𝐋𝐄𝐓'𝐒 𝐆𝐄𝐓 𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘, theodore nott

03

Isadora's pov:

¿A quién demonios se le ocurre tocar la puerta a esta hora? Me levanté de la cama algo molesta ya que estaba a punto de dormirme, al acercarme a abrir la puerta quedé algo sorprendida, no me esperaba tal visita.

— ¿Que haces tú aquí? — Exclamé al ver a el mismísimo Theodore Nott.

— Tranquila, lamento matar tus ilusiones de dormir conmigo, pero Mattheo me ha dicho que te avise que mañana te pasará a buscar junto a Tom para decirte algo. — Dijo con su típica arrogancia.

— ¿Y por qué no ha venido él a decírmelo? ¿O acaso eres tú el que tiene una excusa para venir a verme? — Mientras hablaba me iba acercando hacia él para acortarlo contra la puerta. Me tomó por sorpresa que Theodore haya bajado sus manos hacia mi cintura, atrayéndome hacia él.

— Vaya, me has descubierto princepessa. — Hablo susurrando contra mi oído mientras sentía su aliento caliente sobre mi cuello. — Bueno, es hora de que me vaya de aquí, buonanotte. — Y así sin más se fue de mi habitación dejándome completamente shockeada. Mientras me iba a acostar sentí las risas de las hermanas Greengrass.

— Isa, ¿estás bien?, pareces sorprendida. — Astoria se acercó a mi pasando su mano por mi cara, lo que provocó que la mire.

— Si Tori, estoy algo distraída. — Murmure riendo por lo bajo. — Buenas noches, chicas. — Después de despedirme de las chicas me dediqué a dormir.

Día siguiente.

Me levanté a las 06:00 a.m, al salir de la cama me dirigí al baño para hacer mi aseo personal, cuando termine me puse mi uniforme y salí del cuarto.
Al llegar a la sala común me encontré con Mattheo.

— Hola Isa, ¿cómo has dormido? — Me preguntó sonriendo pero yo solo estaba concentrada en Theodore, quien estaba a su lado mirándome de arriba abajo con una sonrisa ladina.

— Hola Matt, más o menos, en la noche suele haber bichos molestos. — Hablé mirando a Theodore, quien hizo cara de sorprendido. — ¿Y tú? —

— Bien, he dormido bien. Vamos a desayunar y luego busquemos a Tom así podemos hablar. — Asentí y Mattheo salió de la sala común para ir al comedor, cuando lo estaba por seguir Theodore tomó mi brazo y me pegó a su cuerpo.

— ¿Que crees que haces? — Trate de soltarme del agarre de su mano pero lo único que logré es que tomara con fuerza mis caderas. — ¡Suéltame! — Exclamé, esto ya me estaba empezando a fastidiar.

— Quédate quieta, quiero que hablemos sobre lo de anoche. — Theodore me miraba a los ojos mientras me hablaba.

— No hay nada que hablar, fue un error. Mis hermanos se llegan a enterar y te matan. — Theo subía su agarre a mi cintura y me acercaba más a su cuerpo, al punto de que nuestras respiraciones chocaban. De un segundo al otro Theodore posicionó sus labios contra los míos, besándome. Al principio se lo seguí y me dejé llevar enroscando mis manos sobre su cabello, lo que provocó un jadeo en Theodore pero al caer en la realidad, lo empujé y le di un cachetazo. — ¿¡Qué te pasa!? — Le grité exaltada y me fui de allí dispuesta a seguir a mi hermano, al encontrarlo me senté con él y para mi sorpresa ya estaba Tom.

— ¿Por qué has tardado tanto? — Me preguntó Mattheo.

— Lo siento, estaba perfumándome. — Mentí, no le iba a decir que el estúpido de su mejor amigo me besó.

— Ahh, ya. ¿Y Theo? — Volvió a preguntar Mattheo lo cual ocasionó que me ponga nerviosa.

— No lo se, no lo traigo metido en el bolsillo. De seguro se fue con alguna chica. —

— Bien, ¿terminaron? — Hablo Tom, mirándonos a ambos. Asentimos para que continúe hablando. — Bueno, padre me ha enviado una carta para que comencemos con el plan de hacer que Potter caiga, de una vez por todas. Mattheo y yo nos encargaremos de hacer las trampas. — Explicó Tom, yo asentí aún sin saber que me tocaba hacer.

— ¿Y yo? ¿Que haré? — Ambos se callaron y se miraron uno al otro. — ¿Y bien? Díganme que haré, ahora. —

— Tu serás la encargada de matar a Potter. — Susurró Tom en mi oído, quedé asombrada, no esperaba tal cosa. — Lo tendrás que hacer Isadora, sino Padre te castigará. — Asentí mirándolos a ambos, me fui de allí y me dirigí hacia el patio, necesitaba aire.

— Hey, Isis, ¿estás bien? — Apareció Enzo, negué y me tiré a sus brazos, en un abrazo. Derrame algunas lágrimas pero al darme cuenta de lo que estaba haciendo, me separé.

— Discúlpame Enzo. — Hablé secando mis lágrimas. — Pero me tengo que ir. — Me largué de allí y fui al lago negro, me senté sobre el borde del lago, admirando su tranquilidad. Me quedé pensando en lo que tendría que hacer, yo no era una asesina pero tampoco quería decepcionada a mi padre, no tenía idea de qué hacer.

— No deberías estar aquí tan sola. — Escuché la voz de mi hermano, Matt.

— Lo sé pero realmente no quiero convertirme en una asesina. —

— Lo sabemos, ¿y si te escapas? — Propuso Mattheo.

— ¿Eres estúpido? Padre la encontrará estaba abajo de una piedra, no le hagas caso a Mattheo. Yo sé que no quieres hacerlo pero es un riesgo que tienes que tomar. — Tom se sentó a mi lado, dejando un beso en mi frente.

— Okay, ¿quién mierda queres y que carajo hiciste con mi hermano? — Exclamó Mattheo lo que provocó una mala mirada por parte de Tom.

— Déjalo, solo está siendo cariñoso con su hermanita menor, envidioso. — Hablé provocando la risa de ambos, Mattheo también se sentó a mi lado y me abrazó. Por un momento, sentí nuestra hermandad viva, después de tanto tiempo.

Hoola, espero que les haya gustado este capítulo.
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