Déjame tocarte [Shigaraki y tú]

Capítulo 10

Tu cuerpo tembló mientras poco a poco te desconectabas de la realidad, sabías que Shigaraki estaba frente a ti pero sentías todo tu alrededor tan distante, en momentos te sentís encerrada en tu propio cuerpo y en otros te parecía salir de él y observar todo desde fuera. Tu mirada estaba perdida, vacía.

Shigaraki se acercó un poco más al ver que no había reacción de tu parte, te llamo pero no hubo respuesta, fue en ese momento en el que la preocupación se apodero de él. Te tomo de los hombros mientras repetía tu nombre una y otra vez, pero seguías inmóvil con la mirada completamente vacía.

Presa del pánico te soltó y abandonó la habitación en busca de ayuda, no tardó en encontrar a Dabi quien rápidamente llamo al doctor Garaki, ambos volvieron a la habitación en espera del médico. Dabi se acercó y te llamo de nuevo pero seguías en el mismo estado, Shigaraki caminaba de un lado a otro en la habitación sintiendo como la ansiedad lo consumía.

Cuando Garaki llegó se apresuró a revisarte, para él todo estaba bastante claro, les explico que estabas en estado catatónico probablemente debido a los últimos acontecimientos que habías vivido, te administro medicamento pero les advirtió que solo quedaba esperar.

Shigaraki no pudo más pues la culpa comenzaba a consumirlo, abandonó la habitación sin saber a dónde realmente quería ir. Cuando Dabi le dio alcance logro detener la mano de su amigo que estaba a milímetros de volver a sangrar del cuello.

—Es mi culpa, yo le hice eso— Shigaraki intento rascarse de nuevo pero Dabi lo volvió a impedir.

—Lo último que necesitamos son dos pacientes en lugar de uno— suspiró —prometo que encontraré una manera de arreglar esto pero por los dioses deja de rascarte—

—¡Maldición! ¡Nada de esto tenía que haber resultado así!— Shigaraki apretó sus manos en puños tratando de mitigar las ansias por rascarse —Se suponía que sería un día que ambos disfrutaríamos, se suponía que ella vería que no soy lo que cree… y ahora ella debe pensar que soy solo un monstruo—

—Te lo dije antes y te lo repito, eso ella ya lo sabía y aun así te dejo acercarte, solo sigue igual, demuéstrale que de verdad te importa y yo me encargaré del resto—

—No quiero perderla—

—No lo harás, así que ahora ve a cuidarla— el líder asintió y regreso a tu habitación.

—¿Qué exactamente planeas hacer?— Hawks salió de las sombras, había escuchado toda la conversación.

—No es bueno que estén juntos pero tampoco es bueno separarlos— se quejo el pelinegro —algo se me ocurrirá—

—Siempre podemos idear algo mas para que ella escape— al escucharlo Dabi lo observo fijamente, analizándolo con la mirada.

—Se que crees que ahora tienes una estúpida deuda de vida con ella— se acercó al rubio —pero si en verdad quieres pagarla seguirás mis órdenes y no actuaras solo, lo último que quieres es que tú cadáver le haga compañía a el de ella— amenazó.

—¿Eso significa que planeas dejarla libre?—

—No, significa que lo consideraré—

Shigaraki habia llegado justo en el momento en que Garaki abandonaba tu habitación, el mayor le explico que volvería después para la siguiente dosis de medicamentos. Al entrar te encontró recostada en tu cama, con una intravenosa en el brazo y tu mirada igual de vacía que la última vez.

Arrastrando sus pasos llegó hasta la silla que estaba a tu lado y en medio de un suspiro se desplomo en ella.

—Lo siento— repitió —nada de esto debió pasar, yo… se que ye hice daño— tomo tu mano —no lo volveré a hacer, lo prometo—

El tiempo siguió su curso siendo el silencio el tercer acompañante en la habitación, eras plenamente consiente de lo que sucedía a tu alrededor pero en instantes todo desaparecía, incluso tu, para dar paso a una oscuridad que amenazaba con devorarte. Querías gritar, querías correr lejos, pero lo único que lograste es que las lágrimas volvieran a fluir. Al verte Shigaraki no dudo en acercarse a limpiarlas en medio de nuevas súplicas por perdón. Si mano se sentía fría al tacto pero de algún modo te recordaba que seguías ahí, seguías viva.

Los siguientes días los pasaste en el mismo estado, y Shigaraki seguía ahí a tu lado, conversando cosas sin sentido, disculpándose, incluso una vez te pareció escucharlo llorar pero no estabas segura. Lo que si recordabas claramente es el momento en que te contó sobre su don, el simple hecho de imaginar por lo que tuvo que pasar a tan corta edad bastaba para causarte dolor en el corazón, no había Sido su culpa y aún así ese simple acto definió su futuro.

Cuando por fin lograste mover un dedo se sintió como una enorme victoria, que tú acompañante festejo al mismo tiempo que tu, en su emoción Shigaraki abandonó la habitación para buscar al Doctor Garaki. Tu cuerpo poco a poco recupero la libertad que se le había arrebatado y para cuando Shigaraki regreso tú ya estabas sentada en la cama. El medico se apresuró a revisarte y después de asegurarse de que tú salud estuviera bien te dio un par de indicaciones que incluían descansar todo lo posible y se marcho.

El agradable silencio que antes los acompañaba pronto se volvió incómodo, tu mirada estaba fija en tus manos con las que no dejabas de jugar, podías sentir su penetrante mirada a tu lado, aún así cuando escuchaste que dio un paso tu cuerpo se sobresalto.

—Lo siento— Shigaraki nuevamente se disculpo —enserio lo siento, si me lo pides no me acercare—

Apretaste la manta bajo tus manos sabiendo que esa era una petición injusta, era más que obvio que no le querías cerca pero también sabías que realmente no era tu decisión, tu vida dependía de él ¿Cómo se atrevía a ofrecer algo para lo que solo habia una solución?

Tu no habías pedido estar en esta situación así que te parecía una burla que se te ofrecieran opciones cuando no las había, no si querías vivir. Por suerte no tuviste que responder pues en ese momento Dabi llamo a la puerta, necesitaba que Shigaraki atendiera una de sus responsabilidades que por lo que escuchaste había estado evitando por cuidarte. Una disculpa más antes de irse, pero la puerta no se cerró.

Levantaste la mirada para encontrarte con aquel par de zafiros que te escudriñaba, Dabi dio un paso al frente cerrando la puerta detrás de él, inmediatamente tu cuerpo volvió a estar en alerta al recordar que sus conversaciones privadas no eran realmente amigables.

—Garaki dijo que estarías bien— se sentó justo dónde hace unos momentos había estado su amigo —Me odias ¿no? Por haberte traicionado— no respondiste, nuevamente no había nada que decir que no te asegurará un castigo o peor —se que eso es lo que piensas y no me importa, realmente lo que pienses de mi me importa un carajo, pero quiero que sepas que yo no mentí, tu te equivocaste— te giraste a verlo con una mueca de incredulidad —Endevor llegó cinco minutos después al lugar, si hubieras esperado no estarías en esta cama, serias libre, pero a final de cuentas fue tu decisión la que te llevo a este punto—

Desviaste la mirada y las lágrimas volvieron a caer ¿Cómo era posible que el deseo de querer sobrevivir fuer algo de lo que culparte? Tu no habías pedido esto, más de una vez habías esperado la muerte pero este limbo en el que te mantenían era mentalmente agotador.

—Ahora toquemos el asunto que me trajo aquí— continuo ignorando el obvio hecho de que lloraba —te reitero que me da igual si vives o mueres, por desgracia ahora una deuda de vida se ha convertido en una molestia por lo que he venido a ofrecerte un trato o una advertencia, como prefieras verlo— nuevamente giraste tu rostro hacia él —quieres vivir, quieres salir de aquí y puedo asegurarte que una oportunidad como la que desperdiciaste volverá a surgir, si haces lo que pido prometo hacerme de la vista gorda cuando te escabullas con un héroe—

—¿Qué quieres que haga?— dijiste con la voz ronca por tanto haber estado sin hablar, tu mirada mostraba la desconfianza que le tenias.

—Simple, es el mismo pedido de antes, solo quiero que hagas feliz a Shigaraki, que seas tan encantadora que sea irresistible, eso también garantiza que sigas con vida —Dabi sonrió —después de todo desintegrarse no es la única forma de morir—

Gracias por leerme ♥️
Nos vemos el 1 ✌️