2: Maquillaje Excesivo.

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SeokJin se miraba al espejo del baño con el corazón latiéndole en los oídos. El golpe aún ardía en su mejilla, una marca que no solo dolía físicamente, sino también en su orgullo. El reflejo en el espejo le devolvía una imagen que no podía soportar: la hinchazón que comenzaba a tomar forma y el leve tono morado que oscurecía su piel.

Sabía que su familia pronto lo vería y no podía permitir que hicieran preguntas. Su madre siempre había sido muy observadora, y su padre... no, no podía saberlo. Las preguntas, las miradas llenas de sospecha, de preocupación, serían demasiado. Y peor aún, si llegaban a descubrirlo, NamJoon podría enojarse más. SeokJin no podía arriesgarse a que eso sucediera.

Con manos temblorosas, abrió el cajón del baño y sacó una pequeña bolsa de maquillaje que solía usar para ocasiones especiales. Nunca había pensado que la usaría para esto, para esconder algo tan vergonzoso.

El silencio en el baño lo envolvía, amplificando el sonido de su respiración. Sacó la base de maquillaje más gruesa que tenía y la aplicó en sus dedos. Con un suspiro, comenzó a extenderla suavemente sobre la zona afectada, sus dedos temblando mientras trataba de ser delicado. La textura fría del maquillaje contrastaba con el calor de la hinchazón. Cada vez que tocaba la piel, una punzada de dolor le atravesaba, pero no se detuvo.

— Esto no puede verse. Nadie debe saberlo.— se repetía una y otra vez como un mantra, tratando de convencerse de que al cubrir la marca, también estaba ocultando su vergüenza, su debilidad.

Aplicó capa tras capa, hasta que la piel comenzó a verse uniforme. A cada pasada, sentía que estaba construyendo una barrera entre él y el mundo, una máscara que protegería no solo su rostro, sino también su relación con NamJoon. "No lo hizo a propósito", pensaba mientras trabajaba en perfeccionar el disfraz, buscando convencerse de que todo era solo un malentendido.

Finalmente, después de varios minutos de ajustes meticulosos, SeokJin se alejó un paso del espejo y observó su trabajo. El golpe estaba oculto, al menos superficialmente. La hinchazón aún estaba ahí si alguien miraba demasiado de cerca, pero con un poco de suerte, nadie lo haría.

Se miró de nuevo, tratando de esbozar una sonrisa, pero su reflejo no devolvía la confianza que buscaba. Lo único que podía ver era la fragilidad detrás de la capa de maquillaje, la forma en que el miedo y la tristeza se filtraban en sus ojos, incluso si su rostro parecía impecable.

Guardó el maquillaje y respiró hondo. "Estás bien", se dijo a sí mismo, aunque sabía que era una mentira. Se acercó al espejo una última vez, ajustando algunos detalles, y salió del baño, preparándose para enfrentar el día con la esperanza de que nadie se diera cuenta de lo que realmente estaba sucediendo.

. . .

YoonGi caminaba por los pasillos de la escuela con una sensación inquietante en el pecho. Algo no iba bien. Había visto a SeokJin más temprano, pero algo en la manera en que bajaba la mirada y evitaba su contacto visual lo preocupaba. Decidió buscarlo, sabiendo que cuando SeokJin actuaba así, era porque NamJoon estaba involucrado.

Finalmente lo encontró en el patio trasero, sentado en un banco. SeokJin tenía la cabeza inclinada, una mano cubriendo su mejilla mientras miraba hacia el suelo con los ojos nublados. YoonGi se acercó lentamente, su corazón acelerándose.

— SeokJin... ¿qué pasó? — preguntó en un susurro preocupado, agachándose frente a él. SeokJin levantó la mirada rápidamente, como si hubiera sido sorprendido haciendo algo indebido.

— No pasó nada, YoonGi— respondió con voz temblorosa, apartando la mano de su mejilla. Pero fue entonces cuando YoonGi lo vio.

Una leve hinchazón y un enrojecimiento se extendían por la mejilla de SeokJin, la marca de un golpe claramente visible, aunque SeokJin había tratado de cubrirla con maquillaje.

Lunares De Amor | YoonJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora