casa de Nicole.

9 1 8
                                    

-"¿Estás segura de recibirme en tu casa? No siempre soy la mejor compañía; te advierto, por si acaso hago algo que te moleste. Te pido disculpas de antemano-.

No se si ustedes, pero si yo fuera humana, no me gustaría tener la compañía de una vampira bajo mi techo, por cuestiones de integridad y seguridad personal. Digo, siempre pueden suceder3 Punto Accidentes. No siempre soy la mejor compañía, pensé. Nicole cree que soy humana, pero no está muy equivocada en eso; todavía espero que su instinto de supervivencia, le advierta del peligro inminente que mi presencia atrae. Parece no sentirlo, todavía.

-ya conviví con gente problemática, dudo que me traigas inconvenientes-.

Y si ya había tenido convivencia con gente problemática; lo más lógico era que después de mi advertencia, no quisiera que me quedara en su casa ni de chiste/broma/joda. No que me estuviera ofreciendo hospedaje; cómo que no tenía sentido.

Sonreí internamente. Adolescentes humanos que hacen pasar vergüenza, adultos jóvenes que abusan de sustancias, adultos de mediana edad que se creen que tienen la razón solo por ser adultos3 Punto Familia molesta, o niños que hacen berrinches y mucho ruido. Son cosas de la vida. Podría contarte más; pero no deseo aburrirte.

Una leve corriente de viento provino desde el oeste, levantando un poco los cabellos de Nicole; exponiendo su cuello y su pulso.

¡Su sangre! La dulce y mortal sangre. Tan deliciosamente apetecible, ese delicioso olor que provenía de su cuello. Distinguí su grupo sanguíneo, comencé a preguntarme cómo sería la sangre de los pueblerinos; admito que desee que todos tuvieran ese efluvio tan dulce.

-"Acepto, gracias-.

Dije, sonriendo. Ya estaba invitada a una casa, un buen avance. Agradezco no tener que usar la hipnosis con frecuencia. No deseo que su mente en un descuido mío termine sin rumbo.

Nicole acercó su mano izquierda a mi hombro, dándome un leve empujón. Entré a la casa; era mejor de lo que esperaba. Una alfombra marrón en un piso también marrón, pero mucho más oscuro, las paredes pintadas de un gris rosado plateado3 Punto Y un libro sobre vampiros.

-¡Por nuestro gran y poderoso Señor Jesucristo de mi corazón!-.

Exclamé, fingiendo estar asustada. Hice una mueca cuando miré el título de la portada. Esas historias de fantasía que los humanos crean sobre nosotros son sinceramente lamentables. Recalco que la gran mayoría algunas puedo admitir que son buenas; aunque volviendo al tema. No voy a mencionar cuáles, para evitar problemas. Pero en esta casa debía fingir que me daban miedo, para representar mi papel de la mejor manera. Aunque, al reflexionar sobre ello, podría actuar con desagrado de igual forma. Además, ¿quién creería en este pueblo que soy una vampira?.

¿El Cura de la iglesia?.

Q ondaaa? Este es el segundo capítulo que edito ve mi historia. Próximamente los otros capítulos y el extra 👋🏻

"Cometieron un error en confiar en mi"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora