¿Tu piensas en mi?

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Theo estaba en un rincón de la fiesta de cumpleaños de Lydia, rodeado de gente, pero sintiéndose solo. Bebía de su vaso, aunque ninguna cantidad de alcohol le proporcionaba el efecto que deseaba. No podía apartar los ojos de Liam, que reía y mantenía un brazo alrededor de la cintura de Hayden. Estaban con el resto de la manada, divirtiéndose, como si nada más importara.

Todo se sentía tan fuera de lugar. ¿Qué hacía él allí, fingiendo felicidad cuando la única persona que podía hacerle sentir algo estaba con alguien más?

Los recuerdos lo inundaban conforme las horas pasaban. Las veces que se salvaron mutuamente la vida, cómo el odio que al principio creían sentir se fue desvaneciendo. Recordó las veces que Liam le animó a seguir adelante, y cómo él ayudó a Liam a controlar su transformación.

"¿Aún piensas en mí?", pensó Theo mientras observaba a Liam reír. "¿Sientes lo mismo?"

Se sirvió otra bebida, deseando ahogar esos sentimientos. Recordó las conversaciones sobre miedos y sueños, los momentos en que Liam le confió sus pensamientos más profundos, esas charlas llenas de tonterías que compartían solo para estar juntos. Recordó cómo se sentía ser abrazado por Liam, cómo el roce de sus labios era suave y reconfortante. Pero poco a poco, todo eso se desvaneció. No todos confiaban en Theo, y a pesar de que Liam veía algo diferente en él, la distancia comenzó a crecer entre ellos, hasta que dejaron de intentarlo. Lo que una vez fue cercanía, se convirtió en vacío.

Dejaron de hablar, de verse, de apoyarse. Dejaron de mirarse con el cariño que una vez compartieron. Al principio, era culpa del tiempo, de estar ocupados, pero luego simplemente dejaron de buscarse.

Liam giró la cabeza y sus ojos se encontraron. Por un breve segundo, Theo creyó ver algo en esa mirada, una chispa del pasado, pero fue fugaz. Liam apartó la vista rápidamente, volviendo su atención a Hayden, y a esas sonrisas que parecían tan fáciles para él.

“¿Recuerdas cómo se sintió?”, pensó Theo con desesperación. "Porque yo sí lo hago."

Ya no podía soportarlo más. Necesitaba salir de ahí, necesitaba respuestas, pero sabía que no sería tan fácil obtenerlas. Caminó hacia la cocina, buscando espacio, y se sirvió un vaso de agua, tratando de calmarse. Poco después, Liam entró, aún sonriendo, aunque esa sonrisa desapareció al ver a Theo.

"No quiero arruinar tu felicidad", pensó Theo, mientras se miraban sin saber qué hacer. "Pero sabes que soy el único para ti."

—¿Te diviertes? —preguntó Liam mientras preparaba bebidas.

—No del todo —respondió Theo sin pensarlo mucho.

Liam asintió, incómodo, sin saber qué más decir. Se volvió hacia las botellas, continuando su tarea en silencio.

—Liam —le llamó Theo, su voz temblando.

Liam levantó la cabeza, confuso.

—¿Qué pasa? —preguntó, esperando que Theo le dijera algo importante.

Theo lo miró, con una mezcla de esperanza y desesperación. —¿Piensas en mí? —preguntó, su voz casi un susurro—. ¿Recuerdas cómo nos sentíamos?

Liam vaciló, balbuceando. —Theo... yo...

—Porque yo lo hago —confesó Theo, su voz llena de dolor—. Escúchame.

Liam lo miró con tristeza, y algo de culpa brilló en sus ojos.

—No quiero arruinar tu felicidad, pero tú lo sabes, Liam... tú sabes...

—¿Qué sé, Theo? —preguntó Liam, su tono ahora teñido de frustración.

—Que soy el único para ti —respondió Theo, con un destello de desesperación en su voz.

Liam sacudió la cabeza, incrédulo. —No olvides quién terminó esto, Theo —dijo con dureza, tratando de controlar sus emociones.

Tomó las bebidas que había preparado e intentó salir de la cocina, pero Theo lo detuvo, desesperado por una respuesta.

—Solo dime... —pidió Theo, casi suplicante.

Liam lo miró por un momento, luchando con sus propias emociones. —Lo que tuvimos fue algo increíble, pero ahora soy feliz. Deberías intentar serlo también.

Theo tragó con dificultad, sintiendo que el aire se le escapaba. —No quería arruinar tu noche. Solo... tenía que saberlo —murmuró, su voz quebrándose.

Liam salió de la cocina sin mirar atrás.

Theo lo observó irse, con un amargo sabor en la boca. Sabía la respuesta, la había tenido desde el principio, pero no podía superarlo.

Salió rápidamente de la casa, esperando que el aire frío de la noche calmara el caos en su interior. Había hablado, había enfrentado lo que más temía, y aunque el dolor seguía presente, sabía que con el tiempo empezaría a sanar.

Pero la misma pregunta seguía rondando su mente, como un eco: "¿Alguna vez crucé por tu mente?"

Tomó una profunda bocanada de aire fresco y siguió caminando por la calle solitaria. Sabía que cada paso lo acercaba más a la paz que tanto buscaba.

Lo que Theo no vio fue a Liam, mirándolo desde la puerta, dando un paso hacia él pero deteniéndose antes de cruzar el umbral.

El eco de lo que habían sentido permanecería entre ellos, pero ninguno estaba dispuesto a arruinar la felicidad del otro.

RUIN (THIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora