Los beneficios de salvar a Veela

Capitulo 42

Cuando Harry se despertó, sintió que las uñas pastaban suavemente contra su pecho y los labios suaves presionados contra el costado de su hombro. Estirándose con un bostezo, ahuyentó al último de su aturdimiento antes de envolver su brazo alrededor de Anya y acercarla, "Morning..."

"Buenos días para ti, too." Ella se rió mientras la apretaba con fuerza, su mano se desvió hacia abajo para empujar contra la virilidad histórica, "pensé que Iiand tendría que vomitarte pronto. Canatt te tiene tarde para competition." Mirando hacia el reloj en la pared, descubrió que era un cuarto al mediodía. Theyirad tuvo un poco de tarde en la noche, y gran parte de la madrugada también, simplemente pasando el rato por primera vez en bastante tiempo. Heatd fue completamente derrotada por Susan en una docena de juegos de ajedrez, antes de que Ginny se hiciera cargo de él.

Entre eso y el hecho de que Anya aprovechó la oportunidad para pintar la escena, ya que le dio una inspiración improvisada, han estado en ella mucho más tiempo de lo que querían. Como resultado, todos pasaron la noche en el piso improvisado de girls' en lugar de arriesgarse a romper el toque de queda. Aunque para cuando nos fuimos a dormir, era casi lo suficientemente temprano en la mañana como para que pudiéramos haber regresado sin problemas.

"¿Dónde está Orina?" Se fueron a la cama juntos, pero solo uno de ellos estaba allí ahora.

"Ella se ventila a Honeydukes para ayudar con la preparación de la mañana," ella le recordó, "pero ella me encontrará en el estadio later."

Anya salió de su alcance para apartarse de la cama. No pudo evitar admirar su hermoso cuerpo. La curvilínea veela todavía dormía desnuda, incluso si no se hubieran subido a ninguna de las actividades nocturnas más carnales. Inclinada sobre el costado de la cama, colocó un beso en sus labios, "Ven..."

Cuando se volvió, se encontró mirando su trasero melocotón mientras se deslizaba hacia la puerta del baño. Cuando ella lo miró por encima del hombro con esos ojos de zafiro, llenos de travesuras y una promesa de placer, saltó de la cama.

Siguiendo detrás de ella, llegó a la puerta mientras giraba la manija sobre el agua. Hacía calor, el vapor llenaba el aire cuando las gotas caían al suelo. Era una ducha de pie con baldosas de mármol en las paredes y el piso, con una puerta de vidrio transparente que se volvía opaca cuando estaba cerrada. Dobby realmente se aseguró de que todo fuera perfecto.

Cuando Anya entró en el rocío del agua, su cabello rubio plateado se volvió resbaladizo hacia su espalda. Ella lo miró de nuevo, una pequeña sonrisa en sus labios mientras lo llamaba con un dedo, "Ven, no tengo mucho tiempo."

Acercándose a ella, el agua se lavó sobre su piel. Él tomó sus caderas en sus manos, tirándola de cerca presionando su longitud contra su estómago. Se mordió el labio inferior mientras lo miraba con ojos brillantes. Una de sus manos se deslizó a lo largo de su costado, sintió su escalofrío con su toque, hasta que su pulgar acarició contra la parte inferior de su pecho completo, "Puede que no tengamos suficiente tiempo."

"Entonces nos daremos prisa." Anya le dijo en un tono que dejaba perfectamente claro lo que quería, "A menos que tengas la intención de vencer a tus oponentes hoy con tu olor?" Ella lo estaba molestando, y ambos lo sabían. No olía, y no tenía la intención de dejar pasar la oportunidad de ducharse con su primer amante.

"No, supongo que tienes razón. Eso no sería justo." Alcanzando detrás de ella, recogió una pastilla de jabón de una pequeña repisa, de alguna manera manejándola con una gracia increíble dado que nunca le quitó los ojos de encima.

A pesar de su tiempo juntos, esto no era algo que hayan hecho. Sus manos eran suaves y lisas, corriendo a lo largo de los planos duros de su pecho y sus abdominales mientras ella lo latía. Sus dedos se sentían divinos, masajeando cada músculo expertamente. Sin embargo, había un lugar que no tocaría, no del todo, siempre acercándose tentadoramente antes de alejarse. Por mucho que supiera que lo disfrutaría, y su polla desesperada lo quería, se sintió perfectamente relajado mientras sus ojos se cerraban bajo el aerosol.