Capitulo 1

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El día estaba nublado cuando Chiara entró por primera vez al set de rodaje. Con su libreta color rosa bajo el brazo y una mochila colgando del hombro, se sentía como una niña en una juguetería. A pesar de sus 18 años recién cumplidos, era difícil no emocionarse al estar rodeada de cámaras, luces, y lo más importante: el elenco. Este era su primer proyecto en serio desde que había comenzado sus estudios de cinematografía, y la oportunidad de estar detrás de las cámaras, aunque solo fuera como asistente de dirección, ya era más de lo que había soñado.

Sin embargo, mientras Chiara observaba el set, su mirada se detuvo en una figura que destacaba entre todos: Violeta Hódar. 

Chiara la había admirado durante años. Violeta no solo era actriz, sino también cantante y escritora de poemas. El cabello rojizo de Violeta caía con gracia sobre sus hombros, y sus movimientos denotaban una confianza innata. Era magnética, de esas personas que no pasan desapercibidas, y a Chiara le costaba apartar la vista.

Chiara sabía que Violeta era mayor que ella.

Para ella, Violeta representaba todo lo que aspiraba ser: creativa, exitosa y dueña de su propio destino.

Violeta, por su parte, no tenía idea de quién era Chiara más allá de su rol en el set. La había visto trabajando detrás de las cámaras, siempre concentrada, con su libreta en mano. Para Violeta, la presencia de Chiara era la de una joven profesional, quizá un par de años menor que ella, pero no mucho más. Nunca se le ocurrió pensar que Chiara apenas había cumplido 18 años. Esa diferencia de edad de siete años sería algo que complicaría las cosas en el futuro, pero en ese momento, ambas estaban inmersas en sus respectivos mundos.

Durante una pausa en el rodaje, Chiara se encontró trabajando cerca de Violeta, ajustando algunas notas técnicas. Su corazón se aceleró cuando escuchó una voz suave detrás de ella.

—Hola, ¿eres parte del equipo de dirección? —preguntó Violeta con una sonrisa.

Chiara sintió un pequeño nudo en el estómago, pero rápidamente trató de controlarse.

—Sí, soy asistente de dirección —respondió, esforzándose por sonar profesional. No podía permitirse perder la compostura en su primer día.

—Impresionante, ¿tu no eres de aquí, no? —comentó Violeta, manteniendo la mirada en Chiara, quien sintió como si el tiempo se hubiera detenido por un instante. Había algo en la manera en que Violeta la observaba, con esos ojos marrones profundos que parecían ver más allá de la superficie.

—Soy mitad inglesa, pero nací en Menorca—Respondió Chiara.

La conversación fue breve, pero suficiente para dejar a Chiara con una sensación de intriga. Violeta era encantadora, segura de sí misma y accesible de una manera que Chiara no esperaba. No sentía que estuviera tratando con una celebridad, sino con alguien genuino y apasionado por su arte.

Más tarde, mientras Chiara tomaba notas, no podía dejar de pensar en ese pequeño intercambio. No era amor lo que sentía, ni siquiera atracción romántica en ese momento, pero algo en Violeta la había cautivado. No era solo su talento o su belleza; era la autenticidad con la que se manejaba en cada situación, su capacidad para hacer que todos a su alrededor se sintieran cómodos, como si cada persona importara.

Chiara no se enamoró de Violeta ese día, pero algo comenzó a despertarse en ella. La admiración que ya sentía se mezcló con una creciente curiosidad, una chispa que no podía ignorar. ¿Cómo sería conocer a Violeta fuera del set? ¿Qué más podría descubrir de esa mujer que parecía tan inalcanzable y, al mismo tiempo, tan cercana?

Al final del día, mientras el equipo comenzaba a desmontar las cámaras y las luces, Chiara miró de reojo a Violeta una vez más. Sabía que no podía permitirse distraerse, pero algo dentro de ella ya empezaba a cambiar. Lo que había comenzado como admiración profesional, poco a poco, se convertiría en algo más complicado.

Entre Estrellas y Promesas- KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora