1: Lunares.

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Yoongi observaba a SeokJin en silencio, casi como si el tiempo hubiera decidido detenerse solo para que él pudiera admirarlo. Había algo en su rostro que siempre lo había fascinado, una suavidad en sus rasgos que se contraponía a la dureza de la vida que llevaba junto a NamJoon. Pero aquel día, mientras estaban más cerca de lo habitual, algo cambió.

Lo vio. O más bien, los vio.

Lunares.

Pequeños puntos oscuros que se esparcían delicadamente por la mejilla de SeokJin, casi ocultos bajo una capa fina de maquillaje, como si SeokJin hubiera querido borrarlos del mundo. Eran sutiles, pero estaban allí, marcando la piel de SeokJin con una belleza que Yoongi no había notado antes. Su corazón dio un vuelco al comprender lo que esos lunares representaban para él. Mientras SeokJin hablaba, perdido en sus propias palabras, Yoongi no podía apartar la vista de ellos. "¿Cómo es que no los había visto antes? ¿O tal vez si?" pensó, sintiendo una mezcla de asombro y tristeza. No era solo que esos lunares pasaran desapercibidos; era que SeokJin había estado intentando esconderlos, casi como si temiera que fueran algo de lo que avergonzarse. Y Yoongi sabía por qué.

“NamJoon”

El nombre surgió en su mente con un sabor amargo. NamJoon, con su arrogancia y su capacidad infinita para hacer sentir a SeokJin que algo estaba mal en él, incluso algo tan pequeño y hermoso como aquellos lunares. Yoongi podía imaginar cómo NamJoon se burlaba de ellos, cómo lo hacía sentir menos. "¿Cómo pudo no ver lo hermoso que es?", pensó Yoongi, con una mezcla de rabia y ternura.

En ese momento, Yoongi sintió una punzada en el pecho. Porque donde NamJoon solo veía defectos, él veía algo único. Los lunares de SeokJin eran una parte de su esencia, de su historia, de todo lo que lo hacía ser quien era.

— Tienes... — murmuró Yoongi, apenas encontrando su voz. Sus ojos permanecían fijos en los lunares, como si el simple hecho de mirarlos lo hiciera sentir más cerca de SeokJin.—  Tienes lunares en tú cara— SeokJin se tensó al escuchar aquellas palabras. Instintivamente, levantó una mano para cubrirse la mejilla, como si Yoongi hubiera descubierto un secreto vergonzoso.

—Sí... lo sé. — respondió con un hilo de voz, tratando de evitar la mirada de Yoongi.

Pero Yoongi no estaba dispuesto a dejar que ese momento pasara. Dio un paso adelante, acercándose lo suficiente como para que SeokJin no pudiera ocultarse más. Sus dedos rozaron suavemente la mano de SeokJin, retirándola con delicadeza para que los lunares quedaran expuestos nuevamente.

— Son hermosos.— dijo Yoongi en un susurro, sus palabras llenas de una sinceridad que hizo que el corazón de SeokJin latiera con fuerza.

SeokJin lo miró, incrédulo, como si nunca hubiera considerado la posibilidad de que alguien pudiera verlos de esa manera. Nadie, y menos NamJoon, le había dicho algo así. Yoongi, en cambio, no apartaba la mirada, como si estuviera descubriendo una parte de SeokJin que había estado esperando ser vista todo ese tiempo.

En ese instante, Yoongi sintió una oleada de emociones. Rabia, porque NamJoon había hecho que SeokJin se sintiera inseguro por algo tan insignificante y precioso. Ternura, porque esos lunares eran una marca de la vulnerabilidad de SeokJin, de todo lo que había soportado en silencio. Y amor, porque Yoongi siempre había visto la belleza en SeokJin, pero ahora lo sentía con más fuerza que nunca.

— Hoy saldré con NamJoon a una cita con su familia, espero que me vaya bien, sus padres son lindos…

. . .

El sol de la tarde comenzaba a descender, tiñendo la habitación con una luz dorada. SeokJin se miraba en el espejo, ajustando su camisa y asegurándose de que todo estuviera en orden para su cita con NamJoon. Estaba emocionado, como siempre lo estaba antes de verlo, pero esa emoción siempre venía acompañada de una ligera ansiedad, una punzada en el pecho que nunca se iba del todo.

Lunares De Amor | YoonJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora