No todo es lo que parece

Capitulo 3

- Lista, para lo que te voy a decir, necesito que escuches con atención cada parte, para que me des una buena deducción.

-Empieza. 

- Cuando fui a buscar a mi hermano para irnos, estaba con la novia ya sabes, me toco esperar, en ese momento, Esteban se me acerca, y pues le dije que me parecía fastidioso verse tanto con una persona y no cansarse, me dijo que cuando una persona esta enamorada son cosas que siempre se quieren hacer, que en mi no pasaban esas cosas, porque soy una persona "fria"

-Tiene razón Gabbi.
- Aja, ese no es punto.

Eso me dejo intrigada   y le pregunte si le ha pasado eso ya, me dijo que si, pero que la persona no lo sabe, asi que le dije que si porque no se lo decía, me dijo porque es alguien muy fría. 

 - Ahora bien, soy yo?

- Existen muchas personas frías, no solo tú, pero, te dijo a ti que eras fría y luego te dice que es fría la persona que le gusta, eso pudo ser una indirecta, no crees?

- La verdad, no se ni que creer, no soy su tipo.

- Te has visto en un espejo Gabbi, eres hermosa, inteligente, segura, Dios a más de un hombre tienes babeando, que no te fijes en ellos, es diferente, en la fiesta de esta noche, se lo puedes preguntar directamente.

-Vale, lo pensare. 

Luego de que Andrea se fue, mientras me arreglaba para la fiesta, me encontraba frente al espejo, indecisa sobre qué ponerme. Quería algo que me hiciera sentir segura y atractiva, pero también cómoda. Después de probarme varios conjuntos, finalmente me decidí por un vestido negro elegante que siempre me hacía sentir bien.

El vestido era de un negro profundo, con un corte que resaltaba mis curvas de manera sofisticada. Tenía un escote en V que añadía un toque de sensualidad sin ser demasiado revelador. La tela suave y fluida caía perfectamente sobre mi figura, destacando mi piel morena y mi silueta voluptuosa. El vestido tenía un detalle de encaje en los hombros y una abertura lateral que permitía un movimiento cómodo y elegante.

Para completar el look, dejé mi cabello negro largo suelto, cayendo en ondas naturales sobre mis hombros. Opté por unos pendientes plateados que brillaban sutilmente y un par de tacones negros que alargaban mis piernas y me daban un aire de confianza. Un maquillaje sencillo pero efectivo, con un toque de delineador y un labial rojo, terminó de darme ese toque de seguridad y atractivo que buscaba.

Al mirarme una última vez en el espejo, me sentí lista para la noche. Sabía que con este conjunto no solo me vería bien, sino que también me sentiría segura y cómoda para enfrentar cualquier situación que se presentara en la fiesta.

Al llegar a la fiesta, el ambiente estaba animado y lleno de gente. Saludé a algunos amigos y me dirigí a la barra para tomar algo. Mientras esperaba mi bebida, noté a Esteban al otro lado de la sala, hablando con un grupo de personas. Me pregunté si debería acercarme y hablar con él sobre lo que había dicho antes.

Antes de tomar una decisión, vi a mis amigas Samara, Andrea y Vanessa cerca de la pista de baile. Me acerqué a ellas con una sonrisa.

-"¡Gabbi! ¡Qué guapa estás!" exclamó Samara, dándome un abrazo.

-"Gracias, Samara. Ustedes también se ven increíbles", respondí, devolviendo el abrazo.

-"¿Ya viste a Esteban?" preguntó Andrea, levantando una ceja con curiosidad.

-"Sí, lo vi al otro lado de la sala. Estaba pensando en hablar con él sobre lo que me dijo antes", admití, sintiendo un poco de nerviosismo.

-"¿Sobre lo de que le gusta alguien fría?" preguntó Vanessa, con una sonrisa traviesa. "¿Crees que hablaba de ti?"

-"Eso es lo que quiero averiguar", dije, tomando un sorbo de mi bebida para calmarme. "No estoy segura de cómo abordar el tema."

-"Solo sé tú misma, Gabbi", dijo Samara, dándome una palmadita en el hombro. "Eres increíble y si él no puede ver eso, es su pérdida."

-"Además, esta es una fiesta. Relájate y diviértete un poco antes de hablar con él", sugirió Andrea. "Baila con nosotras un rato."

Sonreí, sintiéndome un poco más relajada gracias a sus palabras.- "Tienen razón. Vamos a bailar un poco."

Nos dirigimos a la pista de baile y pasamos un buen rato riendo y disfrutando de la música. Después de un par de canciones, me sentí más segura y decidí que era el momento de hablar con Esteban.