3- My lover...

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(Jueves 3:45 pm)

Gustav

Hace años le había prometido a mi mejor amiga que nunca le diría a Tom que estaba viva, y bueno, lo cumplí, pero no podría mantener el secreto por siempre, es decir, me había convertido en el mejor amigo de las personas que me metieron en prisión. Había sido liberado hace unos días y ahora mismo, estaba esperando a tres de ellos.

-Carajo, ¿por qué mierda me metí en esto?- pensé, le había prometido a Elena que nunca diría nada, pero ahora mismo estaba esperando a las personas que no deberían saber que estaba viva.

-Pricionero 345, 356 y 407, están libres- escuche decir mientras espera fuera de la prisión.

-Mierda, me duele todo el cuerpo - hablo el chico que hace años tenía su cabello largo.

-Ni me lo digas, esto de prisión es una mierda - hablo el pelinegro de tés blanca.

-Hey Gus, como te ha ido amigo- hablo Georg acercándose para darme un abrazo. -Escuche que en dos días será el cumpleaños de tu hija-

-Literalmente te lo dije ayer- hablé con la ceja alzada.

-Joder, no le hagas caso, esto de ser libre le está afectando - hablo Bill el cuál se acercaba con una sonrisa.

-Vamos a casa- ordenó Tom el cuál tenía su misma mirada fría de los últimos 10 años.

-Suban al auto, tengo que hacer una llamada - hablé sacando mi teléfono para llamar a la mujer que no quería ni ver a los chicos frente a mi.

Que sucede Gus?

Tengo que decirte algo

Ahora, estoy demasiado ocupada terminando el pastel de Lucy

Mierda enana, esto no puede esperar

Te llamo después, llegó Max, besos

Ena- me quedé con la palabra en la boca ya que Elena había terminado la llamada.

-Mierda Gus, quiero ir a casa- se quejo Bill.

-Ya voy, mierda- hablé subiendo al auto, este será un largo viaje.

Llegamos a casa de los Kaulitz y entramos siendo recibidos por Beth. Pasamos toda la tarde siendo sermoniados por Beth y Glen, la verdad no podía escucharlos, estaba demasiado preocupado por Elena, si ella se entera que Tom está libre, se iría del país sin mirar atrás.

-Beth, que hacemos con Elena- hablé aprovechando que Glen regañaba a sus hijos.

-He intentado comunicarme con ella, pero no contesta ninguna de mis llamadas- contesto Beth preocupada.

-Tambien la llame, pero me colgó ya que había llegado Max-

-Tenemos que decirle lo antes posible, no puede ver a Tom - hablo Beth -Dime lo que sucedió realmente Gustav-

-Eso es algo que no tengo el derecho de decir...- murmuré sintiendo la mirada preocupante de Beth.

-Tom es mi hijo, pero Elena también, necesito saber que sucedió entre ellos, por favor Gustav- me suplico y no podía soportar ver el dolor en sus ojos.

-Lo único que te puedo decir... Es que cuando Elena se enteró que no tenía tu sangre... Paso demasiado tiempo con Tom y bueno... Terminaron enamorados o eso es lo que creó - hablé con un nudo en la garganta, claramente no le iba a decir que sus hijos habían violado a Elena, no me correspondía.

My Living Demons// Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora