VIII: Cama

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El alfa sigue apoyado en la puerta de la cocina, mirando como su linda hada prepara el desayuno mientras tararea alguna melodía que nunca había escuchado, pero ahora se convierte en su sonido favorito.

Puede sentir a su lobo interior aullar de felicidad y sentir como su pecho se calienta ante la idea de poder despertar así todas las mañanas. Con su hadita todos los días de su vida y con pequeñas risas en la casa.

Puede decir que definitivamente cayó enamorado, aunque sospecha que fue desde el primer momento que vio a Harry, este día puede confirmar que desea a su hadita para toda su vida.

Louis comienza a caminar hasta estar detrás de Harry, rodeándo sus brazos alrededor del delgado cuerpo de su hadita, siente como brinca un poquito pero después se relaja.

Louis agradece que Harry lleve su cabello recogido, tienen un espacio perfecto para poder poner su rostro en el cuello de su hadita e inhalar el delicioso aroma a miel y rosas.

Harry se ríe un poco al sentir los colmillos del alfa rozando su pálida piel, pero aún así termina de mover las dos tazas de café.

“Buenos días, Lou”

“Mmm” Es lo único que responde el alfa, está muy cómodo oliendo a su hadita.

Las manos del alfa se aprietan en la cintura del hadita cuando el olor a miel inunda todo su sistema.

El momento romántico tal vez pueda estar dando un giro y a ninguno de los dos les disgusta esa idea.

Harry pone sus manos en el borde del mesón, sintiendo el fuerte agarre del alfa y la boca caliente sobre su cuello, sus piernas debilitándose un poco y volviendo a sentir todas esas cosquillas que aparecen cuando el alfa está muy cerca.

Louis besó el cuello hasta subir a la oreja del hada, mordiendo levemente el lóbulo de la oreja.

“¿Recuerdas esa vez que te ayudé a ponerte tu braguita?” Susurra Louis sobre el oído de la hadita.

“Si…”

“¿Recuerdas qué fué lo que hice antes de subirla?”

“Pusiste tu boca alfa y me gusto” Louis gruñe al escuchar la respuesta de su hadita para luego caer de rodillas en el piso.

“Ahora te enseñaré el segundo desayuno favorito de un alfa, comer a su omega o para mí, a mí hadita.”

Sin más, Louis levanta la camisa blanca, revelando que su hadita no lleva ropa interior.

Harry se apoya sobre el mesón, abriendo sus piernas y dejando una vista perfecta de su coñito húmedo al alfa.

Louis acerca su rostro, aspirando el fuerte olor del lubricante del hada, el olor a miel y flores siendo más fuerte, mareando un poco su mente.

“Buen provecho” Es lo último que dice Louis.

Harry jadeó al sentir las manos frías del alfa abrir un poco más sus piernas y luego su lengua.

Louis coloca sus manos en los muslos del hada, impidiendo que los cierre y teniendo la perfecta imagen para que pueda comer a Harry.

Su lengua recorre todo el coño, desde la entrada hasta el clítoris, sintiendo como el lubricante de su hadita brota cada segundo.

Chorreando más que un omega.

Puede sentir como su cuello y torso se mancha del lubricante, pero no le interesa, solo se concentra en que su lengua entre en la pequeña entrada y los gemidos de Harry.

Harry gime con más fuerza cuando siente como el alfa ingresa su lengua en su entrada, había disfrutado mucho cuando Louis le metió los dedos, pero sentir la lengua del alfa era mil veces mejor.

Sus ojitos solo pueden estar cerrados y su boquita abierta, dejando salir todos esos gemidos.

El alfa gruñe cuando siente como Harry se eleva un poco, se separa del coño del omega y puede tener una vista perfecta de las alas del hada.

El alfa solo sonríe y coloca sus manos en los tobillos del hada, sosteniendo con fuerza, impidiendo que se mueva y pueda seguir probando a su hadita.

Harry siente como sus piernas tiemblan y está otra vez aquella sensación que sintió ya más de una vez.

“Alfa, alfa más…”

Louis obedece, mueve más rápido su lengua en la entrada de su linda hadita, saliendo y entrando hasta sentir como los muslos de Harry intentan cerrarse.

Harry no puede más y deja salir un fuerte gemido al correrse, soltando más lubricante, manchando todo el rostro de Louis y también el cuello.

El alfa se separa y sostiene a su hadita cuando sus piernas ya no pueden soportar más.

Abraza a su hadita mientras tiene cuidado con las alas.

“Aquí estoy amor, tu alfa está acá”

“Alfa…” Es lo único que puede decir Harry con una pequeña sonrisa y dejándose cuidar por su alfa.

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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My Little Fairy [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora