El ascender de un héroe

Captura la bandera parte 1

La carrera de obstáculos había terminado, el polvo aún se alzaba en el aire mientras los espectadores ovacionaban a los competidores que cruzaban la meta. Sin embargo, la mente de Hiro se encontraba atrapada en un recuerdo que sucedió momentos antes, una sensación que no podía sacudirse.

Volvía a ese instante, en medio de la competencia, cuando algo oscuro y denso comenzó a envolverlo. Era una masa, una energía incontrolable que fluía por su cuerpo, cubriendo cada rincón de su ser. Por primera vez, Hiro se sintió verdaderamente fuerte. Sus sentidos se agudizaron, su cuerpo respondió con una velocidad que jamás había experimentado. Pero no era solo poder, era un hambre, una furia que no comprendía.

Los robots que aparecían en el trayecto cayeron uno tras otro, destruidos con una facilidad abrumadora. Hiro no los atacaba por decisión propia, era como si su cuerpo  buscara algo pero terminado en el camino  y lo destruiria. Se movían más rápido de lo que podía procesar, sus manos golpeaban como si tuvieran vida propia, y en su mente, todo era un torbellino de caos.

Avanzaba sin rumbo fijo, apenas consciente de la dirección en la que iba. Los gritos y el sonido metálico de los robots caídos resonaban a su alrededor, pero dentro de él, solo había un único pensamiento: algo le estaba llevando. Sin poder detenerse, Hiro se acercaba a la entrada de un túnel, su velocidad aumentaba, y con cada paso, el poder oscuro se hacía más denso, más difícil de controlar.

Consciente del peligro que representaba, Hiro tomó una decisión que le costó todo su ser: desactivar aquella energía que le hacía sentirse invencible. La oscuridad se desvaneció tan rápido como había llegado, dejándolo completamente expuesto. Un dolor abrasador recorrió cada músculo de su cuerpo, como si el propio peso de aquel poder lo estuviera aplastando desde dentro. Tropezó, tambaleándose hacia adelante hasta caer de rodillas justo a la entrada del túnel.

El dolor era insoportable, sus extremidades temblaban y su respiración se entrecortaba. Pero más que el dolor físico, lo que más le afectaba era la sensación de vacío que dejó aquella oscuridad al irse. Sintió que todo su poder, todo lo que había sido por un breve momento, desapareció, dejándolo más vulnerable que nunca.

Aún en el suelo, respirando con dificultad, Hiro miró hacia adelante. Había llegado lejos, pero a un costo que ni siquiera él había previsto. Las sombras que lo habían fortalecido lo habían traicionado, dejándole solo con el dolor y la duda de si alguna vez podría controlar esa parte de sí mismo.

Hiro seguía mirando el cielo, su mente aún atrapada en los eventos recientes.

Hiro: (No creo que fuera buena idea hacer eso...)-pensó, cerrando los ojos por un momento- (Apenas entiendo mi propio poder y casi me salgo de control...)

Antes de que pudiera levantarse, una voz lo trajo de vuelta a la realidad.

Satou: Hiro-kun, eso fue increíble. No tenía idea de que podrías hacer algo así.

Hiro levantó la vista y notó a un grupo de compañeros acercándose. Todos parecían sorprendidos por lo que habían visto en la carrera.

Suru: Amigo, ¡literalmente fuiste un misil a gran velocidad! Fue impresionante."

Velvet: Yo tampoco sabía que tenías esos poderes, Hiro-kun.

Eito: Sin duda no te contuviste allá atrás. Fuiste con todo.

Hiro bajó la mirada, sintiendo el dolor en su cuerpo como si le recordara el precio de haber usado ese poder.

Hiro: Solo fue un experimento... pero fue suficiente para que ahora me duela todo el cuerpo.

Shona: Eso significa que tu poder aumentó, pero tu cuerpo sufre las consecuencias, ¿verdad?

Hiro: Básicamente...—murmuró, mientras un gruñido de dolor se escapaba de sus labios.