𝟏: 𝐕𝐎𝐈𝐃 𝐂𝐎𝐍𝐒𝐔𝐌𝐏𝐓𝐈𝐎𝐍

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TW: Capítulo largo, Smut, prostitución, adulterio.

🎧:Les recomiendo acompañar con la lectura las canciones que vayan apareciendo a lo largo del capítulo.

🎧:Les recomiendo acompañar con la lectura las canciones que vayan apareciendo a lo largo del capítulo

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En plena cólera del vivir en privilegio y sobre los demás. Está el derecho que me han negado a quejarme de mis problemas mundanos y exponerme a burlas. Eh tratado de ser lo que se considera un buen hombre dentro de todos los valores y oportunidades con los que me educó mi familia. Pero creo que siempre hay algo en lo que termino equivocándome, y guardo para mi mismo la frustración de mis errores, porque todas las veces que abrí la boca para exteriorizar el malestar de mis fallas, recibo más reproches en lugar de empatía.

Nosotros. Los que estamos por encima de la clase honesta, la que trabaja, la que se ilusiona y desilusiona. No merecemos comprensión, porque hemos nacido con todo entregado en bandeja de oro, estamos automáticamente prohibidos de vivir sufriendo, lamentándonos y quejándonos.

Nadie, absolutamente nadie se ha tomado la molestia alguna vez de realmente oirme y poner una pantalla que, por una vez, oculte y deje de lado los contrastes sociales que tanto me dividen del mundo real, pero mi cólera a nadie le concierne.

Me he vuelto más callado por ello. Algo arisco. Aprendí a cerrar el hocico y soltar un suspiro resignado por cada vez que mi padre o madre hayan decidido algo por mí. Heredar un negocio de ventas internacionales. El intercambio estudiantil en una universidad europea. El hobbie pretencioso de equitación, al que fui por una única y última vez en mi adolescencia -no he visitado al caballo ese hace décadas-. Las clases de lenguas extranjeras y de instrumentos... Me estoy quejando de nuevo de mi acceso a los lujos, por eso nadie me quiere escuchar.

Me apena admitir que soy un adulto bastante ridículo, pudiente y ridículo. El blanco preferido de las mujeres oportunistas. Es un alivio saber que no soy idiota. No podría cargar con la vergüenza de ser el arquetipo de hijo que conciben las familias de clase alta privilegiada. Pudiente, ridículo e idiota.

Aunque los de ese tipo son los que saben divertirse más que cualquiera con su posición económica. Eso lo he sabido muy bien desde que era chico y nos obligaban a Satoru y a mí a jugar mientras nuestros padres, colegas de grandes empresas, hacían un recuento de ganancias mensuales y apartaban un fajo de billetes que gastarían en actividades de ocio.

Tiempo después, descubrí por Satoru —la viva imagen de su padre, pero poco más idiota y fresco que su progenitor— cuales eran las actividades de ocio a las que dedicaban aquella cantidad de billetes sueltos. Descubrí también por ello, que no me gusta la cocaína ni los puticlubs. Pero que estaba lamentable atado a ellos porque a Satoru le encantaba inhalar polvo y pagar por fornicar por noches enteras.

Especialmente desde Febrero del año pasado hasta hoy, que estamos en Septiembre. Todos los fines de semana por la noche, hacemos las despedidas de soltero de Satoru. O estamos obligados a hacerlas, porque alfin lo encadenaron con un anillo de compromiso. O quizá desde que le avisaron que arreglaron su matrimonio con una colega lejana, igual de acomodada, de nombre Utahime. Sofisticada y tradicional hasta la última esquina de todo su ser. La veía como el tipo de mujer que devora libros. No pierde la oportunidad para sacar a lucir su léxico rimbombante, confundirte con palabras complejas y citas a prodigios literarios. Sólo para salirse con la suya y delatar lo inculto que es el resto en comparación a ella.

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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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𝐏𝐎𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐒𝐄𝐑𝐒 ☆ 𝐒𝐮𝐠𝐮𝐫𝐮 𝐆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora