♡ Capitulo 5 ♡

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Los días de celo del pelinegro ya habian finalizado, y por primera vez se sintió satisfecho en uno de sus celos

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Los días de celo del pelinegro ya habian finalizado, y por primera vez se sintió satisfecho en uno de sus celos. Mejor dicho, fue el mejor de todos.

No tuvo ningún contacto sexual con un alfa, pero no lo necesitaba, solo necesitaba el aroma de su lindo alfa para poder estar más tranquilo.

-¿Ya estás mejor, mi niño?-Dijo el Alfa viendo a su hijo tallando sus ojos con sus puños.

-Si pa, ya estoy mucho mejor, el dulce aroma de Pupu me ayudó demasiado.-Respondió viendo a sus padres con sus ojos adormilados.

-Pequeño, ¿No te duele el cuerpo o algo?-Cuestiono el omega mayor sirviendo el desayuno.

El tailandes sabía a lo que se refería su papá, Pavel en sus tres días de celo no había usado el consolador, de hecho ni le interesó, basto con el aroma de Pooh por toda su habitación para quedar contento y satisfecho.

-No pá, no utilicé el consolador, como le dije a papá Jai, con solo el aroma de pooh me bastó para estar calmado esos tres largos días de celo. -Finalizó tomando asiento junto a la pareja.

Sus padres se miraron cómplices, su pequeño bebé estaba enamorado hasta los
pies de Krittin al punto de que, no necesito del placer para calmar su calor.

No, el solo necesito del dulce aroma de su alía para estar tranquilo, ambos serían una pareja hermosa.

Jai se encargó de servir el desayuno para su familia, después de tres largos días sin ver a su pequeño estaban más que contentos.

El pelinegro era la alegría del hogar, y no solo eso, también era la alegría del corazón de cierta chico amante del rosa.

Pooh ya estaba parado al frente de la casa de pavel, otro ramo de flores en su mano y un pequeño collar, el cual compro con sus ahorros. A Krittin no le molestaba gastar su dinero, sabía que todo ese dinero gastado era por un bien, un bien que si estaba dando frutos.

A penas vio el mensaje de parte del tailandes de buenos días, diciéndole que ya estaba bien y que ya podía venir a verlo, saltó de su casa, se puso la ropa más rosada que tenía y fue a la casa de su omega.

Pooh estaba dispuesto a pedir perdón, por no ser un buen alfa y pasar el celo de su omega junto a el, el tailandes sentía que su pancita daba y daba demasiadas vueltas. No quería que nada malo pasara entre el y el
Omega.

El pelinegro bajo ya arreglado para abrirle la puerta a su Alfa, el omega estaba tan emocionado por verlo. Pero lo que vio le partió el corazón.

En tan solo un minuto, pooh rompió en llanto, tenía miedo de que Naret ahora lo rechazara por no haberlo ayudado con su calor.

Krittin sentía que ya no merecia ser llamado alfa, aunque claro, nadie se lo decía.

— Pupu, ¿Q-qu-qué te está pasando?—Exasperado, pavel tartamudeo al ver al alfa llorar.

-Perdóname por ser un mal e inútil alfa,
no pude estar para ti en tu celo, no estuve para cuidarte y atenderte como te lo mereces.- pooh abrazo al omega, aún con los detalles en su mano.

- pooh...-El pelinegro sintió como el más alto lo estaba abrazando y derramando sus lágrimas en su nuca. -Lo siento, entenderé que ya no quieres que yo siga con el cortejo, pero quiero que sepas que y-yo te amo.-Se disculpó nuevamente Krittin sin parar de llorar.

El tailandes no quería que pooh dejara de cortejearlo, amaba los detalles y mimos del mayor, ¿Por qué ese tonto alfa estaba asi?

- Pooh, mi amor, cálmate, no voy a rechazar tu cortejo— Comentó separándose del azabache lentamente.

-P-pero, te deje solo, solo con todos esos malditos pedazos de tela y no pude venir yo personalmente a ayudarte— Limpio sus lágrimas con la manga de su abrigo.

- Pooh..., tranquilo, yo en ningún momento me sentí solo, al contrario, me senti el omega más afortunado, mi alfa se preocupó por mi y me mandó su ropa con su dulce aroma impregnado en ellas.—Respondió tomando una de las mejillas rojas y abultadas de Pooh

-Pero de igual manera, no pude pensar y dormir en paz todos estos días pensando en que ya no me amarás-Hizo un puchero mientras una que otra lágrima descendía sobre su mejilla.

-Oye, está todo bien, tú me ayudaste a pasar mi celo de la mejor manera posible, ningún consolador o supresor me ayudó más que tu dulce aroma.- Pavel se acercó y le dio un beso al mayor en los labios.

Pooh quedó impresionado, a pesar de que ambos se demostraban amor, eran simples abrazos y besos en las mejillas o en la frente, nunca se habían besado aún en los labios.

Pero al tailandes no le importó, ahora más que nada necesitaba que el omega calmara su dolor.

Y el más bajo lo supo, supo que debía tranquilizar a ese dulce alfa que tenía enfrente de el.

Ambos correspondían su beso lentamente, un beso lleno de amor y ternura, un beso con el cual sabían que ya era hora de dar el siguiente paso.

Y aunque claro, era un poco torpe su beso, puesto que era el primero en toda su vida, si en los labios hablamos.

-Mi pequeño, te traje estos regalos y quisiera invitarte a una cita.-Hablo sonrojado el azabache, jugando con sus dedos

-Gracias Pupu, voy a dejar esto adentro
y ya salgo para que podamos ir a nuestra cita.- Pavel recibió los regalos y fue adentro de su Casa.

Supo que en la cajita había un collar, así que lo saco y se quedó viendo, enamorado aquella joya, un corazón con las iniciales de ambos grabadas en el centro.

No dudó en colocarlo en su cuello y salir con el.

Los corazones volaban a su alrededor cuando ambos estaban juntos.


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⏰ Última actualización: Sep 20 ⏰

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