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El día se adentraba lentamente por las cortinas de su habitación, inundando el espacio con una luz tenue que apenas lograba sacarlo de su letargo. Las mañanas siguientes a su cumpleaños siempre eran las peores. Era como si el peso de las celebraciones se desmoronara sobre él, dejándolo con una sensación de vacío. Su madre estaba de guardia, como casi siempre en estas fechas, y su familia, después de la obligada reunión, había dejado un caos que aún se podía sentir en cada rincón de la casa.

Hyunjin observó la sala desde la puerta de su habitación. Las botellas vacías, los platos con restos de comida, y los papeles de regalo esparcidos por el suelo eran testigos silenciosos de la hipocresía que reinaba en esas reuniones. Era lo mismo cada año: abrazos fingidos, sonrisas forzadas y pensamientos que no coincidían con las palabras que pronunciaban. A estas alturas, las palabras de su familia ya no importaban tanto como lo que escuchaba en sus mentes. "Ojalá no tuviera que estar aquí", "Este chico nunca me ha caído bien", "¿Por qué sigue siendo tan distante?" la misma cantaleta, año tras año.

Suspiró profundamente y miró el reloj. Seungmin tampoco estaba allí para hacerle compañía. Sus padres eran demasiado estrictos para dejarlo quedarse más de un día durante el fin de semana, así que ahora estaba completamente solo. No se molestó en pensar en el desayuno, sabiendo que no había nadie allí para recordarle que comiera algo o siquiera para preguntarle cómo estaba. El silencio se apoderaba de la casa y, aunque era algo que generalmente disfrutaba, hoy se sentía abrumador.

—Lo mejor será empezar a limpiar—dijo Hyunjin, mirando el desastre que le rodeaba.

El desorden de su familia no solo era físico; sentía que la casa misma se impregnaba de la energía negativa que traían consigo cada vez que se reunían. Tomó un trapo y comenzó a limpiar, tratando de deshacerse de cada rastro de esa incomodidad. Cada objeto fuera de lugar, cada copa vacía le recordaba lo poco que le importaban realmente, y cuanto menos a ellos les importaba él. Necesitaba purificar su espacio, sacar las malas vibras que habían dejado en su hogar.

Mientras limpiaba, los pensamientos de las personas a su alrededor empezaron a invadir su mente como solía suceder, incluso aunque estuvieran lejos. "Esto está muy pesado," "Qué casa más horrible, no entiendo por qué la compraron mis padres," "Ya quiero conocer a los vecinos nuevos..." Los pensamientos se mezclaban y difuminaban, pero una frase captó su atención de inmediato. ¿Vecinos nuevos? Frunció el ceño, deteniéndose en medio de su tarea. No recordaba haber escuchado nada sobre eso antes.

"Vecinos nuevos...", repitió en voz baja, con curiosidad. Esa información no la había recibido de su familia ni de su madre, quien generalmente estaba al tanto de lo que sucedía en el vecindario. Su curiosidad comenzó a despertarse mientras se preguntaba quiénes serían. La posibilidad de un cambio en la rutina lo intranquilizaba, pero al mismo tiempo despertaba una leve chispa de interés en medio de su monotonía. ¿Serían amables? ¿Serían ruidosos? O, peor aún, ¿serían como todos los demás, llenos de pensamientos triviales que lo bombardearían cada vez que pasaran cerca?

Dejó caer el trapo y se acercó a la ventana, tratando de ver alguna señal de movimiento en la casa de al lado. Nada. Todo estaba tan tranquilo como siempre. Sin embargo, la sensación de que algo estaba por cambiar seguía latente en el aire, como una sombra que se asomaba tímidamente en su mente.

"Vecinos nuevos... genial, más pensamientos que escuchar" pensó con ironía mientras volvía a la sala, tratando de dejar a un lado la sensación de inquietud que comenzaba a formarse en su interior.

Después de terminar con la limpieza, Hyunjin sintió que la casa estaba ligeramente más liviana, aunque el malestar en su interior seguía presente. Decidió que lo mejor sería salir un poco y despejarse, tal vez caminar hasta el parque o tomar un café. Cualquier cosa sería mejor que seguir rodeado de los recuerdos de la reunión familiar.

Read my heart, love. (hyunin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora