My Little Fairy [l.s]

I: Primer Encuentro

La linda hada estaba concentrada tomando fotos al paisaje y al cisne que se encontraba en el lago, un momento de paz que disfruta todas las mañanas para que así al menos tenga algo de inspiración en poder continuar escribiendo.

Pero todo eso se vuelve en segundo plano al escuchar unos pasos al otro lado del gran arbusto con hermosos claveles rosados.

Sus alitas se mueven hasta el punto de hacer que sus pies no toquen las hojas. Tal vez podría ser uno de aquellos animales del bosque, tal vez un animalito necesitando ayuda. Lo cual la linda hada jamás dudaría en atenderlo.

Lo piensa unos segundos y sus alas la elevan hasta poder estar sobre ese arbustos.

Muy mala idea.

En el momento que Harry mira quién está del otro lado, sus alas desaparecen haciéndola caer.

Louis se queda sorprendido solo por unos segundos hasta reaccionar y rodear el arbustos con rapidez llegando hasta aquella delicada hada tendida en las hojas.

Harry abre sus lindos ojos verdes para encontrarse con aquel hombre que lo mira con intriga y algo más en los ojos que no puede deducir que es lo que es.

“¿Estás bien?, Fue una fea caída.” Bromea Louis para tratar de que aquella hermosa hada tenga un poco de confianza.

Harry vuelve a mirarlo y se para con rapidez e intenta correr, pero es inútil cuando quiere dar un paso y siente que todo se mueve.

Louis lo sujeta a tiempo cuando la hada iba a caer otra vez, pudiendo oler solo por unos cuantos segundos ese delicioso aroma a miel y rosas.

Ningún omega de su manada podría tener ese delicioso aroma.

“Lo siento, me tengo que ir” Harry se sale del agarre de Louis y está vez sus alas vuelven a salir y comenzar a volar.

“¡Al menos dime tú nombre!” El grito de Louis es audible para la hada que para por unos segundos y voltea mientras aún sigue en el aire.

Vuelve a mirar a aquel hombre, no sabe por qué, pero lo hace.

“Harry, me llamo Harry.” Son las últimas palabras que escucha Louis antes de ver al hada volar con rapidez y desaparecer entre los árboles.

El alfa sonríe y niega con la cabeza.

Algo bueno salió del día después de todo el lío que tuvo hace unas horas atrás. Vuelve a mirar hacia donde la linda hada con cabello rizado voló y retoma su camino hasta llegar a aquella cabaña que su padre la construyó.

Por otro lado, Harry se detiene en uno de los árboles, poniendo una de sus manos en su corazón y la otra en una de sus mejillas.

Su corazón latía con rapidez y sus mejillas estaban tan calientes. Ver aquel hombre lo sorprendió un poco, pero cuando lo tuvo cerca pudo apreciar aquellas hermosas facciones y esos ojos azules tan hermosos.

Se puso nerviosa y aún más cuando sintió como los brazos del hombre la sostuvieron para no caer.

Sus mejillas se vuelven más rojas y sus alitas comienzan a moverse por todas esas emociones que está sintiendo.

Respira unas cuentas veces y vuelve a volar hasta su casa. Eso fue una mañana distinta pero pero a la vez interesante para la pequeña hada.