issei the gamer (issei con un sistema de juego)

Encuentro Inesperado

El día había sido más tranquilo de lo normal. Las clases en la escuela habían terminado temprano por una reunión de los profesores, lo que le dio a Issei la oportunidad de volver a casa antes de lo habitual. Con la mochila al hombro y los pensamientos distraídos en su reciente desarrollo de habilidades, caminó sin prisa por las calles, disfrutando del raro momento de silencio.

Al llegar a casa, se dio cuenta de que algo era diferente. Desde fuera, pudo escuchar voces en el interior, más allá de las usuales conversaciones de sus hermanas. Su curiosidad se despertó momentáneamente, pero no lo suficiente como para detenerse. Issei no tenía muchas ganas de meterse en lo que fuera que estuviera ocurriendo. Después de todo, con su relación distante con Kaori y Kamie, había aprendido a mantenerse al margen de lo que no le concernía.

Empujó la puerta principal y entró en la casa. Las voces eran más claras ahora. Reconoció a Kaori y Kamie hablando con alguien más. Issei avanzó hacia el salón, donde notó a dos personas que no había visto antes. Una chica pelirroja de apariencia imponente y serena estaba sentada junto a sus hermanas. Su mera presencia irradiaba poder y confianza. A su alrededor había otros jóvenes, todos con una postura similar, como si fueran soldados leales a un líder indiscutido.

Issei entrecerró los ojos, activando Observación brevemente, aunque sin profundizar demasiado. Solo quería tener una idea general de quiénes eran esos extraños. No era su estilo quedarse a escuchar conversaciones ajenas, pero un vistazo rápido no haría daño.

Rias Gremory
Fuerza: 20
Velocidad: 18
Inteligencia: 23
Talento Natural: Manipulación Demoniaca (Activo)

Kiba Yuuto
Fuerza: 22
Velocidad: 24
Inteligencia: 19
Talento Natural: Maestría con Espadas (Activo)

Akeno Himejima
Fuerza: 21
Velocidad: 20
Inteligencia: 22
Talento Natural: Control de Rayos (Activo)

El nombre de la pelirroja, Rias Gremory, hizo eco en su mente, pero no lo suficiente como para despertar su interés real. Solo era otro grupo de personas poderosas rodeando a sus hermanas, algo que ya se había vuelto casi cotidiano. Sus ojos recorrieron a los demás, y sus talentos le confirmaron que eran personas extremadamente fuertes. Sin embargo, nada de lo que veía le era relevante. Era como si su vida, y la de sus hermanas, estuviera destinada a moverse en círculos diferentes.

Con un ligero encogimiento de hombros, Issei desvió la mirada y se dirigió hacia las escaleras.

"Issei, ¿no vas a saludar?" preguntó Kamie, notando su presencia en el último momento. Había un leve tono de sorpresa en su voz, pero no lo suficiente como para detenerlo.

Issei apenas giró la cabeza. "No es asunto mío," respondió con una indiferencia tranquila, antes de seguir subiendo las escaleras sin más preámbulos. Podía sentir las miradas de los presentes en su espalda, pero no le importaba lo que pensaran. Su vida siempre había sido así: un espectador silencioso en los eventos importantes, pero sin realmente formar parte de ellos.

Al llegar a su habitación, Issei cerró la puerta tras de sí y dejó caer la mochila en el suelo. Se desplomó sobre la cama, cerrando los ojos un momento. Podía escuchar vagamente las conversaciones que seguían abajo, pero no le prestó atención. Para él, nada de lo que ocurría entre Rias, sus compañeros, y sus hermanas le concernía.

Abrió los ojos y se quedó mirando el techo, recordando el breve vistazo que había echado con Observación. La chica pelirroja, Rias, tenía un talento interesante: Manipulación Demoniaca. Algo en esa habilidad resonaba en el fondo de su mente, pero decidió no darle demasiada importancia. Estaba centrado en sus propios poderes y en entender mejor lo que era capaz de hacer.

El sistema emitió un leve sonido, recordándole que siempre estaba allí, listo para asistirme en lo que fuera necesario. Issei sonrió, sabiendo que, aunque no formara parte de la escena social o de las aventuras de sus hermanas, su propio camino estaba solo comenzando.