡Agares! hagan acto de presencia maldición -, grité hacia las profundidades. Mi voz se perdió en la inmensidad, devorada por la oscuridad.

Después de lo que parecieron horas, llegué a una gran cámara subterránea. El techo era una bóveda de roca, y las paredes estaban cubiertas de extrañas inscripciones. En el centro de la cámara, había un lago de fuego que burbujeaba y hervía.

- Aquí debe ser -, murmuré para mí mismo.

Con cuidado, me acerqué al lago. El calor era tan intenso que sentí cómo mi piel comenzaba a arder. De repente, una figura emergió de las llamas. Era Abadon, el ángel de la destrucción. Su cuerpo era una masa de músculos retorcidos, y sus ojos ardían como brasas.

- Quién eres tú, y qué quieres aquí? - rugió Abadon.

- Soy Belial - respondí, manteniendo la calma a pesar de la furia que sentía. - Vengo en nombre de Lilith. Necesitamos vuestra ayuda para derrotar a Satanás.

Abadon me examinó con detenimiento.

- Lilith, dices? ¿Y por qué deberíamos creerle?

Por alguna razón todos al principio desconfiamos de Lilith, ah es cierto ella siempre ha sido una traicionera

- Se que la fama de Lilith los hace desconfiar pero en este momento es confiable, Porque Satanás nos ha traicionado a todos - respondí. - Está buscando un poder que lo coloque por encima de todos los dioses y demonios. Y para lograrlo, está dispuesto a sacrificar a cualquiera, incluso a nosotros.

Abadon se quedó pensativo durante unos momentos. - Agares y yo hemos vivido aislados durante siglos. No nos interesa la guerra de Satanás.

- Pero Satanás vendrá por ustedes - advertí. - Y cuando lo haga, no tendrán ninguna oportunidad.

Abadon suspiró. - Muy bien, Belial. Te escucharemos. Pero primero, tienes que demostrar tu valía para ganar nuestra confianza tu también eras un perro fiel de satanás.

Y así comenzó una prueba de fuego. Abadon me puso a prueba con ilusiones, me enfrentó a mis propios miedos y me obligó a luchar contra criaturas de pesadilla que surgían de las profundidades del lago de fuego.

Al final, cuando estaba a punto de rendirme, apareció Agares. Era una figura esbelta y elegante, con una mirada penetrante.

- Impresionante - dijo Agares. - Has demostrado ser digno de confianza.

Con la ayuda de Abadon y Agares, pude salir de las profundidades del infierno.

Una vez fuera del abismo, lejos del calor infernal y del estruendo del volcán, los tres demonios se detuvieron a descansar. Abadon y Agares, con sus miradas penetrantes, aguardaban ansiosos las palabras de Belial.

- Sé que tienen muchas preguntas,- comenzó Belial, - y yo tengo todas las respuestas. Satanás, en su infinita ambición, ha urdido un plan para apoderarse de un poder antiguo que lo colocará por encima de todos los dioses y demonios. Un poder que le permitirá rehacer el universo a su imagen y semejanza.

Abadon frunció el ceño. - ¿Y cómo piensas que logrará esto?

- Con traición, - respondió Belial con amargura. - Nos ha engañado a todos. A Bael y a mí nos mandó a eliminar como a unos plagas. Nos hizo creer que éramos sus aliados más cercanos.

Agares interrumpió. - ¿Y qué hay de Lilith? ¿Qué papel juega ella en todo esto?

- Lilith es diferente en muchos sentidos,- respondió Belial. - Ella sigue siendo una hija de puta pero ha descubierto los verdaderos planes de Satanás y está trabajando en secreto para detenerlo. Tiene un plan, un plan ambicioso pero arriesgado.

Abadon y Agares intercambiaron miradas. - Y ¿cuál es este plan? - preguntó Abadon.

- Lilith cree que podemos unir a algunos los demonios que han sido traicionados por Satanás y acabar con aquellos que lo siguen ciegamente,- explicó Belial. - Demonios como Paimon, que ahora se ha convertido en uno de los principales lugartenientes de Satanás. Paimon y otros como él, en el fondo, saben que están siendo utilizados y que tarde o temprano serán desechados.

Abadon asintió y sonrió lentamente.

- Satanás es un maestro manipulador. Pero si lo que dices es cierto, entonces debemos actuar rápido. No podemos permitirle que lleve a cabo sus planes.

Agares se puso de pie. - Entonces, ¿qué hacemos?

- Primero,- respondió Belial, -debemos encontrar a Lilith y unir nuestras fuerzas. Luego, Y finalmente, debemos enfrentarnos a Satanás y arrebatarle la reliquia que busca.

Abadon y Agares se miraron una vez más, y luego asintieron con determinación.

- Estamos contigo, Belial, - dijo Abadon. - Juntos, podemos derrotar a Satanás.

Con este acuerdo, los tres demonios se pusieron en marcha Agares y Abadon abrieron sus grandes alas negras y comenzaron a volar mientras que Belial solo iba por medio de telequinesis, decididos a cambiar el curso del destino. Sabían que el camino que les esperaba sería largo y peligroso, pero estaban dispuestos a enfrentarlo.

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Uyyy esto se está poniendo bueno mis dementxs 🤍

( Cap en corrección )

Lilith La Historia Jamás Contada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora