UN.

144 16 2
                                    

Los residentes de Seongju, un pueblo al sureste de Daegu, eran conocidos por ser extraños y estar alejados de las nuevas costumbres de las grandes ciudades. El tiempo para ellos no pasó, o ellos quisieron mostrarlo así. Habían pocos habitantes, todos igual de excéntricos o, como muchos les dirían, incultos. La única estación de policía no era buena y contaban únicamente con una pequeña sala de urgencias que dejaba morir a todo aquel que tenía la desdicha de enfermarse o de ser atacado por un animal salvaje.

Pero incluso así nadie se tomaba la molestia de salir de allí. Vivían encadenados al lugar en que nacieron, como si le temieran a lo nuevo y a las personas que seguían sin problema alguno al tiempo y a los avances.

Tal vez fue por eso que Kim Taehyung no se hizo mucho del rogar cuando le pidieron dar sus servicios de medicina forense en el sitio. El primer y único médico forense había muerto a la edad de 95 años por causas naturales y, por increíble que pareciera, la gente pasó más de tres años sin uno pese a las misteriosas muertes que se daban en muchas ocasiones.

Ese era el sector perfecto para él.

Con un tapabocas, una bata, guantes de látex y una aguja en mano, se centró en coser el cuello del cadáver cuya causa de muerte fue la decapitación. Había un policía a uno de sus costados, supervisando su trabajo mientras pedía respuestas para resolver el caso o capturar al asesino, el cual venía haciendo de las suyas desde hacía tiempo.

—Tiene aproximadamente siete horas de haber muerto —informó, siguiendo en lo suyo—. Hay marcas de forcejeo en las muñecas, la cintura y tiene una hematoma en la mejilla izquierda, lo que me hace suponer que fue golpeada o que se golpeó contra algo en medio de su lucha por ser liberada. Sin embargo, no hay huellas dactilares ni rastros de sangre foráneos que indiquen de quién se pueda tratar. Le falta gran fracción de cabello, pero eso suele ser normal cuando la persona es decapitada. Sus cavidades están normales, así que supongo que no hubo abuso de ningún tipo.

—Fue encontrada en el bosque —dijo el policía, cruzándose de brazos en tanto suspiraba—. Nadie vive en el bosque. No he visto a nadie merodear por ahí de noche. Esperaba poder encontrar algo aquí, pero mis esperanzas cada vez están más metidas en la basura.

—Tal vez deberías comenzar por investigar a la persona que encontró el cuerpo.

—Es un niño —rio con ironía, relamiendo sus labios. Siempre era lo mismo. Nada lo acercaba al supuesto asesino y la falta de pruebas ya era como el pan de cada día—. Tendré que archivar el caso.

Taehyung exhaló, tomando una de las tijeras de la bandeja metálica que tenía a un lado, con la que cortó el hilo una vez terminó de coser.

—Supervisa mejor el pueblo y tal vez así surja algo.

—Trataré de que manden refuerzos y si no... —apretó su boca y se encogió de hombros, restándole importancia al asunto—. Entonces nos jodimos.

Excelentes noticias.

—Lo siento, Namjoon.

—No te apures —tras señalar con su barbilla, se dirigió a la salida—. Te dejo. Tengo asuntos que atender.

—Hasta pronto.

Estando a solas, hizo el procedimiento pertinente para pasar lo más pronto posible al tanatopractor, que se encargaría de suministrarle los químicos referentes al cuerpo y dejarla decente para dar lugar a la entrega y posteriormente al velorio. Metió una bolsa con algo de "entrañas" a su mochila personal antes de salir del recinto, asegurándose de que todo estuviera impecable y en su lugar.

Lo estaba. Todo deslumbraba en brillo, olía a alcohol etílico y desinfectante. La temperatura solo ayudaba a que el cadáver y la misma higiene perduraran por más tiempo.

MORT © vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora