Capítulo 2: Reflexiones y decisiones
El sol matutino iluminaba la pequeña habitación donde Itadori descansaba, sus pensamientos aún nublados por los recientes eventos. La lucha contra Sukuna era una memoria dolorosamente reciente, pero debía mantener ese pasado en secreto. Mientras miraba por la ventana, sentía su energía maldita fluctuando, descontrolada en este nuevo mundo. Por más que intentara concentrarse, no lograba dominarla como antes.
Con un suspiro, decidió levantarse de la cama y caminar por la mansión de la Familia Hestia. Era un lugar grande y acogedor, con un aire cálido que contrastaba con la tensión constante que Itadori había experimentado en su mundo. Mientras deambulaba, se encontró inmerso en sus pensamientos, reflexionando sobre su poder y las dificultades que enfrentaba para controlarlo aquí.
En ese momento, Itadori se encontró en la sala principal, donde Bell, Lili, Welf y la diosa Hestia estaban reunidos conversando alegremente. Al verlo, Bell lo saludó con entusiasmo.
—¡Yuji! —dijo, poniéndose de pie—. ¿Cómo te sientes hoy?
—Mejor, gracias —respondió Itadori con una sonrisa ligera, aunque su mente seguía llena de preguntas.
—Nos alegra verte recuperado —comentó Lili—. Aunque esa energía que emanabas... era diferente a todo lo que hemos visto.
La conversación fluyó de manera amistosa, pero Itadori se mantenía reservado. Sabía que no podía revelar la verdadera naturaleza de su poder. Después de un rato, Hestia tomó la palabra, su tono más serio.
—Yuji, he estado pensando —dijo la diosa—. Has mostrado tener un gran poder y potencial. Me gustaría ofrecerte algo importante... ¿Te gustaría unirte a la Familia Hestia?
Itadori se quedó en silencio, procesando lo que acababa de escuchar. En este mundo, las familias no eran simples grupos de aventureros, sino un lazo directo con una deidad. Para ser un aventurero y obtener la falna —la bendición que les permitía mejorar—, necesitaba formar parte de una familia.
—¿Familia? —preguntó Itadori, con una mezcla de curiosidad y duda—. ¿Qué significa eso realmente?
Hestia sonrió, viendo que la pregunta era sincera.
—Formar parte de una familia significa recibir mi bendición, mi falna. Con ella, tu poder se verá reflejado en un estatus, con parámetros que aumentarán a medida que ganes experiencia. No solo eso, sino que también formarás parte de un grupo que te apoyará. Serás uno de nosotros, Yuji, y nunca estarás solo.
Las palabras de Hestia resonaron en la mente de Itadori. En su mundo, nunca había tenido algo parecido a lo que Bell y los demás compartían: un sentido de pertenencia y comunidad. Sin embargo, algo en su interior lo hacía dudar. Sabía que su energía maldita era peligrosa, inestable, y que no quería poner a otros en riesgo.
—No sé si pertenezco aquí —admitió Itadori, evitando los ojos de Hestia—. Soy... diferente. Mi poder no es como el de ustedes.
Bell se adelantó, con una expresión seria.
—Todos somos diferentes, Yuji —dijo—. Pero eso no significa que no podamos luchar juntos. Yo era alguien sin experiencia, pero gracias a la Diosa Hestia, he encontrado mi camino. Si decides unirte, tendrás un lugar entre nosotros.
Itadori levantó la mirada, observando los rostros de quienes lo rodeaban. Podía sentir la calidez y sinceridad en sus palabras. Aunque su pasado y su poder eran un misterio, había algo reconfortante en la idea de pertenecer a un grupo, de tener una familia.
—Lo pensaré —respondió, con una ligera sonrisa—. Gracias por la oferta.
Esa misma tarde, después de reflexionar sobre la propuesta de Hestia, Itadori decidió dar el paso. Aceptó unirse a la Familia Hestia, recibiendo la falna que le permitiría convertirse en aventurero.
En la sala principal de la mansión, Hestia le pidió que se acostara boca abajo y se quitara la camisa que tenia mientras ella se preparaba para inscribir la bendición en su espalda. Al colocar sus manos sobre él, sintió el flujo de poder que recorría el cuerpo de Itadori, y pronto, los símbolos y estadísticas comenzaron a manifestarse.
—¡Guau! —exclamó Hestia, sorprendida—. Tus estadísticas iniciales son increíbles, Yuji. ¡Nunca he visto algo así!
El sistema de Danmachi era diferente al de su mundo, pero Itadori podía entender la importancia de lo que Hestia decía. Su fuerza, agilidad, destreza y demás parámetros eran extremadamente altos, incluso para un novato. Sin embargo, seguía siendo nivel 1, lo que significaba que aún tenía mucho por aprender y mejorar.
Estadísticas iniciales de Itadori:
Fuerza: S999
Defensa: S999
Destreza: A999
Agilidad: A890
Magia: D500
A pesar de estas estadísticas impresionantes, su control sobre su energía maldita seguía siendo limitado, y hasta que lograra dominarla en este mundo, no sería capaz de subir de nivel.
Bell, que había estado observando, sonrió con admiración.
—Tus estadísticas son increíbles, Yuji —dijo Bell—. Estoy seguro de que pronto serás uno de los aventureros más fuertes de Orario.
Itadori asintió, aunque sabía que su verdadero desafío no serían los números, sino aprender a controlar su energía y encontrar su lugar en este nuevo mundo. Pero por primera vez en mucho tiempo, sintió que quizás aquí, con ellos, podría tener la oportunidad de ser feliz.
Fin del capítulo 3.
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Este episodio es corto por que quería centrarme solamente en itadori y en el tema de la familia y estadísticas de el así que esto es todo
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Un Hechizero En Un Mundo Magico
FanfictionHola buenas aquí otra historia buenarda o no se