issei the gamer (issei con un sistema de juego)

Buscando a la Chica de la Misión

Issei se levantó temprano, con la misión del sistema aún rondando su cabeza. "Consigue una chica con cabello blanco, ojos grises y pecas…" murmuró mientras se vestía para ir a la escuela. No podía quitarse la sensación de que el sistema no le daba misiones al azar. Si esta chica era tan importante, debía encontrarla pronto, antes de que el sistema tomara las riendas y la "proporcionara".

Althea, siempre a su lado, observaba con calma mientras Issei se preparaba para salir. Su actitud era tranquilizadora, como siempre. Sin embargo, antes de salir, ella le hizo una sugerencia.

"Mi señor," dijo con suavidad, "si desea investigar discretamente en busca de la chica, podría ser útil que yo me mantuviera fuera de la vista por un tiempo."

Issei se giró hacia ella, sorprendido. "¿Cómo lo harías? No quiero que te expongas."

Althea sonrió ligeramente, como si ya tuviera todo planeado. "No se preocupe, tengo la habilidad de transformarme en un gato si es necesario. De esta forma, puedo estar cerca de usted sin llamar la atención. Además, puedo seguir observando cualquier cosa que pueda ser útil para la misión."

Issei parpadeó. "¿Puedes hacer eso?"

"Por supuesto," respondió ella, como si fuera lo más normal del mundo.

Issei suspiró, acostumbrado ya a las sorpresas que su sistema y Althea traían consigo. "Está bien. Si crees que es la mejor opción, entonces adelante."

Con un simple movimiento de su mano, Althea se envolvió en una suave luz y, en cuestión de segundos, se transformó en un elegante gato de pelaje oscuro. Sus ojos brillaban con una inteligencia inusual, dejando claro que no era un gato común.

Issei miró a su alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca antes de sonreír. "Supongo que ahora sí podré investigar con más discreción."

Con Althea ahora en su forma felina, Issei salió de su casa y se dirigió a la escuela. La caminata fue tranquila, aunque su mente no dejaba de repasar las características de la chica que debía encontrar. Cabello blanco, ojos grises, pecas... Sin duda, no sería alguien que pasara desapercibida. Y sin embargo, nunca había prestado demasiada atención a las chicas de su clase.

Al llegar a la escuela, Issei observó a su alrededor, buscando entre las multitudes de estudiantes que se dirigían a sus respectivas aulas. Estaba seguro de haber escuchado rumores de una chica así, pero nunca la había visto de cerca. ¿Quizás ella simplemente evitaba ser el centro de atención?

Althea, en su forma de gato, caminaba silenciosamente al lado de Issei, pasando completamente desapercibida entre los estudiantes. Sus ojos felinos escaneaban el entorno, buscando cualquier señal de la chica en cuestión.

Issei se dirigió a su aula, donde comenzó su búsqueda más activa. Durante las clases, intentaba no ser demasiado obvio mientras observaba a sus compañeros. No pasó mucho tiempo antes de que notara una figura en el fondo del salón, alguien que siempre parecía evitar el contacto visual y se mantenía apartada del resto.

Allí estaba. Una chica de cabello blanco, que caía en suaves ondas sobre sus hombros. Su piel era pálida, casi lechosa, y a pesar de la distancia, Issei pudo ver que tenía pecas repartidas sobre su nariz y mejillas. Sus ojos, sin embargo, eran lo que más lo impactó: un tono gris claro que parecía reflejar una tristeza oculta.

"Debe ser ella," pensó Issei, tratando de no mirarla demasiado fijamente.

Durante el resto de la clase, Issei mantuvo su enfoque en la chica, pero sin ser demasiado evidente. Althea, en su forma de gato, había tomado asiento discretamente bajo una ventana cercana, observando todo con aguda precisión. Parecía haber llegado a la misma conclusión que Issei: esta chica cumplía con las especificaciones del sistema.